PRD aprendió la lección; cambiamos o desaparecemos, afirma Jesús Ortega

El ex dirigente nacional del sol azteca reconoce que las tribus dañaron al partido y en su nueva etapa desaparecerán; apostarán por ser un instituto político de izquierda socialdemócrata y feminista.

Jesús Ortega fue dirigente nacional del PRD de 2008 a 2011. | Foto: Nelly Salas /Diseño: Margarita Salmorán
Ciudad de México /

Los militantes y simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encuentran en un proceso de transformación y cambio al interior, el cual es profundo y radical, pues “o cambiamos o desaparecemos”, advirtió Jesús Ortega, ex dirigente nacional del PRD.

“Los afiliados y militantes estamos intensamente involucrados en un proceso de transformación y de cambio que está siendo muy profundo, un cambio radical para el PRD, lo estamos llevando a cabo porque francamente no quedó alternativa. Para nosotros el dilema es: o cambiábamos o desaparecemos del escenario nacional; o cambiamos o nos debilitamos al extremo de la marginalidad”, indicó Ortega en entrevista para MILENIO.

El 5 de diciembre, el PRD dio a conocer cambios en sus documentos básicos y de su programa de acción para convertirse en socialdemócrata y así alejarse “de la izquierda radical”, informó en ese momento Jesús Zambrano, dirigente nacional del partido.

“Desde su fundación, el PRD estuvo vinculado a dos visiones: uno era el nacionalismo revolucionario, el cual representaban muchos militantes del PRI que se salieron y dieron pasos en el proceso de formación del PRD, como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, varios dirigentes del PRI, ellos traían una visión respetable, pero en vías de convertirse en anacrónica del nacionalismo revolucionario.
La otra vertiente era el marxismo porque una gran fuente que formó parte del proceso y desarrollo del PRD fue el Partido Mexicano Socialista, que a su vez, fue resultado de fusión de varias corrientes de la izquierda marxista, por ejemplo, el Partido Patriótico Revolucionario, el Partido Socialista Unificado de México, entre otros, pero el marxismo y el nacionalismo revolucionario, que le dieron cuerpo teórico al PRD, pues en la segunda década del siglo XXI están siendo planteamientos anacrónicos, desfasados por la realidad, o cuando menos, ya no corresponden visiones de una izquierda que se pretende democrática”.

De acuerdo con Jesús Ortega la socialdemocracia no se ha aplicado en América Latina, ha tenido algunos “brochazos” con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, en Brasil, pero es un modelo nuevo.

En su nueva etapa, quien fue dirigente del PRD de 2008 a 2011 indicó que el PRD busca dejar atrás el sol azteca dirigido por Cuauhtémoc Cárdenas o López Obrador; harán alianzas con quienes tengan coincidencias. Para reducir la violencia, consideran importante la legalización de drogas blandas y tratar el asunto como un tema de salud pública.

—¿Qué significa para el PRD ser socialdemócrata? —

—Significa que el PRD lucha por la igualdad social, por la justicia social, pero esta lucha no implica renunciar a la democracia como sucedía con los partidos marxistas de principio del siglo XX, por el contrario, la socialdemocracia concibió el poder político como la lucha social, pero también con la vigencia plena de las libertades civiles.

La socialdemocracia era antítesis de lo que sucedía en China: se planteaban la distribución de la riqueza (…), pero había una dictadura (…). Lo mismo puedo plantear que sucedía en países de América Latina, se planteaban cambios para combatir la desigualdad, pero no entendían esos cambios en la vía de la democracia. Eso sucedía en México, el PRI planteaba una Constitución digamos que avanzada en lo social, pero vivimos un régimen de partido de Estado durante 80 años.

La socialdemocracia lo que pretende es continuar en la lucha por la distribución más justa de la riqueza nacional por la posibilidad de que se garantice una vida digna para todas y todos los mexicanos. La vida digna es necesariamente en el uso de la libertad y la vigencia de la democracia. 


Foto: Javier García 

—Hace unos días el PRI tuvo su asamblea y dijeron que igual iban hacia la ruta de la socialdemocracia, ¿cree que ese partido tomó esa decisión por lo que usted plantea de que es un modelo nuevo?

—Creo que ellos también se han dado cuenta que están en ese dilema que yo decía: o cambian o también están en riesgo de desaparecer y, por lo tanto, ellos también están dando pasos hacia ese proceso de renovarse.

¿Cuál vía están dejando? La del antiguo nacionalismo y la del antiguo presidencialismo autoritario, cuando menos eso lo han mencionado, están dejando atrás el viejo régimen de partido de Estado, o intentan en sus documentos, yo creo que es una buena decisión por parte de ellos.

El acceder a una propuesta de la socialdemocracia no quiere decir que alguien tiene el monopolio de ello, pues es una teoría política (…) es una forma de ver la vida y entender la gobernabilidad, también algunos de Movimiento Ciudadano se asumen socialdemócratas o panistas como Gustavo Madero, quien dice que es socialdemócrata.

