El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por abrumadora mayoría que se realice una investigación externa al secretario general, Luis Almagro, sobre presuntas faltas éticas en las que habría incurrido al mantener una relación íntima con una de sus subordinadas.
La votación tuvo lugar a pedido de Antigua y Barbuda, y Uruguay. Treinta países miembros de la OEA, entre ellos Estados Unidos, México, votaron en favor de la pesquisa externa. Dos se abstuvieron —Belice y Haití— y uno estuvo ausente: Granada.
Inmediatamente después de la votación, el mismo Almagro, de 59 años, admitió públicamente la relación sentimental y ofreció su cooperación.
“Quiero en definitiva confirmar, reconfirmar y superconfirmarles que existía esa relación”, expresó sin identificar a la mujer. “Ella fue mi partner prácticamente por tres años, a nivel personal quizás los mejores de mi vida”.
Si bien la relación terminó “hace meses”, dijo, es algo de lo que nunca se arrepentirá.
La recomendación del inspector general de la OEA estuvo basada en un reporte de la agencia de noticias AP que descubrió que el uruguayo Almagro mantenía una relación con una empleada mexicana que fue descrita, incluso en el sitio web de la organización, como “asesora principal” del secretario general.
El código de ética de la OEA prohíbe a sus funcionarios supervisar o participar en decisiones que benefician a personas con las que mantienen una relación sentimental.