El 22 de diciembre de 2020, los tres dirigentes nacionales de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) anunciaron la conformación de la coalición Va por México para ir juntos en las elecciones federales de 2021.
En la creación de Va por México, no sólo Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano son los protagonistas, sino como en el teatro, existió un equipo tras bambalinas fundamental para su puesta en escena, uno de ellos es el empresario Gustavo de Hoyos, ex presidente de Coparmex.
Como también ocurre en el teatro, algunos actores desistieron de participar o no cumplieron con el perfil de la obra, como fue Movimiento Ciudadano y México Libre, quienes en un inicio estuvieron en las pláticas, pero no continuaron.
“Debo decir que el trabajo, como en las obras de teatro, empezó mucho antes, nosotros en el mes de marzo de 2020 empezamos a dialogar algunos dirigentes de la sociedad civil, entre ellos yo, con los dirigentes de los distintos partidos políticos en la oposición con los que al final de cuentas conformaron Va por México, que es el PAN, PRI y PRD, pero también lo hicimos con Movimiento Ciudadano y con el entonces partido en formación que era México Libre”.
El nacimiento de Va por México comenzó a la par de la pandemia de covid-19 en México, pues mientras aumentaban los contagios en el país, un sector importante de la oposición comenzaba a dialogar sobre la conformación de la coalición.
Va por México no sólo tuvo el objetivo de ir juntos en el ámbito político, sino que la alianza escala a lo legislativo y jurídico, las cuales, de acuerdo con De Hoyos, han tenido resultados a pesar de las diferencias entre los dirigentes nacionales de los partidos por acciones u omisiones, en particular de Alejandro Moreno.
De Hoyos es claro: no les da ningún cheque en blanco a los partidos de oposición y su preocupación mayor es el proyecto que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras ser destapado por López Obrador como aspirante presidencial en 2024 de la oposición, De Hoyos minimiza el hecho, pero enfatiza que sí busca que en México exista alternancia en el poder.
En entrevista para MILENIO, De Hoyos habla desde la sala de juntas de su oficina, ubicada en Polanco, sobre “El México ganador”, el proyecto de nación que buscan ofrecer a la ciudadanía en 2024.
La coalición política sigue viva, sostiene el integrante de Sí por México y sobre las diferencias en el Congreso sobre la propuesta priista de extender hasta 2028 la presencia militar en las calles, lo califica como un traspié.
De Hoyos asegura no estar peleado con los programas sociales, dice que deben seguir, pero con ciertos ajustes para un mejor funcionamiento.
—Usted estuvo, como dicen en el teatro, tras bambalinas en el diseño de Va por México. ¿Qué balance hace con todo lo que ha pasado en estos dos años sobre la coalición?—
“El anuncio de la coalición partidaria está por cumplir dos años, se dio a conocer el 22 de diciembre de 2020, pero debo decir que el trabajo, como en las obras de teatro, empezó mucho antes, nosotros en el mes de marzo de 2020 empezamos a dialogar algunos dirigentes de la sociedad civil, entre ellos yo, con los dirigentes de los distintos partidos políticos en la oposición con los que al final de cuentas conformaron Va por México, que es el PAN, PRI y PRD, pero también lo hicimos con Movimiento Ciudadano y con el entonces partido en formación que era México Libre, que finalmente las autoridades electorales no le dieron el registro.
“De este trabajo entre marzo y diciembre fue un llamado primero a la oposición para que tomaran la agenda que les estábamos planteando desde la ciudadanía y como un paso para formar una coalición electoral.
“Nosotros planteamos desde un principio que no se trataba de respaldar a la oposición por ser opositores, de hecho, la mayor parte de quienes estamos en Sí por México, que es la parte ciudadana, somos personas que no tenemos partido político y no militamos activamente en ninguno de ellos, pero que sí estamos preocupados y en desacuerdo con muchas de las acciones del actual gobierno, por eso planteamos una visión de país distinta que le llamamos México Ganador Para Todas y Para Todos.
“Esta agenda de país fue la que nos llevó a hacer un planteamiento que parecía insólito a los partidos de la oposición: júntense, por encima de sus décadas de ser opositores entre sí. La némesis del PRI, pues es el PAN y viceversa; el PRD surgió como una escisión de una parte del PRI en aquel momento con el ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo.
“El llamado fue a hacer posible lo imposible y después de mucho diálogo, debo decir que con altura de miras y generosidad, no nada más de los presidentes sino de los cuadros de liderazgo históricos de esos partidos con los que platicamos fue que se pudo concretar la coalición Va por México.