Por eso creo que haber escogido esa vía, no hace meses, hace años, pero no lo habíamos podido materializar porque no lo permitan los principales dirigentes del PRD que estaban más enganchados con el presidencialismo autoritario y lo podemos ver con López Obrador, él fue presidente del PRD, replicaba las viejas practicas del viejo régimen de partido de Estado, el presidencialismo autoritario. ¿Qué está haciendo ahora? Reproduciendo esas practicas que tienen como identidad principal a un gobierno autoritario que cancela libertades, obstruye la vía democrática y se ha agotado en su propósito de garantizar igualdad y bienestar social.

El PRD hace contraste con la vieja izquierda estalinista de una izquierda dogmática, también enfrenta una visión de un nacionalismo ortodoxo que está dejando de ser útil en muchas partes del mundo y se encamina por vía democrática y ejercicio de las libertades en una economía de mercado de bienestar y seguridad social para la gran mayoría de las mexicanas y mexicanos.

—Parafraseándolo, quieren dejar atrás el PRD, de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD de López Obrador, el de Rosario Robles—

-Sí, y no es que estemos renegando de quienes fueron dirigentes en una etapa del PRD, simplemente decimos que llegó el tiempo de adecuarnos a las nuevas realidades del mundo y de México. Reconociendo el aporte que hicieron muchos dirigentes a este proceso de crecimiento y de desarrollo del PRD ahora entendemos que continuaremos creciendo y en este proceso de cambio si somos radicales en el objetivo.

 Foto: Octavio Hoyos 

—¿Qué pasó en el PRD, de ser la bandera para muchas personas de izquierda a la situación que hoy viven? Hay quienes dicen que fue la creación de Morena, otros que las propias tribus del PRD. ¿Qué falló?

—No es que hayan fallado cosas, sino que el proceso es multifactorial, no es solamente una causa de lo que hoy sucede en el partido, sino que son muchas causas. Uno, ya lo mencionábamos, la necesidad de cambiar una plataforma programática, la necesidad de cambiar nuestros principios y de adecuarlos a la nueva realidad del mundo.

Punto dos, también creo que resultó importante que entendemos la necesidad de cambiar la estructura de organización del PRD para dejar los viejos esquemas de la militancia bolchevique o de la priista para ser hoy una visión de militancia ciudadana, queremos hacer un modelo de organización donde más cuente sea ciudadanía, es decir, mujeres y hombres libres que no son cooptados con programas asistenciales, que no son atraídos con promesas esperanzadoras sino que son mujeres y hombres que toman la decisión de luchar en el marco de la democracia, de las leyes y Constitución por transformar el país en beneficio, no solo de los militantes sino de la sociedad en su conjunto.

También desaparecemos las corrientes como se entendían antes, como las entendimos mucho tiempo en el PRD, ahora, lo dicen la declaración de principios, hay libertades en el PRD, pero éstas se tienen que sujetar a los objetivos principales de nuestra organización y con ello hacemos un proceso de autocrítica de lo que fue el PRD durante varias décadas y que tenemos que superar esas estructuras internas, esas estructuras de organización, que como bien dices, resultaron totalmente inoperantes y nos hacían daños en lugar de contribuir en el proceso de desarrollo teórico y político.

Un cuarto elemento, a mi me parece muy importante, es que el PRD tiene que contrastar con el actual gobierno y frente a un ultra izquierdismo de algunos militantes de Morena, frente a un archinacionalismo, frente una visión cuasi golpista, el PRD tiene que reproducir ante la ciudadanía la idea de que solamente en el marco de la Constitución y vías democráticas se puede transformar al país, por lo tanto, el respeto a la ley para nosotros ahora es fundamental y con ello hacemos contraste frente a López Obrador.


Foto: Archivo 

— Por lo que entiendo, en esta etapa el PRD no estará peleado con la iniciativa privada ni con el mercado.

— Exactamente, había un líder de la socialdemocracia, Felipe González, quien decía “cuando hablamos de empleo, tenemos que hablar de empleadores” que son privados, por lo tanto, no tenemos estigma en contra de los propietarios privados de fabricas o de empresas en las cuales se producen alimentos, maquinaria o implementos de todo tipo porque así se generan empleos.

No combatimos a los empresarios, alentamos su existencia, por eso nos parece tan equivocado que sólo el Estado quiera aparecer como el empresario, sólo el gobierno quiera aparecer como propietario y como el actual gobierno se pretenda marginar, reducir la influencia y a veces hasta desaparecer al sector privado.

