Porriles, consejeros con nulo perfil que no trabajan, transmisores de intereses externos y la obsesión de algunos por adueñarse del INE, fueron solo algunas de las descalificaciones que se lanzaron los consejeros electorales en la sesión virtual del Consejo General.
Por primera vez, los consejeros ventilaron públicamente sus diferencias y pasaron del debate de un punto de acuerdo a las acusaciones personales y las descalificaciones del trabajo de los otros.
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La discusión comenzó cuando el consejero José Roberto Ruiz Saldaña criticó la propuesta de reforma al Estatuto del Servicio Profesional Electoral expuesto por el consejero Ciro Murayama al señalar que no debería avalarse ninguna reforma sin el consejo completo, pues aún hay cuatro vacantes.
Murayama lanzó el primer golpe al subrayar que el que falten cuatro consejeros no implica que el resto está de vacaciones y apuntó directamente que el proyecto comenzó a formularse cuando los 11 consejeros estaban completos y “el único que no contribuyó fue el consejero Ruiz Saldaña, mejor estuvieron miembros del servicio con mucha participación, entonces tenemos ahí ya no un bajo perfil sino un nulo perfil propositivo en este largo ejercicio de construcción colectiva”.
Ruiz Saldaña pidió la palabra y advirtió que una descalificación directa hacia su trabajo era agresivo y sentenció a Murayama que ahora “se aguantara”; lo acusó de siempre tener una “actitud porril” y de fungir como vocero del presidente consejero Lorenzo Córdova.
“Queda claro su postura consejero presidente, a través del consejero Murayama de quererse atrincherar en esa Junta General Ejecutiva para querer seguir reiterando que el INE son ustedes pero están equivocados, el INE es una institución del pueblo mexicano no de ustedes dos, entonces por favor, si quieren que haya gobernabilidad en esta institución, en este órgano colegiado, empiecen predicando con el ejemplo.
“Y reitero, en la primera ronda no califiqué el trabajo del consejero Murayama, él en segunda ronda califica el mío, no le voy a permitir en ninguna ocasión que continúe con ese discurso de su mentor político Marco Baños que reiteraba que el de la voz no trabaja, si trabajar es plegarme a los intereses de ustedes por supuesto que no trabajo, como no trabajaba para los intereses de otro consejero. Entonces, respeto si quieren respeto”, señaló el consejero Ruiz.
Por alusiones personales, el consejero presidente intervino y acusó a Ruiz Saldaña de “una cosa es el respeto y otra fingir que se respeta”, argumentando que siempre ha escuchado las posturas de todos los integrantes del Consejo General y al advertir que “no necesito intérpretes y cualquier reclamo que tenga directamente hacia mi persona le agradecería que lo haga personalmente”.
“¿Quiere ver lo que significa la falta de actitud de miras? Vea sus redes sociales y vea cómo finalmente la responsabilidad institucional no significa caer tan bajo, así que le agradezco mucho que en esta mesa, más allá de agresiones en lo personal porque de mi parte no ha recibido nunca agresiones en lo personal, se conduzca y nos conduzcamos todos a la altura de la alta responsabilidad que la Constitución nos plantea, de mi parte yo seguiré cumpliendo esta función con altura y con respeto como siempre lo he hecho, lo que hagan los demás miembros del colegiado es responsabilidad de cada quien”.
La discusión continuó en una siguiente ronda cuando el consejero Ruiz respondió a Córdova que “a seis años no vamos a engañar nadie, usted optó por no ponerse más allá entre las diferencias de distintos integrantes del colegiado sino a formar parte de un grupo, no me espanto, no hay problema, a todos les consta que no he dejado pasar ninguna pero quise mencionar también ese ejemplo redes sociales para evidenciar y dejar claro que no es nada más lo que usted dice de las redes sociales, pero nunca lo vamos a escuchar que así como se expresa de mis redes sociales lo haga de otros”.
El presidente consejero reviró que no existió un llamado de atención “pues usted puede hacer con sus redes sociales lo que quiera”, pero subrayó que existen siempre comentario en tonos de agresión.
Y advirtió: “yo tengo que coordinar los trabajos de esta institución y por lo tanto no voy a caer en el juego que usted está invitando, por supuesto que podría señalar que usted ha actuado siempre como correata de transmisión de intereses externos, pero no lo voy a decir precisamente porque con mi carácter de presidente del instituto me toca respetar la pluralidad de puntos de vista y disensos”.
El intercambio de acusaciones concluyó con la última participación del consejero Murayama quien dio la estocada final al señalarle al consejero Ruiz que no descalificó su trabajo, "es que no se puede descalificar lo inexistente, no hubo una sola aportación a este proyecto que es fruto de la riqueza de la aportación y del compromiso institucional de mucha gente, pero no de toda”.
El resto de los consejeros se limitaron a reconocer el esfuerzo realizado por el consejero Murayama y el resto del equipo que permitió después de varios meses esta reforma para el instituto.
VJCM