“Como todo esfuerzo humano, más en el mundo de la política, tiene aciertos y errores, la historia dirá cuáles fueron más, pero nosotros planteamos dos objetivos fundamentales: el primero, reorganizar a la oposición. En 2020 se decía frecuentemente por el Presidente, y lo cito como líder del oficialismo, ‘que no había oposición, estaba moralmente derrotada’ y lo cierto es que el espíritu que estaba por ahí, incluso en los partidos de oposición, era ciertamente de derrota, de desorganización, y en la sociedad civil teníamos la percepción de que no había oposición, no estaban actuando, que estaban perdidos cada quien en lo suyo.
“Nuestra primera tarea fue reorganizar la oposición, darle una mística ganadora y afortunadamente esto se logró a raíz de que se da a conocer en diciembre de 2020 la coalición Va por México.
“¿Cuál fue el fin táctico primordial que fijamos para este esfuerzo? Evitar que el oficialismo tuviese por sí mismo la capacidad de modificar la Constitución, ese fue el fin que se planteó como último, más allá de las alcaldías de la Ciudad de México, de tal o cual distrito; el fin primordial fue tener la votación suficiente para que el oficialismo en el segundo tramo del régimen no tuviera la capacidad, como sí la tenía, de modificar la Constitución.
“Esto se logró, claro que pudimos haber tenido mejores resultados, se pudieron haber ganado 13 alcaldías en la Ciudad de México, más gubernaturas, pero ese que fue el fin primordial se logró.
“¿Y por qué se logró? No sólo se logró en términos matemáticos, ya que se dieron a conocer los resultados vimos que sí nos daban los números, sino que planteamos eso tendría que ser una coalición legislativa, política y jurídica.
“En esas tres dimensiones se han tenido resultados: en la coalición política, se decidió que los grandes temas del país, entre esos tres partidos, con Sí por México y tratando de platicar juntos en posiciones, íbamos a actuar de manera conjunta. Hay muchos ejemplos, el más visible fue cuando el Presidente lanzó la iniciativa de revocación de mandato y acordamos hacerle vacío a este ejercicio y el resultado fue un fracaso, en realidad no se logró que fuera el gran referéndum. La coalición política está viva.
“Segundo, la coalición legislativa, aquí lo que se trataba es que en las decisiones más importantes fueran juntos los diputados y senadores. No ha sido perfecto, en el tema del militarismo tuvimos un traspié, pero en un recuento hacia atrás de que se instaló la nueva Cámara de Diputados y eso le dio un refresh al Senado, nos ha permitido que en las grandes decisiones los tres partidos, e incluso MC que no está formalmente en la coalición, hayan votado juntos”.
En tiempos de mundiales de futbol, Va por México habría anotado tres goles a la cancha de la llamada 4T al no permitir la aprobación de las reformas constitucionales a la Guardia Nacional, eléctrica y electoral.
“El propio Presidente definió que eran sus tres grandes reformas constitucionales, y en las tres lo vencimos, entonces la coalición legislativa está dando resultados, (aunque) tiene retos y desafíos”.
“Y tercero, de lo que menos se ha hablado, es la coalición jurídica, ¿Qué significa? Que cuando no dan los números, cuando la mayoría simple, la presión mediática, la presión sociedad civil no es suficiente para contener la mayoría simple que tienen las cámaras, nos queda siempre la posibilidad de ir a la Suprema Corte de Justicia.
“Hay que recordar que prácticamente todos los grandes temas en los cuales se ha perdido, vía votación legislativa, ha habido la capacidad de que se promuevan acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales que hoy está conociendo la Corte, a veces se gana y a veces se pierde, pero yo rescato es que se está logrando que esas firmas estén presentes, a veces lo hacen los senadores, a veces lo hacen los diputados y a veces lo hacemos desde la sociedad civil”.
“En 2020 conformamos un órgano que se llama Consejo Nacional de Litigio Estratégico y cuando la titularidad legal para impugnar acciones de régimen no corresponde a los diputados o senadores, entonces lo retomamos nosotros y así es como hemos impugnado el (cancelación del) aeropuerto de Texcoco, el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo y otras causas que son las que nos parecen más destructivas.
¿Se logró el propósito de darle una nueva mística a la oposición? Sí, a veces ganan o a veces pierden, pero están en pie de lucha; ¿Logramos tener los votos suficientes para que no hagan reformas constitucionales? Sí.
