Iglesia convoca a denunciar trata de personas

La Conferencia del Episcopado Mexicano aseguró que el delito de trata de personas ocupa el segundo en la lista de crímenes trasnacionales, sólo después del tráfico de drogas y armas.

Conferencia del Episcopado Mexicano llama a denunciar el delito de trata/Archivo.
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a denunciar la explotación sexual, la corrupción y la complicidad frente al incremento en el delito de trata de personas.

En un mensaje, la Iglesia católica manifestó que la trata de personas es un delito de lesa humanidad que ocupa el segundo lugar en la lista de crímenes transnacionales, sólo después del tráfico de drogas y armas.

“No podemos aceptar la explotación, no podemos acostumbrarnos al sufrimiento. ¡Denunciemos la explotación! Porque mientras la trata de personas permanezca oculta, los traficantes continuarán actuando impunemente. ¡Denunciemos la corrupción y la complicidad!”, según el mensaje firmado por el presidente Rogelio Cabrera López; José Guadalupe Torres, el responsable de Movilidad Humana y Alfonso Miranda G. Guardiola, secretario general de la CEM.

De acuerdo con estimaciones, la trata de personas será el primer lugar en delitos por las ganancias y los beneficios económicos que reporta.

La trata potencia las violaciones a los derechos humanos, de género, desempleo, pobreza y discriminación.

En un mensaje con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, la Conferencia del Episcopado dijo que la trata de personas se oculta de muchas formas: la prostitución, los trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud como la mendicidad, la servidumbre o la extracción de órganos.

Así como la utilización de menores de edad en actividades delictivas, adopción ilegal, el matrimonio forzoso o servil, entre otros.

“En 30 por ciento de los casos, las víctimas de la trata son niños y en 70 por ciento, mujeres y niñas. En casi todos los casos, la trata tiene como fin la explotación sexual femenina privándolas de su identidad y dignidad.


“Los tratantes son personas sin escrúpulos que pueden vivir muy cerca, conocidos o desconocidos, amigos y hasta familiares, siempre van a aprovechar la situación de vulnerabilidad de las aspiraciones económicas, emocionales, familiares o sociales de sus víctimas para lograr ‘engancharlas’, expresó la CEM.

OVM

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