El Comité Técnico para la Implementación de la Reforma Electoral aprobó los lineamientos para avanzar en la compactación de la estructura del Instituto Nacional Electoral (INE) que incluirá despidos, ajustes salariales y unión de áreas que ordena el llamado Plan B, el cual vigilará el Órgano Interno de Control al que la reforma le da más poder.
En su segunda reunión, el comité, encabezado por la consejera Claudia Zavala, aprobó la metodología, políticas y criterios para el redimensionamiento y compactación de la estructura del instituto, con lo que buscarán “ajustar y racionalizar estructuras, maximizar los niveles de coordinación y comunicación, y evaluar y considerar la dispersión geográfica en que se ejercen funciones”.
Será la Dirección Electoral Administrativa (DEA) la que encabece esta labor, identificando las atribuciones de cada área y puesto, con una matriz de funciones, un dictamen de no duplicidad, equilibrio en tramos de control y la no existencia de saltos jerárquicos.
Crearán códigos de puesto, nivel tabular, denominación, objeto del puesto, funciones, relaciones internas y externas y aspectos relevantes del puesto.
La nueva estructura se dividirá en puestos de estructura orgánica básica, puesto de estructura orgánica no básica, puestos homólogos, puestos operativos y honorarios permanente.
El Órgano Interno de Control vigilará el proceso que incluirá los nuevos organigramas, la valuación de puestos y el costos anual que implicará la nueva estructura; sin embargo, avalaron que la validación del OIC no limitará las aprobaciones del Consejo General, el cual sigue siendo el máximo órgano de decisión en el INE por mandato constitucional.
“En caso de que el OIC no emita el formato de cumplimiento correspondiente, dentro del plazo señalado en el Plan de Trabajo y cronograma del Comité Técnico, aprobado por el Consejo General, esto no será impedimento para la aprobación de las estructuras orgánicas por parte del Comité Técnico y el Consejo General”, indica el proyecto del que MILENIO tiene una copia.
La consejera Dania Ravel pidió analizar cómo quedará aprobada la nueva estructura, para evitar que en los casos donde la reforma ordena más despidos, como las vocalías que pasan de cinco a una, no se genere una carga excesiva de trabajo la cual resulte imposible de asumir.
“Evitar la desproporción en cada puesto y las cargas excesivas de trabajo, para establecer un criterio en cargas de trabajo y no sólo en el tema de control. Ninguna directriz prevé el saturar a un solo puesto, como podría ocurrir con la vocalía o en materia de fiscalización o en casos donde se ponga una vocalía distrital donde actualmente hay dos”.
Sin embargo, las áreas técnicas explicaron que poner el término "cargas excesivas”, sería muy difícil explicarle al OIC “qué es excesivo” o que éste lo validara en sus observaciones, por lo que la distribución laboral se analizará de otra manera.
El Consejo General del INE prevé al menos tres sesiones en los próximos días, a poco más de una semana del cambio de la presidencia y la integración de consejerías.