¿Qué es lo que sigue? Es como fortalecemos y damos un nuevo impulso al binomio que es sociedad civil y oposición, y aquí la historia está empezando.
—El proyecto de nación que buscan ofrecer en 2024. ¿Cómo lo podría definir?—
“Sin duda la elección de 2024, más allá de candidaturas de un lado u otro lado, lo que se va a contraponer, se va a discernir por la ciudadanía es el proyecto del gobierno, que para nosotros es retrograda, ve hacia el pasado, nos ha confrontado como mexicanos.
En el proyecto del México Ganador, empiezo diciendo que pensamos que sea exactamente lo contrario, que sea un proyecto de futuro, que ponga al país con una visión hacia adelante, ganadora; pretendemos que esté cargado de tolerancia, diversidad frente a esta visión que estigmatiza a todo aquel que piensa distinto, nosotros queremos que sea un proyecto que celebre la diversidad, incluida la presencia de quienes hoy están en el gobierno, no como enemigos sino como una parte importante de la visión del país.
Desde luego estamos pensando que sea un proyecto que le abone a la democracia, fortalezca el federalismo, el régimen republicano, la división de poderes; en estos tres elementos hay una diferencia clarísima de visiones.
El país del México Ganador diría que tiene dos atributos fundamentales: el primero de ellos es un piso de derechos donde la persona menos beneficiada tenga educación de calidad, salud de calidad, vivienda y tenga seguridad, en estos cuatro elementos hemos visto claros retrocesos en los últimos años. No creas que vivíamos muy bien antes, estamos peor de lo que estábamos y eso no era fácil.
A la par de que se garanticen estos derechos sociales para todos en cualquier rincón del país para personas que tengan menores condiciones, se generen oportunidades de prosperidad individual.
En el México Ganador sí se tienen que garantizar todos los derechos básicos hasta la persona que menos se esfuerce, el que esté en la peor condición, con las menores oportunidades, pero a la par si hay una responsabilidad de lo público de generar condiciones de prosperidad individual: que el estudiante encuentre posibilidades de seguir estudiando una maestría en lugar de que se le estigmatice por qué quiera serlo.
Es reconciliar el binomio de lo social y de lo individual, la parte personal y familiar, no tienen por qué estar peleados, se vale construir condiciones de igualdad, pero también condiciones de prosperidad individual.
—Algunos sectores de la sociedad ven como enemigos a los empresarios. ¿Qué les diría para no verlos como adversarios?—
“A mí me gusta más hablar de sector privado que del sector empresarial porque la mayoría de quienes no trabajan en lo público, y no tengo nada en contra de eso, no son empresarios como Carlos Slim, Germán Larrea, no son grandes corporaciones multinacionales.
Los empresarios, el 90 por ciento de los empleos en México, son personas que tienen de uno a cinco colaboradores, son personas que tienen un taller de soldadura, una estética, estacionamiento, dan clases en las tardes de inglés, son dentistas, arquitectos, abogados, comunicadores que tienen un pequeño portal; el 90% de las personas que generan uno o cinco o mil empleos son las que el viernes van al cajero automático, sacan de su tarjeta para pagar la nómina a sus empleados, son los comerciantes que están en la Central de Abastos, ese es el sector privado mexicano.
Yo lo que creo que de repente se nos trata de vender, esta imagen caricaturesca del gran empresario sentado arriba de un montón de dinero y tratando de explotar a sus trabajadores, como todo en la vida, hay buenos y malos empresarios, pero yo lo que le apuesto es a esta realidad mexicana que es de pequeños emprendedores y muchos jóvenes ahora se ubican ahí, jóvenes que quieren ser influencers en las redes, los que quieren tener un producto o marca propia, esos son personas que están viendo al sector privado como una oportunidad.
Mi primer mensaje sería verse como parte de y cuando eres emprendedor seguramente estás trabajando con alguien que lo es.
Aquí viene la segunda parte: lo cierto es que aunque este mensaje desde el gobierno de la mala imagen de los empresarios sí ha permeado, sí hay una percepción negativa del sector, sobre todo de esta visión del macro empresario, el 87% de los trabajadores cuando les preguntan si confían o no en su patrón, el 87% confía en su patrón.
Este credo de la polarización, de lo que llamo una neolucha de clases, me parece que es uno de los grandes errores de esta administración, yo creo que tratar de revivir este odio, esta lucha entre los que tienen una condición de estabilidad y quienes son menos favorecidos la tenemos que dejar atrás.
