Las Islas Marías, además de ser un ex centro penitenciario que albergó a delincuentes comunes y políticos de oposición, se caracterizan por ser un paraíso natural debido a su flora y fauna endémica, lo que ha servido de inspiración para escritores y creadores de sketches.
El sueño de El Chompiras y El Pete Rete, interpretados por Roberto Gómez Bolaños y Ramón Valdés, respectivamente, se hizo realidad en los últimos días de 2022: ya se puede vacacionar en las Islas Marías. Esos personajes de televisión de los años setenta ideaban cómo ser detenidos y enviados a las islas con el fin de “tirarnos de panza sobre la arena”.
Mientras que, en Los Muros de Agua, José Revueltas definió a las Islas Marías como “alguna tierra de hombres vencidos, cuyas cabezas se inclinan sobre el tiempo, abarcando en los brazos, sin contener toda la condena”.
Tras 114 años, las Islas Marías pasaron de ser un centro penitenciario, testigo de trabajos forzados en una época y el hogar de narcotraficantes tras la construcción de un área de máxima seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, al escenario donde turistas podrán disfrutar de la puesta de Sol desde un faro, pues en 2023 cualquier persona podrá vacacionar en este sitio invirtiendo entre cinco y ocho mil pesos.
Lazos familiares y turismo, razones para visitar Islas Marías
Las personas que decidieron ser de los primeros en visitar las Islas Marías, partiendo de la Terminal de Cruceros, en Mazatlán, Sinaloa, eligieron este destino por dos principales razones: lazos familiares o turismo.
Esperanza Ibarra, hija de Darío Ibarra, uno de los primeros reos en fugarse de las Islas Marías, nació en 1967 en ese sitio y vivió ahí sus primeros siete años; cuarenta y ocho años después volvió a pisar ese lugar tras abrirse como centro turístico.
“Mi padre se llamaba Darío Ibarra Sánchez, fue enviado a las Islas Marías desde Chihuahua, Chihuahua, estuvo preso durante 13 años. Ahí fue mi madre a seguirlo,ahí nacimos mi hermana, que vive en California, Guillermina, y yo.
“Tengo muchos sentimientos encontrados, pero mucha felicidad. Estoy segura de que voy a derramar lágrimas al recordar muchos momentos hermosos dónde estaba mi familia unida”, recordó desde el ferry que, durante más de cuatro horas, surcó el mar para trasladarla al sitio que fue su hogar, el cual no lucía como el camarote donde viajó Rosario, uno de los personajes de Revueltas, cuando fue trasladada al penal, pues no tenía “un techo de acero, con grandes remaches”, sino WiFi, asientos amplios, pantallas para ver películas mientras los pasajeros reciben box luch durante el viaje.
Esperanza Ibarra relató que su padre, quien cuenta con dos corridos sobre su vida, construyó a escondidas un bote y con él se fugaron otros internos, convirtiéndose en el primero en fugarse de Islas Marías.
“Cuando se escapó de las Islas Marías estuvo corriendo de la ley seis meses y creo que por ahí en Chihuahua lo entregaron los mismos familiares a la ley y lo volvieron a llevar a las Islas y ahí cumplió el resto del tiempo, hasta que cumplió 13 años”, recordó.
Las Islas Marías también fueron el escenario perfecto para que un químico y una trabajadora social se enamoraran y lleven casados más de treinta años. Es el caso de Neli López y Sergio López, quienes de 1989 a 1991 trabajaron en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) instalada en aquellos años en las Islas Marías.
“En el hospital tienen un ventanal que daba hacia unas escaleras y yo estaba trabajando en la mañana y ella había llegado en el barco temprano, pero yo no sabía que ella trabaja ahí.
“Entonces (ella) se paró en mi ventanal donde estaba trabajando y me saludaba, ella sabía que estaba ahí, pero yo no sabía de ella”, recordó el químico desde un costero, un camión de la Secretaría de Marina utilizado para trasladar a los turistas dentro de las Islas Marías.
Sergio López realizaba análisis clínicos, mientras que su esposa fungía como un lazo entre los pacientes y la autoridad para atender las necesidades de ellos.
“Y me saludaba, ‘¿Y por qué me saluda?’ Ahí fue donde nos conocimos”, rememoró el químico; “yo ya sabía de su existencia y sí, ya sabía que era un hombre soltero”, añadió entre risas la trabajadora social.
Neli López coincide en que fue amor a primera vista, pues duraron menos de un mes de novios para casarse y llevar 33 años juntos, con tres hijos.
Para Sergio López “es mucha suerte” encontrarse con la persona adecuada, “porque tantos hay que duran años, se casan y se separan: nosotros duramos días (de novios), pero encontramos uno al otro, creo que sí era amor a primera vista”.
Guillermo Rentería, otro turista que visitó las Islas Marías, consideró que “es una buena oportunidad para venir a conocer una isla y tener una oportunidad diferente a lo que estamos acostumbrados a vacacionar normalmente”.
Islas Marías, sin música ni alcohol
Y Guillermo tiene razón, ir a Islas Marías de vacaciones no se asemeja a lo que se puede hacer en otros destinos turísticos como Acapulco o Cancún, que, aunque comparten la característica del mar, en las Islas no hay bebidas alcohólicas ni la música de moda se escucha en las calles.
Aunque hay WiFi en varias partes de las Islas, la señal no es tan amplia.
En Islas Marías existe la oportunidad de desconectarse y disfrutar de los paisajes y amaneceres que ofrece el lugar, los cuales son únicos, así como de la playa Chapingo, la cual tiene un oleaje suave y sin la saturación de personas, que es común en otros lugares durante los periodos vacacionales.
