El presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), Luis Felipe Munguia, declaró que el incremento del 22 por ciento al salario mínimo no es una fijación política y arbitraria, pues se realiza con base en estudios técnicos.
Al participar en el conservatorio Nueva Política Salarial, implicaciones, retos y avances, organizado por la Conasami, el funcionario reconoció que se tendrá un impacto mínimo de 1.3 por ciento en el costo de las empresas y de 2.1 para la frontera norte, pero descartó que este tenga efectos negativos en el empleo.
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“No es un fijación política o arbitraria, en Conasami hacemos un estudio técnico para poder definir cuánto podemos subir, tenemos un cálculo, una trayectoria de cuanto debe ir subiendo cada año para que el incremento sea sostenido, pero también sea responsable y tampoco tenga impactos negativos en la economía”, dijo.
Explicó que en algunas economías el subir el salario mínimo puede tener efectos negativos en el empleo, pero detalló que en el caso de México es distinto porque “viene de muy abajo” y nuestro mercado laboral no es tan competitivo, es decir, los trabajadores no tienen tanta libertad de escoger donde trabajan, la disponibilidad es poca”, refirió.
“Hacemos un cálculo y vemos cuánto les va a costar (subir los salarios a las empresas) y es aquí donde tenemos holgura, sin que tenga impactos en inflación o en el empleo”, agregó.
Reiteró que el incremento beneficiará alrededor de 6.3 millones de trabajadores inscritos al IMSS, y adelantó que en enero de 2022 realizarán inspecciones para que se cumpla la medida en todas las empresas que tienen trabajadores con salario mínimo les sea respetado el beneficio.
LP