El escenario fue perfecto para la aparición de los cuatro personajes más aclamados de la política morenista en la actualidad.
Los cuatro fantásticos, las corcholatas, los compañeros del partido, como les guste llamarlos.
La plaza Juárez de Pachuca se encontraba abarrotada para un evento catalogado como histórico. Luego de todas las décadas en la historia reciente de la política hidalguense, por primera ocasión llegaría la alternancia de partido, un gobernante que no es del PRI, que lo era, pero ya fue hace mucho.
Como sea, los cuatro más importantes de la política nacional y que buscan sin hacerlo oficial la sucesión de Palacio Nacional, hicieron acto de presencia en la capital de Hidalgo, cada uno a su estilo, con sus medios y a su manera.
Sin embargo, todo protocolo se rompió una vez que empezó la transmisión del evento. La cámara manda y ante eso nada se puede hacer.
Primero fue Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, quien como representante del presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que acompañar en la comitiva principal a Julio Menchaca, gobernador entrante, a Omar Fayad, gobernador saliente y a diputados locales que cumplieron al pie de la letra el guión y, si algo hay que reconocerles, es que poco o nada se equivocaron.
El aplauso de los asistentes, ciudadanas y ciudadanos provenientes de todas las regiones del estado, porras sindicales, grupos políticos, empleados gubernamentales, vecinos de municipios metropolitanos, todas y todos dieron su veredicto mediante el ruido de sus gargantas y el sonido de sus palmas.
“¡Presidente!, ¡presidente!”, gritaron algunos ante el paso de Adán Augusto, quien fiel a su estilo únicamente sonrió y levantó la mano.
Saludos y rechiflas
Llegó el turno de Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores del país, el canciller, el embajador de embajadores cuya posición ha sido de primer nivel desde el inicio del sexenio.
Al fundirse en un abrazo cordial con el anfitrión del evento, el pueblo sabio comenzó con los alaridos de forma más efusiva, mientras la cámara enfocaba a los principales personajes.
“¡Bravo, Marcelo!”, fueron las exclamaciones seguidas de carretadas de aplausos y hasta ahí.
El gobernador de Hidalgo debía seguir saludando a todas y todos sus invitados, políticos del más alto nivel del país, secretarios de estado, gobernadoras y gobernadores, empresarios, ex mandatarios como Francisco Olvera Ruiz y Manuel Ángel Núñez Soto quienes se llevaron una gran rechifla, vaya usted a saber por qué.
La jefa de Gobierno de la CdMx, Claudia Sheinbaum, esperaba paciente junto a Mario Delgado, presidente nacional de Morena, a que llegara su turno. Sabedora de su ventaja en encuestas presidenciales, se mostró tranquila, sin aspavientos ni actos desesperados.
Y así fue, llegó Menchaca a saludarla, las cámaras enfocaron, salieron los flashes, en pantalla apareció Claudia y ... “¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!”
Aplausos y más aplausos que con ningún otro invitado. La más cercana a AMLO también es la más vitoreada, la más aclamada.
Sin embargo, el final nos depararía una sorpresa, pues pocas veces ha salido a medirse entre sus tres principales rivales políticos, como lo hizo este 5 de septiembre en la ciudad de Pachuca.
El senador Ricardo Monreal Ávila se levantó de su silla a saludar al respetable, a sonreír y a sentirse arropado, pero la respuesta fue un terrible abucheo que solo terminó cuando dejó de salir en pantalla.
Pocos segundos pero que para Monreal seguro fueron una eternidad. Nada como salir a recibir un baño de gente como para saber dónde estás parado.
Lo de menos fueron los insultos o las porras, la cargada está un poco más clara que al principio. La jugada por la candidatura presidencial se cierra y parece ir en la ruta de dos personajes.