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Otra ventaja de este destino son los grupos reducidos de visitantes que acuden, lo cual incluso permite hacer amistades con los demás turistas.
Marina, a cargo de las Islas Marías
Los servicios otorgados a los turistas en Islas Marías son ofrecidos por personal de la Secretaría de Marina, quienes han dejado su uniforme habitual para actuar y hablar con total naturalidad con las personas.
Las cabos Nadia, Karina, Francisca y Francis explican a los visitantes de las Islas Marías la historia de lo que fue el ex centro penitenciario y ahora centro turístico; además los acompañan durante su estancia que, a partir del 19 de enero de 2023, será de tres días.
Para la cabo Nadia, cada punto de la isla tiene su experiencia; “cómo podemos disfrutar lo que es un amanecer, hasta un atardecer”. “Cada paisaje es inigualable, único y, sobre todo, inolvidable”, añadió la cabo Karina; “la flora y fauna de Islas Marías es maravillosa y bonita”, agregó la cabo Francis.
Su nueva misión como Protectores de la Biósfera, en el caso de la cabo Nadia, no lo ve como un reto sino una experiencia más, “tanto personal como para nuestra carrera. Somos Protectores de la Biósfera y estamos para servir a México”, enfatizó.
La cabo Francisca reconoce que fue un cambio radical ser Protectora de la Biósfera; sin embargo, “estamos orgullosos de hacer nuestro trabajo y nos es orgullo compartir con la gente la historia para que ellos se vayan con un gran conocimiento”.
Para ser Protectores de la Biósfera, tomaron cursos para aprender de la flora, historia y cultura, los cuáles, aproximadamente duraron ocho meses.
“No todos tenemos el mismo tiempo, yo tengo seis meses y me han tocado varios cursos sobre cómo hablar con las personas y el trato hacia ellos”, explica una de las cabos.
La imagen de los integrantes de la Secretaría de Marina ha mejorado a los ojos de algunas personas que tenían un concepto diferente, como es el caso de la señora María Magdalena Bautista, de las primeras visitantes a las Islas Marías.
“Conocí el otro lado de la moneda de la Marina, para formar esa imagen que ahora tienen, son personas carismáticas, hermosas, humanas, que saben dar cariño y amor al visitante y que está presto para ayudar”, explicó Bautista, originaria de Álamo, Veracruz.
María Magdalena Bautista reconoce que tenía otra visión sobre la Marina: “lo que dicen los textos, lo que a veces decimos por temor, por miedo o lo que nos hacen creer que son personas que te van a agredir, van a estar para hacerte daño: ‘párate porque ahí vienen los de la Marina’”, ejemplifica.
“Ver a estos jóvenes participando para que uno se sienta bien, para que disfrute de esos momentos es totalmente el otro lado de la moneda”, agregó.
Los atractivos de Islas Marías
Las habitaciones para los visitantes, que en el pasado fueron el hogar de los internos, tienen lo necesario para descansar: camas o literas, una mesa, sillas, refrigerador, fregadero, cafetera, toallas y aire acondicionado.
La comida tipo buffet que brindan es variada, y va desde el café, pan, leche, agua de frutas, pescado, chilaquiles, alambre, entre otros platillos. Además, cuenta con una fuente de sodas, la cual ofrece refrescos o postres, pero con una vista impresionante al Pacífico: un lugar ideal para una cita romántica.
No sólo es naturaleza, flora y fauna, también hay historia, la cual se puede conocer en un museo que está en la Isla, además apreciar los murales que narran la línea del tiempo de ese lugar, que también fue escenario de una película protagonizada por Pedro Infante.
Para los amantes del senderismo, subir el cerro, donde está ubicado un cristo construido por los internos, puede ser un lugar para explorar, con la oportunidad de observar animales que habitan ahí como conejos, chivos y pericos, entre otros.
Otros atractivos son la salinera, calera y camaronera, los cuales eran “temidos por los antiguos internos del penal, donde las horas parecían años y cualquiera que le tocara trabajar en estos lugares, era seguro que saldrían con lesiones graves en la piel”, explicó la página oficial de Islas Marías.
También, se puede conocer el área de máxima seguridad, la cual parece set de película estadunidense, por el estilo de las celdas y áreas, en la cual advierten a los visitantes no mover las rejas, pues al desactivarse los mecanismos eléctricos existe el riesgo de quedarse encerrados.
Las celdas son reducidas, en algunas hay bases metálicas de literas oxidadas por la falta de mantenimiento; el gris oscuro que caracteriza a esa zona dista con los colores que la naturaleza ofrece en el atardecer, el cual se puede vislumbrar en el mirador Punta Halcones.
Asimismo, existe un área en la cual el sol logra entrar al área de máxima seguridad: unos espacios cuadrados, divididos por rejas, con unos tubos para que los internos hicieran ejercicio, pero desde ahí no se puede apreciar el exterior.
Las Islas Marías es más que una ex cárcel o un centro turístico: es una Área Natural Protegida, pero también la historia de niños que nacieron ahí y ahora vuelven; así como un lugar para hallar el amor.
También fue el centro de inspiración de Revueltas para afirmar en su libro que: “El Pacífico es el único mar que tiene una voz universal y vieja. Basta detenerse en sus orillas, con la respiración en suspenso, para oír las más profundas palabras: palabras del África, como golpes de címbalo; antiguas palabras del Indostán (...). ¡Tal es este mar lleno de cosas despiertas, de luces y de sombras!”.
Y ahora, cada visitante o integrante de la Secretaría de Marina que trabaje ahí podrá darle otro significado a Los Muros de Agua, que por años fue hogar de presos políticos, asesinos, narcotraficantes y seguramente, inocentes.
LP