Tula de Allende y Pachuca serán las primeras zonas en las que se contempla desarrollar plantas regionales para el tratamiento de residuos sólidos por la gran cantidad de desechos que generan.
Cada una tendrá un costo de aproximadamente 400 millones de pesos, aseguró la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo, Mónica Patricia Mixtega Trejo.
La propuesta del gobierno estatal en la materia es impulsar este tipo de espacios para el tratamiento de residuos, pues se determinó que era el proyecto más viable en la actualidad.
No obstante, reconoció que la inversión económica requerida para cada planta es considerable, por lo que se trabaja en el tema aún para resolver de manera integral la problemática por el manejo de los residuos sólidos.
La obligación de atender este tema es de los municipios y el gobierno estatal apoya con las opciones, dijo la funcionaria, quien agregó que hay muchas demarcaciones que son muy responsables con su manejo de desechos, aunque también hay otros que no le toman la debida importancia.
La Semarnath hizo un exhorto a los municipios para que en sus presupuestos destinarán fondos para una planta de separación de residuos y agregó que para este proyecto es necesario que varios municipios se pongan de acuerdo, pues insistió que las alcaldías son las que deben resolver el tema y no el estado.
Mixtega dijo que con los nuevos gobiernos municipales, que entrarán en funciones en septembre, discutirán este rubro, con la finalidad de conocer su disposición al respecto, pero también ver con qué recurso económico cuentan para ello.
No desechó la posibilidad de que para su implementación se recurra no solo a recursos públicos sino también a privados, toda vez que la proyección del gobierno estatal es impulsar varias plantas regionales.
Según estimaciones gubernamentales, Tula de Allende, que hasta hace cuatro años contaba con una población de 115 mil 107 personas, genera alrededor de 65 toneladas de basura al día.
Es el municipio más grande de la zona y en años recientes ha compartido con Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tlaxcoapan y Tlahuelilpan espacios para el manejo de los residuos, primero con un relleno sanitario intermunicipal, que fue clausurado al concluir su vida útil, y a últimas fechas, con un centro de transferencia, desde donde la empresa contratada traslada los residuos a su planta en el Estado de México, para el tratamiento final.
Aunque los alcaldes de la zona han manifestado que el costo por tonelada procesada a través de esta planta es muy alto, debido a que se traslada hasta otra entidad, por lo que llamaron al gobierno estatal a apoyar a la región con una planta aquí para aminorar costos.
Esto pues reconocieron que no contaban con los fondos para impulsar proyectos por su cuenta, aunque sí han ofrecido apoyo para buscar los espacios en los que se pueda desarrollar un proyecto e incluso también han propuesto que se construya en los terrenos de lo que sería la refinería Bicentenario.