Américo Villarreal Anaya recibió un estado donde a pesar de que ya se transita con mayor seguridad en carreteras, no se logró recuperar en seis años la tranquilidad en todos los rincones del estado, tan es así que la desaparición de personas continúa.
Se le heredó un estado donde la mayor parte de la población desconfiaba de sus autoridades, pues, de entrada, no se acabó con la corrupción que marcó a los gobiernos priistas y el tricolor terminó siendo un aliado del PAN en la disputa por la sucesión estatal.
Según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (Encig) 2021, en Tamaulipas ocho de cada diez ciudadanos mayores de 18 años consideran que la inseguridad y la delincuencia es el problema más importante, seguido por la corrupción con el 54.6% y el desempleo con 35.9%.
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A su vez, 86% de la población estimó que los actos de corrupción son “frecuentes” o “muy frecuentes”; en ese contexto, 53.6% de los tamaulipecos desconfiaba de su gobierno estatal, 61.4% de la policía estatal y 49.6% del ministerio público.
Si bien es cierto, la entidad pasó de los primeros a los últimos lugares en algunos delitos, organismos no gubernamentales como Causa en Común señalaron sospechas de un subregistro en las estadísticas delictivas y el cuerpo de élite de la Policía Estatal, los Gopes, se vio involucrado en la matanza de migrantes en Camargo.
Villarreal Anaya recibe un estado con un déficit de 2 mil policías; le dejaron una red de Estaciones Tam que en su mayoría no tienen escrituras de propiedad y hay carreteras que siguen siendo muy peligrosas para transitarlas de noche.
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Su antecesor afirmó que mejorando la seguridad vendría más inversión privada y empleo, pero se está por debajo de la meta en este último rubro. Según “México, ¿cómo vamos?”, organismo no gubernamental, de una meta de 21 mil 400 nuevos empleos formales generados acumulados al segundo cuatrimestre de 2022, se tuvieron 20 mil 103, lo que puso al estado en semáforo amarillo y en el lugar trece del país.
El estado presenta un crecimiento económico calculado en un 2.4% pero su meta era del 4.5% anual. Esto lo ubica en el quinceavo sitio nacional. Ahora, casi dos de cada tres tamaulipecos registran algún grado de pobreza, según las estadísticas de Coneval, pues, inclusive, el 32% de la población no puede adquirir la canasta alimentaria con su salario, que se ha pulverizado frente a la inflación.
El último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) refleja que el avance en el combate de este problema social fue mínimo.
Los empresarios en Tamaulipas y las Mesas de Seguridad, han pedido al nuevo gobierno mantener las acciones e incluso mejorarlas para bien del estado.