El presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), Juan José Ramos Charre, dijo que su prioridad es organizar los comicios de gobernador y no se distraerá en el tema de la reforma que busca desaparecer órganos como el Ietam y el Trieltam.
“Nuestra prioridad es atender de manera puntual las actividades establecidas en el calendario electoral y queremos que los actores políticos que participan en el proceso tengan esa tranquilidad; la propuesta de reforma no nos distrae de nuestra función, de nuestra responsabilidad”.
Juan José Ramos señaló es importante que los tamaulipecos sepan que su autoridad electoral cumplirá sus obligaciones y responsabilidades con eficiencia hasta la conclusión del proceso electoral.
“Estamos con la agenda propia del Consejo General del Ietam, ya habrá oportunidad de opinar, las pretensiones de centralizar la función electoral en un solo instituto no son nuevas, pero por el momento consejeras y consejeros coincidimos que el proceso en marcha demanda toda nuestra atención y no podemos en este momento crucial distraernos”.
Explicó que se está por ingresar a la segunda parte de las campañas y a una etapa intensa en la organización de los comicios, donde se habrá de iniciar una serie de actividades en los 22 consejos distritales con la preparación de la documentación electoral.
“Como ciudadano, creo que es interesante analizar la propuesta de reforma política electoral; si algo es común en la democracia mexicana al menos en los últimos 40 años, es que proceso tras proceso las fuerzas políticas se dan la oportunidad de reflexionar en cuanto al marco jurídico, de revisarlo y actualizarlo”.
- Te recomendamos Reforma electoral: ahorro de 605 mdp y despidos en Tamaulipas Política
Ramos Charre refirió que en la historia reciente de nuestro país han existido al menos cuatro grandes generaciones de reformas electorales.
“Una primera generación de reformas buscó la apertura al pluralismo político por allá de 1963, 1977 y 1986, dar cabida a la representación proporcional, es decir, que tuvieran asiento aquellos grupos que no son favorecidos por el voto”.
Hacia 1990, dijo, viene un segundo grupo de reformas electorales que buscaron sentar las bases para el desarrollo de la función electoral a través de instituciones autónomas e independientes y así surge ese año el Instituto Federal Electoral, y hacia 1994-1996 la justicia electoral a través del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Posteriormente, hacia el año 2007, 2008, los problemas típicos de cualquier proceso electoral detonan una tercera generación de reformas que buscaron la equidad en la competencia electoral; se crea un nuevo modelo de comunicación política centrado en el acceso equitativo de los partidos a los medios de comunicación”.
Agregó que hacia el año 2014 se presenta una cuarta y última generación de reformas, donde inicia el proceso de nacionalización de la función electoral.