El centro histórico de la Ciudad de México resguarda cientos de historias en cada uno de sus recintos, uno de los más emblemáticos es la casona de la calle de Cuba número 60, que desde el 2004 sirvió como las oficinas principales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), hasta septiembre de 2020, cuando el inmueble fue tomado por madres de víctimas, quienes, apoyadas de grupos feministas, exigían la aclaración pronta de sus casos.
Después de esta toma simbólica que ha visibilizado faltas institucionales y ha separado colectivos, se ha planteado la idea de que deje de ser parte de la CNDH para convertirse en un recinto ocupado y manejado por las víctimas de algún delito en el país, idea que muchos se adjudican, pero aún no tiene respuesta.
Este recinto, que posee una fachada de cantera con elementos neoclásicos y de la era porfiriana, el cual intentó representar las construcciones de Francia en la época de Napoleón I, tiene una historia diferente en cada una de sus paredes y pilares de piedra y tepetate.
Edificio de la CNDH, tiene su origine en el siglo XIX
Entre los tres dueños anteriores que fueron registrados en el siglo XVIII, se encuentran un soldado de infantería de origen de Granada y un hombre que era figonero, que según la Real Academia Española es “una persona que tiene una casa de poca categoría donde se guisan y venden cosas de comer”.
De acuerdo con estudios del Instituto de Antropología e Historia, este edificio como actualmente es conocido tiene sus orígenes del siglo XIX y es parte de la obra de Mauricio Campos en la restauración de la ciudad.
Fue hasta 1935 que el licenciado Miguel Yarza vendió la casa de República de Cuba 60 a la Confederación Nacional Obrera Mexicana (CROM), quienes la destinaron como sede de las fracciones sindicales de cantineros, meseros y representantes artísticos, quienes no dieron el trato adecuado, por lo que en 1992 pidieron a la subdirección de registros del INAH, restaurar el inmueble.
Después de esta restauración el terreno quedó preparado para que el 28 de octubre de 2002 se notificase la compra y venta a favor del Centro Histórico de la Ciudad de México, y destinaron el inmueble para que lo adquiriera la CNDH, que inauguró sus oficinas el 2 de diciembre de 2004.
Según Rigoberto Ortiz en su libro “Las pasiones de Cuba 60”, publicado en 2005, afirma que el rescate del recinto tuvo el propósito de que los quejosos pudieran encontrar un lugar, en una de las zonas más emblemáticas e importantes del país para ser atendidos como víctimas de diversos delitos.
Antes de este recinto, las oficinas de la CNDH se encontraban únicamente en la alcaldía Magdalena Contreras, donde tuvieron que volver en septiembre de este año, asignándola como sede provisional después de la toma feminista y la ocupación del colectivo denominado “El Bloque Negro”, quienes le han cambiado el nombre y esperan conservarlo como un lugar operado por y para víctimas.
JLMR