El cardenal Carlos Aguiar Retes nombró al sacerdote Hugo Valdemar Romero, como canónigo penitenciario de la Catedral Metropolitana, lo que faculta de perdonar pecados como la herejía contra los dogmas de la fe y profanación de la sagrada eucaristía.
Valdemar fue director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México durante la gestión del cardenal Norberto Rivera.
El anuncio se dio a conocer durante la fiesta patronal de la Virgen de la Asunción de la Arquidiócesis de México.
El canónigo penitenciario es un sacerdote que forma parte del cabildo de una catedral, nombrado por el obispo, y tiene, en virtud del oficio, la facultad ordinaria, no delegable, de absolver en el fuero sacramental de las censuras latae sententiae no declaradas, ni reservadas a la Santa Sede", como perdonar pecados de herejía y el atentado de un obispo.
El Sistema de Información de la Arquidiócesis de México, dio a conocer que "esa facultad la tiene el Penitenciario incluso respecto de quienes se encuentren en la diócesis sin pertenecer a ella, y respecto a los diocesanos aun fuera del territorio de la misma".
Para esta tarea, el obispo designa a "un sacerdote que destaque por su doctrina e integridad de vida".
El también arzobispo primado de México, nombró a Jesús Hurtado, en virtud de su experiencia pastoral y administrativa, como vicario episcopal de la Vicaría del Clero, misma que se dedicará a apoyar al presbiterio en cuestiones pastorales, espirituales y de desarrollo, y coordinará los seminarios para lograr una mayor integración respecto a la labor pastoral de la Arquidiócesis, especialmente para el buen desempeño de las Unidades Pastorales.