El hábito de la lectura en el país ha disminuido considerablemente en los 10 últimos años, siendo las revistas y los periódicos los productos de consulta más perjudicados.
De acuerdo con el Módulo sobre Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 69.6 por ciento de la población alfabeta dijo haber leído algún libro, revista, historieta o página de internet; sin embargo, esa cifra es menor por 14.6 puntos porcentuales respecto al registro de 2015.
La serie histórica muestra que desde 2015 se muestra una reducción constante en el número de personas que leen. En ese entonces el 84.2 por ciento de la población realizaba por lo menos una lectura al año.
El descenso de la población lectora se pronunció más entre los hombres, cuyo indicador pasó de 86.7 por ciento en 2015 a 69.9 por ciento en 2024. En el caso de las mujeres, disminuyó de 81.9 a 69.3 por ciento. La brecha en el porcentaje de población lectora entre hombres y mujeres se cerró de 4.8 puntos porcentuales en 2015, a 0.6 puntos en 2024
En lo que respecta a los grupos de edad, el mayor descenso se dio en las personas de 45 a 54 años, con una caída de 20.1 puntos; seguida por los adultos mayores de 65 años con una caída de 18.3 por ciento.
Los sectores más afectados por la falta de lectura son los periódicos, pues de tener un mercado de 49.4 por ciento de la población alfabeta en 2015, actualmente solo tienen una penetración de 17.8 por ciento.
Otro producto con severos problemas son las revistas, pues de contar con el 47.2 por ciento de lectores, ahora mantiene un 21.7 por ciento, de acuerdo con las cifras del Inegi.
Los libros en papel siguen siendo el producto más consumido por los lectores mexicanos al tener una penetración de 41.8 por ciento; sin embargo, también presentaron una disminución considerable respecto a 2015 cuando el 50.2 por ciento de los habitantes consumían las lecturas impresas.
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En el caso de los libros, sus mayores consumidores son los jóvenes de 18 a 24 años, los cuales se encuentran en edad escolar, mientras que las personas de 35 a 44 años son los que menos consumen este tipo de producto.
En contraparte, las páginas de internet, foros y blogs multimedia fueron los únicos productos que presentaron un aumento en su consumo, pues de tener el 37 por ciento de acceso en 2015, para 2024 el porcentaje creció a 39.4 por ciento.
Tiempos de lectura
El tiempo promedio por sesión de lectura a nivel nacional fue de 41 minutos, donde los hombres leyeron 42 minutos por sesión, mientras las mujeres lo hicieron durante 39 minutos. Entre las actividades más comunes con las que la población lectora combinó la lectura estuvieron escuchar música, con 42.7 y trabajar con 26.1.
De la población lectora, 58.9 por ciento comprendió la mayor parte de lo que leyó, 21.9 comprendió toda su lectura, 15.0 la mitad y 4.2 comprendió poco. Más de la mitad consideró tener una velocidad de lectura regular, mientras que 28.6 la consideró medianamente rápida, 14.0 como rápida y 5.3 como algo lenta.
Lectura de libros
Los mexicanos leyeron en promedio 3.2 libros al año, una diferencia de 0.4 libros en comparación con lo reportado en la edición de 2015 (3.6 ejemplares). El mayor valor durante los nueve años del módulo fue en 2022, con 3.9 libros.
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El entretenimiento se posicionó como el motivo principal de la lectura con 41.4; seguido de trabajo o estudio con 23.4 y cultura general con 23.2. El género de libros más leído fue la literatura con 39.4, seguido de los libros de autoayuda, superación personal o religiosos con 31.0, y alguna materia o profesión, de texto o de uso universitario 29.6. Entre los comunes figuraron los libros de cultura general con 20.7, y los manuales, guías o recetarios 7.9.
Adquisición de materiales
El acceso gratuito a materiales de lectura aumentó de 55.6 en 2015 a 66.7 por ciento en 2024. Asimismo, 74.7 por ciento de los lectores de revistas accedió a ellas sin costo; en 2015 el porcentaje fue de 49.8 por ciento. Finalmente, 56.3 por ciento de los lectores de periódicos tuvo acceso gratuito en 2024 en comparación con 41.2 en 2015.
De la población alfabeta, 17.3 declaró que asistió a la sección de libros y revistas de una tienda departamental, en los tres meses anteriores a la entrevista, mientras que 7.8 asistió a una biblioteca. Durante la infancia, la existencia de libros diferentes a los de texto en casa (58.1) y observar a sus padres o tutores leer (51.0) son dos de los principales estímulos para la práctica de la lectura.
En cuanto a las prácticas de lectura de la población alfabeta que asistió a la escuela primaria durante su infancia, 80.1 indicó que sus maestros o maestras les pedían una exposición de la lectura realizada; además, 69.6 mencionó que recibió motivación para leer libros por parte de los maestros.
LG