Desde temprana hora del miércoles, la Guardia Nacional inició los recorridos de seguridad y vigilancia a lo largo de los 14 kilómetros de línea fronteriza en el norte de Nuevo León.
Un total de 623 elementos de la mencionada institución han sido destinados al resguardo en la comunidad de Colombia, en el municipio de Anáhuac, para el combate del tráfico de drogas, principalmente fentanilo, y el cruce de migrantes indocumentados.
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El personal se ha concentrado en cinco puntos estratégicos a lo largo de la ribera del Río Bravo, en especial la zona aledaña al puente internacional y al propio poblado de no más de 2 mil habitantes.
Los patrullajes incluyen recorridos por carreteras, montes, brechas y caminos que conectan con el afluente, límite natural entre México y Estados Unidos.
Esta área, a 35 kilómetros de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y a unos 140 de Piedras Negras, Coahuila, no ha estado exenta de la inseguridad originada por las disputas de los grupos delincuenciales.
Los habitantes de la congregación Colombia se mostraron sorprendidos por el despliegue militar, pero a la vez complacidos, al considerar que ellos contarán con más seguridad.
Los operativos de vigilancia en la frontera forman parte de los temas pactados entre ambas naciones, después de que el gobierno americano decidió aplazar hasta marzo el incremento en los aranceles a productos mexicanos, tras acordar el reforzamiento de la vigilancia en la frontera.