—¿Cree que la oposición ya aprendió la lección de lo bueno y malo que cometieron en el pasado (siendo gobierno)?—
Nos fallaron y mucho en el pasado los gobiernos emanados del PRI, PAN y PRD, hay que decirlo claramente, no es gratuito que la población de 2018 haya elegido una opción distinta, pero si nos había medio mal con varios gobiernos de esos partidos, nos ha ido mucho peor con el actual.
¿Qué es lo que sigue? Porque tenemos estos malos sabores del pasado y presente, renovar el acuerdo, yo le llamo un nuevo acuerdo que tiene que haber entre la ciudadanía y los partidos políticos, bajo ninguna circunstancia tenemos que darles un cheque en blanco al PAN, PRI y PRD, nos han demostrado que eso no funciona, tenemos que plantear con mucha claridad, y estamos trabajando en ello, la agenda de lo que queremos en el Ejecutivo, Legislativo y de certeza en el ámbito Judicial y tenemos que obligarlos a que dándole espacios a los políticos que sí han cumplido, tienen que abrir las puertas a la ciudadanía para recuperar la confianza perdida.
—Parece que en el gobierno se busca erradicar la pobreza con programas sociales, ¿eso es suficiente o qué se tendría que hacer?
“Los programas sociales son una aspirina una enfermedad crónica y que puede ser mortal, desde luego que no pensamos, yo no pienso que deban desaparecer, lo que me parece es que están pesimamente diseñados. No es posible que la pensión que recibe una señora viuda de la sierra de Oaxaca sea la misma que recibe el ingeniero Carlos Slim por el solo hecho de tener la misma edad.
Lo que necesitamos es que el recurso que está destinado se organice mejor, primero, para que se entregue de manera diferenciada más a quien más lo necesita y no necesariamente reciba esa pensión mi mamá si ella tiene otro tipo de posibilidades por su formación o familia.
Tenemos que evitar y erradicar el uso faccioso de esos programas, hoy afortunadamente lo que sabemos es que se está condicionando a muchas personas la continuidad de apoyos haciéndole pensar que si no van a un evento de Morena, si no siguen a cierto liderazgo, los van a perder.
No basta con los programas sociales, hay que mantenerlos, profundizarlos, incluso diría tenemos que tener muchos mayores apoyos.
—¿Qué perfil debe tener la persona que logre representarlos en 2024? —
Es importante la persona, hombre o mujer que encabece un proyecto desde el oficialismo o desde la oposición, pero más allá de las personas va a ser fundamental qué representan y sí creo que hacia el 2024 los mexicanos vamos a tener esta dualidad y más allá de que el lobo se ponga piel de oveja y de repente diga que no es de donde viene, pues va a haber claridad de qué representa una propuesta y la otra.
De este lado, de la oposición, estamos buscando que sí haya una candidatura de unidad, que sea carismática, que pueda emocionar, pero lo más importante es qué va a representar y ahí la apuesta de nuestro lado es de futuro, de progreso, prosperidad, en favor de la democracia y una apuesta por la reconciliación para dejar atrás esta visión polarizante.
—¿Qué piensa de que López Obrador lo haya incluido como aspirante presidencial?
Soy uno de sus enemigos favoritos. La realidad es que mi compromiso es con la sociedad civil, por lograr la alternancia en 2024, la verdad es que me tiene sin cuidado si el Presidente me tiene en su lista de posibles candidatos o no, quiero estar en la lista que las y los mexicanos consideran de las gentes que están trabajando de verdad por recuperar el camino perdido en el país.
Yo estoy metido en construir una opción opositora que pueda devolverle al país un camino del México ganador, ahí estoy, ya la posición que nos toque eso pasa a segundo plano.
—¿Pero no es algo que usted descarte que si las condiciones se puedan dar de ser aspirante presidencial?—
Un político en mi tierra siempre que le preguntaban decía ‘yo ni me encarto ni me descarto’... La realidad, no es en lo que estoy trabajando el día de hoy, con toda claridad, yo estoy trabajando, abiertamente, es lograr que tengamos una alternancia, incluida en la presidencia, creo que habrá tiempo para definir quien es la persona que debe encabezar este proyecto, lo digo claramente, yo voy a estar empujando para que tengamos con oportunidad una candidatura que sea inspiradora y legitimada por la sociedad.
JLMR