Infomex fue un parteaguas para la transparencia en México, afirma Óscar Guerra

El actual comisionado del INAI, Oscar Guerra dijo que con el prestamos-donativo de un millón de dólares del Banco Mundial, se creó el Infomex.

Óscar Guerra Ford, actual comisionado del INAI | Twitter
Rafael Montes
Ciudad de México /

Luego de 15 años de funcionamiento, el sistema Infomex, el primero en México para formular solicitudes de información pública, cumplió su ciclo y dejó de funcionar desde el 10 de septiembre, por lo que, en entrevista con MILENIO, Oscar Guerra, comisionado del INAI aseguró que Infomex "fue un parteaguas para la transparencia en México".

Este lunes, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) anunció que hoy entró en operación el nuevo sistema de solicitudes de información y de protección de datos personales, denominado SISAI 2.0, con el cual se reemplazó al sistema Infomex.

Desarrollado en 2006, con auspicio del Banco Mundial, la implementación del Infomex marcó el inicio de una era en México, debido a que fue la primera herramienta eficaz para preguntar al gobierno, pero sobre todo para que éste respondiera en tiempo y forma, sin necesidad de pedir que el solicitante se identificara o explicara los motivos por los que hacía preguntas.

Además de ser una gran herramienta para periodistas y organizaciones ciudadanas, desde sus inicios, y hasta ahora, también ha servido para que entre políticos o funcionarios públicos se pidan información que personalmente no se darían.

Fue un parteaguas para la transparencia y el acceso a la información que hoy ha evolucionado en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), la cual es más que el Infomex, pero que no se explica sin éste.

Así lo asegura, en entrevista con MILENIO, Óscar Guerra Ford, actual comisionado del INAI, quien en 2006, era el presidente del instituto de transparencia del entonces Distrito Federal, InfoDF.

En ese entonces, dirigido por Guerra Ford, el InfoDF fue el primer instituto local en adoptar el sistema Infomex y hoy, desde el INAI, Guerra Ford coordina el lanzamiento del SISAI 2.0, que viene a reemplazar a aquel sistema que ayudó a detonar el uso masivo del derecho de acceso a la información.

Hasta el viernes, cuando el Infomex se cerró y fue reemplazado por el SISAI 2.0 de la PNT, 8 de cada 10 solicitudes de transparencia se recibían vía la PNT y sólo 2 por Infomex.

Solicitudes de información 

Guerra Ford platica que antes de que surgiera el sistema Infomex, las solicitudes de información se realizaban de dos maneras: presencialmente, en la que el solicitante tenía que identificarse plenamente para poder presentar su requerimiento, o mediante correos electrónicos, los cuales no siempre eran respondidos por las dependencias del gobierno.

“Esto no generaba mucha certidumbre, porque estaba a la buena voluntad de si contestaban o no los correos”, dice el comisionado.

Infomex de se detonó por el dinero del Banco Mundial 


“El Banco Mundial y muchas instituciones financieras siempre han hecho la observación, y más en esos tiempos, de que a México le faltaba, o le falta, un sistema de transparencia y de rendición de cuentas, que pueda inhibir un poco la discrecionalidad del gasto público o el desvío de recursos a fines distintos”, cuenta el comisionado.
“Es así que el Banco Mundial hace un préstamo-donativo de un millón de dólares, en aquel momento al IFAI (Instituto Federal de Acceso a la Información), vía la Secretaría de Hacienda, dado que el IFAI era un órgano centralizado del gobierno federal; con esa cantidad de dinero se crea el Infomex, tanto para su desarrollo como para su difusión”, añade.

Guerra Ford recuerda que una de las condiciones que estableció el Banco Mundial es que ese sistema que se desarrollara debía no sólo implementarse a nivel federal, sino que se debía promover su uso en todas las entidades federativas, las cuales, en su mayoría, ya contaban con una ley en la materia.

“Nosotros, en el Distrito Federal, fuimos la primera entidad en firmar este convenio y en implementar el Infomex, en 2006, lo cual vino a cambiar de forma muy importante el derecho, y sobre todo el uso de este derecho de los ciudadanos, al facilitarles que, a través de una dirección electrónica, se pudieran hacer solicitudes sin tenerse que desplazar físicamente a las oficinas y regresar por las respuestas”, asegura.

Algo que generó el Infomex en beneficio del uso del derecho de acceso a la información, fue el anonimato.

