En cualquier sociedad que se diga democrática es necesario la existencia de pluralidad de opiniones, posturas políticas, muchas de ellas pueden chocar en su totalidad o compartir algunas características; dos de las más conocidas, y muy debatidas, son la izquierda y la derecha.
Es importante partir del origen de izquierda y derecha. La historia asegura que nacieron con la Revolución Francesa. Luis Eduardo González Ferrer y Rosario Queirolo Velasco recuerdan en su ensayo Izquierda y derecha: formas de definirlas, el caso latinoamericano y sus implicaciones, cómo surgió el término:
“Los amigos políticos tendían a sentarse juntos en los Estados Generales: a la izquierda estaban los opositores del antiguo régimen, y a la derecha sus defensores; ésas fueron las primeras izquierdas y derechas identificadas con esas palabras. En Europa, el uso de estos términos se volvió más común después de la restauración de la monarquía francesa, en 1815”.
Hay que aclarar algo, las definiciones cambian a lo largo del tiempo y no necesariamente significan lo mismo en todos los países, incluso, si en México algo es considerado de ‘izquierda’, en otros países puede ser visto como de ‘derecha’, o viceversa, por eso no hay una definición concreta y no es generalizada.
“Muchas de las posiciones políticas que ahora consideramos de derecha fueron de izquierda en otro momento. El ejemplo clásico para Europa, al que han recurrido muchos autores, incluido Marx, fue el liberalismo y la lucha de la burguesía contra el absolutismo y los obstáculos del antiguo régimen que impedían su desenvolvimiento. La burguesía fue, en un momento dado, una clase revolucionaria. Luego fue conservadora. El liberalismo, como ideología de un sector de la naciente burguesía europea, fue también considerado progresista, de izquierda”, expone el investigador de la UNAM Octavio Rodríguez Araujo en su ensayo Derechas.
¿Qué es la izquierda?
Depende a quien se pregunte; politólogos, filósofos, historiadores y la ciudadanía tiene su propia definición, pero si hay que elegir una, el investigador italiano Giovanni Sartori, tiene un concepto plasmado en su libro “La democracia en 30 lecciones”.
“La ‘izquierda’ es (era o debería ser) la política que apela a la ética y que rechaza la injusticia. En sus intenciones de fondo y en su autenticidad, la izquierda es altruismo”.
En entrevista con Leo Zuckemann para Foro TV, Rafael Correa, ex presidente de Ecuador, tiene una definición sobre qué es ser de izquierda: “buscar la justicia en todas la dimensiones, no solo la justicia social, la justicia de género, la justicia étnica (...)”.
¿Qué es la derecha?
Octavio Rodríguez Araujo añade en su mismo ensayo que "ha sido asociado a la conservación del statu quo. Es un calificativo reservado comúnmente a los conservadores, a los defensores del orden establecido".
La investigadora de El Colegio de México, Soledad Loeaza, explica en un artículo de Nexos que en el contexto de la Revolución Francesa: “la derecha defendía los derechos de la monarquía y el orden jerárquico y corporativizado del Antiguo Régimen”.
Si recordamos la premisa de que ningún concepto se mantiene, Rodríguez Araujo podría añadir que: “Antes de los años 60 del siglo pasado, y por mucho tiempo, la derecha estuvo identificada, más en el discurso que en la realidad, con la defensa de la pluralidad y con un cierto eclecticismo; ahora es al revés, es la izquierda la que defiende la pluralidad y se opone al pensamiento único, y más todavía a la imposición de un pensamiento único y a una visión unilateral del mundo”.
Parafraseando a Rodríguez Araujo, en lo general se tiene relacionada a la izquierda con ser progresista y a la derecha con el conservadurismo. La historia nos ha enseñado que ningún pensamiento o postura política es perfecta, pero es importante tenerla porque de ello se nutre el debate y por ende, la democracia.
JLMR