“Cuando uno hace una solicitud, si va a un lugar, se tiene que identificar y es identificable físicamente, pero cuando uno hace una solicitud electrónica, no lo están viendo y uno puede poner su nombre o no poner ese nombre y poner un seudónimo, la ley así lo permite; en aquel momento, todavía había muchas oficinas que exigían que el solicitante se identificara, cuando no era un principio que la ley tenía”, dice.

En el entonces Distrito Federal, explica Guerra Ford, que el Infomex permitió pasar de 25 mil solicitudes al año a 75 mil solicitudes al año.

Los problemas técnicos

El comisionado Guerra Ford asegura que, como todo gran sistema, Infomex lidió con problemas técnicos.

“Me acuerdo que en una plática con Alonso Lujambio (entonces comisionado presidente del IFAI, antecedente del INAI), un comisionado se quejaba amargamente de las fallas que tenía el Infomex y decía que era un monstruo, que estaba muy acotado, que tenía muchos candados y no sé qué”, recuerda.
“Lujambio, con la inteligencia que siempre le caracterizó, me pregunta ‘¿cuántas solicitudes tenías antes?’ Le dije ‘30 mil’. ¿Y cuántas tienes ahora?’, insistió. Le dije ’75 mil’. Y contestó ‘lo bueno es que no sirve, ¡imagínate si sirviera!’ Es lo mismo que yo digo de la plataforma… ¿cuántas solicitudes había antes? 400 mil solicitudes en el país y ahora ¡hay más de un millón de solicitudes! Imagínate si sirviera”, platica Guerra Ford.

Al inicio, la mayoría de los sistemas Infomex de los estados, los administraron los gobiernos estatales, a través de las Secretarías de Finanzas o de las Contralorías, y no los institutos de transparencia locales, a pesar de que lo que marca la ley es que debe ser el órgano garante porque “no puede ser que a quien le pregunten sea quien esté administrando el sistema”.

Esto fue así, explica el comisionado, porque los institutos de transparencia no tenían la infraestructura tecnológica que se requiere: “una buena conexión de internet, que muchos órganos garantes, por sus carencias económicas todavía no la tienen, y cuando me refiero a una buena conexión de internet, me refiero a lo que se le llama una conexión dedicada y con fibra óptica, es lo que se requiere, que esté dedicada a ese fin únicamente para que le dé fluidez”.

Otro problema, dice, es que cuando se empezaron a hacer Infomex para cada entidad, no estaban todos los sujetos obligados inscritos en el sistema, pues había algunas instituciones del poder Ejecutivo local, pero faltaban el Legislativo y el Judicial o las universidades, los cuales empezaron a tener sus propios Infomex

“Esto generaba una gran dispersión de sistemas Infomex en todo el país y para poder acceder a cada uno de ellos necesitabas una clave y un usuario distinto; por ejemplo, llegó al colmo de que Baja California tenía nueve sistemas electrónicos funcionando de forma simultánea: estaba el Infomex de Tijuana, estaba el Infomex de Mexicali y estaba el Infomex del gobierno del estado y otro sistema, que no era Infomex, en la Universidad”, platica.

Guerra Ford asegura que otro problema era que el programa fuente de Infomex no estaba en poder del IFAI, sino de una empresa que lo administraba.

“Creo que fue un error en su momento que el IFAI no fuera propietario, al final creo que, cuando el plazo se venció, se entregaron los programas fuente, que permitieron hacer mejoras… pero yo siempre defenderé y seré un defensor del Infomex porque dio un salto cualitativo en el derecho de acceso a la información; si hoy no tuviéramos sistemas electrónicos, el derecho de acceso a la información no estaría donde está, donde tú lo quieras poner; no tendríamos ni el 10 por ciento de lo que hoy tenemos en materia de solicitudes o información a la que podemos acceder”, dice.

La plataforma de México, para el mundo

Óscar Guerra Ford asegura que la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), que aloja al SISAI 2.0 -que es la evolución del sistema Infomex- y que aglutina a todos los sujetos obligados de todas las entidades federativas, además de otros tres sistemas, es una aportación de México para el mundo.

Explica que antes de que se lanzara la PNT en 2015, los sistemas Infomex tenían a 2 mil 300 sujetos obligados, hoy la PNT tiene más de 8 mil sujetos obligados.

“Con la reforma del 2014 a la Ley de Transparencia, en la que nos tocó participar, opinamos, en ejercicio de parlamento abierto que se hizo para crear las reformas y las leyes generales, que era necesario la creación de una plataforma nacional que permitiera que, en un solo lugar, en una sola dirección electrónica, se pudieran hacer solicitudes de información a todos los sujetos obligados del país”, recuerda.

En ella, el ciudadano o el particular sólo tendría que escoger la entidad federativa y el sujeto obligado al cual quería hacerle la solicitud de información.

“Pero la plataforma fue mucho más allá de eso, porque a la plataforma la componen cuatro subsistemas”, dice.

Uno, el SISAI, que permite hacer solicitudes de acceso y no solamente de acceso sino también de datos personales.

Dos, el subsistema de recursos de revisión, que jala toda la información de la solicitud a impugnar, le avisa al ciudadano cuándo y cómo interponer sus recursos, ni antes ni después del plazo que marca la ley. Ese no lo tenía el Infomex o muy pocos lo tenían, explica.

Otro, un sistema que permite la comunicación entre el órgano garante que va a resolver y el sujeto obligado al cual se le presentó la queja o el recurso de revisión para que todos los informes de ley, las respuestas complementarias y los alegatos se hagan por ese sistema que permite ahorrarse tiempo en desplazamientos y sobre todo, dejar claro en un archivo electrónico, todo el expediente y toda la documentación que son base para la resolución del recurso.

Ahí, se le da seguimiento al cumplimiento de esas resoluciones y genera estadísticas.

Y el otro, “el más duro o el más impresionante en su construcción y en su operación, es el SIPOT, que es el sistema en donde se publican todas las obligaciones de transparencia de los más de 8 mil sujetos obligados; ahí están todos los contratos, las remuneraciones, todos los programas sociales todos los trámites y servicios, la normatividad, por decir algunas cosas; esta base de datos, hoy cuenta con 5 mil millones de registros y ha de tener más de 8 millones de contratos”.

Eso es la plataforma, presume Guerra Ford, la cual servirá de ejemplo para herramientas similares en otras partes del mundo.

“Yo he estado en diversos países, estuve en Inglaterra, y les llamó mucho la atención”, asegura.
“Sé que Estados Unidos está trabajando en una cosa similar, ya tuvimos un acercamiento con ellos, tenían una cosa más bien local y solamente para hacer solicitudes y ahora están trabajando para hacerla nacional, ahí el problema es que tienen que convencer a cada uno de los estados, tú sabes que hay mucha autonomía en cada uno de los estados de la Unión Americana; les gustó mucho esta parte en que en un solo lugar puede encontrar toda la información de todas las dependencias, no importando si son federales, estatales, en este caso mexicano, municipales, allá, de los diversos condados”, afirma.

“Hemos estado asesorando ya para su implementación en El Salvador, en Ecuador y en Panamá para que hagan una cosa similar”, añade.

“Yo te diría, sin ser pretencioso, que es una aportación de México al mundo, en materia de transparencia y de acceso a la información”, sostiene.

El fuego amigo

El Infomex no sólo sirvió en un primer momento a periodistas para obtener información gubernamental, sino también a las organizaciones ciudadanas.

Pero si hay algo curioso en el uso del Infomex, fue cómo lo utilizaron los políticos.

“Funcionarios públicos también lo usan mucho. Le llamamos ‘fuego amigo’. Es decir, se preguntan entre ellos. Una vez un diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal me comentó que había hecho una solicitud de información a otra comisión a la cual él no pertenecía. Le dije ‘¿por qué no se la pides por oficio, están ahí enfrente?’ Y me dijo ‘no, porque si yo se las pido así, no hay ningún plazo ni nada que los obligue a contestar a mí, pero si yo la meto por solicitud, tengo un plazo para que me contesten y si no me contestan, me puedo quejar y ustedes (el InfoDF) pueden resolver y ordenarles que me la entreguen’”, platica.

Un autor intelectual

Para Óscar Guerra Ford no existe un solo autor de lo que fue el Infomex, pero sí afirma que si hay alguien que puede considerarse un pionero, al haber imaginado un sistema como el que fue el Infomex y que ahora evolucionó en el SISAI 2.0, es José Octavio López Presa, ex comisionado de aquel IFAI, encabezado por Alonso Lujambio.

“No te lo puedo asegurar al cien por ciento, pero yo tengo entendido que él fue el primero y he hablado con él y alguna vez me felicitó y me dijo ‘Óscar, es el sueño que yo tenía, que en una sola dirección electrónica de cualquier parte del mundo y a cualquier hora yo le puedo hacer una solicitud a un municipio en Yucatán, como puede hacerse al DIF de Baja California y podérsela hacer al Partido Verde con sede en Tamaulipas o al Congreso de la Ciudad de México y aparte que ahí se publique todo”, asegura Guerra Ford.


LG 

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