Nosotros pensamos que debemos alentar las grandes empresas exportadoras, no estamos tampoco enfrentadas con ellas, pero necesitamos desarrollar un enérgico mercado interno que fundamentalmente se genera por la creación constante y creciente de la micro, pequeña y mediana empresa, no solamente no estamos peleados con el mercado, lo queremos vigoroso, sólido, fuerte, que tenga una importancia definitiva en el crecimiento del país, pero que también tenga una importancia definitoria en un régimen de justicia e igualdad social, por el Estado no debe ser propietario sino rector de la economía.

—¿Cómo va a actuar el PRD en temas de género y violencia de género?

El PRD en este congreso del 5 y 6 de diciembre se declaró programáticamente un partido feminista, es decir, no va haber una duda de que nuestro partido como una opción socialdemócrata lucha por la igualdad social, pero también por la igualdad sustantiva, que en México no haya diferencia en el acceso a derecho entre hombres y mujeres.

Somos feministas, luchamos por la igualdad, pero también luchamos en contra de cualquier tipo de violencia, pero particularmente que se dirige en contra de las mujeres, también estamos en contra de la discriminación por razones de género porque en México hay discriminación por las causas de origen étnico y por género, queremos terminar con eso.


Foto: Archivo 

—Parece que en la historia reciente del país nos han ofrecido dos estrategias contra la delincuencia: la guerra contra el narcotráfico, de Felipe Calderón, y la de abrazos, no balazos, de López Obrador. ¿Qué opción tiene el PRD en mente? ¿Qué ruta proponen para apaciguar la violencia?—

—Ni la estrategia punitiva, que fue la que hicieron gobiernos como el de Calderón, de perseguir con el Ejército, prácticamente haciendo una guerra, a delincuentes que desarrollan su actividad en los narcóticos, pero también se perseguía a los jóvenes que no son más que usuarios de algunos productos como la mariguana y ¿Cuántas personas no están en la cárcel sólo por producir mariguana? ¿Cuántas personas han muerto por esta absurda confrontación? Pero también, ¿Cuántas personas han vivido una gran tragedia por la estrategia de López Obrador? Que dejó de ser punitiva, pero para darles impunidad a los capos del narcotráfico y a la delincuencia organizada en general.

Esa estrategia de abrazos, no balazos, no implica, como debiera ser, por ejemplo, la legalización para el consumo de drogas blandas como la mariguana, no es eso, por más que la ahora presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, presentó una iniciativa, existe el veto de López Obradora encontrar vías como las de la legalización que se han practicado con mucho éxito en muchos países.

Nosotros pensamos que no sirve sólo la estrategia punitiva, pero menos sirve la estrategia de darles manga ancha al crimen organizado, como está haciendo el actual gobierno de López Obrador.

Un control del Estado de la producción de estupefacientes, de la producción de drogas blandas para hacer del tema de las drogas un problema de salud pública, no un asunto de perseguir, y también hacerlo un tema de voluntad ciudadana, de no tratar a los mexicanos como menores de edad sino entender a los ciudadanos con capacidad de razonar y entender. Esa debería ser, a nuestro juicio, para abatir los grandes índices de violencia en México y para abatir el crimen terrible que pone de luto a buena parte de la población.


Foto: Archivo 

—Usted mencionó la palabra autocrítica y me gustaría plantearle, ¿ustedes como PRD, como un dirigente del PRD aprendieron la lección de sus errores del pasado?

—Sí, desde luego, no hay organización política, social u organismo del Estado que no cometa errores en su proceso, yo diría que no hay individuo que no cometa errores durante su proceso de desarrollo y crecimiento, más los partidos políticos insertos en una enrome complejidad social y política, por lo tanto, cometemos errores, la clave está en reconocer esos errores y hacer un diagnóstico correcto de la realidad que se vive.

Nosotros hemos hecho el diagnostico correcto, hemos concluido que no teníamos alternativa más que hacer un cambio profundo, no teníamos más tiempo para llevarlo a cabo, teníamos que hacerlo de inmediato o se perdía la oportunidad.

Al hacer el diagnóstico localizamos nuestras fallas en la organización, nuestras deficiencias en el trabajo político; localizamos como un grave problema cuando las corrientes en lugar de ser espacio para la reflexión en grupos de presión, prácticamente todas.

Hay que aprender que el PRD también cayó en prácticas clientelares, hubo gobiernos del PRD que repitieron esta nociva practica del viejo régimen, hay que reconocer esas fallas, también de los dirigentes, pero no perder de vista que necesitamos cambiar.

— Usted como ex dirigente nacional del PRD qué diría, a manera de autocrítica, ¿Qué recomendaría a otros dirigentes ‘no cometas, yo lo hice’ o ‘yo lo omití y pues la regué’? ¿Qué autocrítica de esos momentos que le tocó vivir en la dirigencia podría rescatar?

—Yo diría que una cosa muy importante es que adentro en el PRD, en nuestra convivencia como simpatizantes y afiliados, debe prevalecer una vida democrática, que no siempre ha existido en el PRD, hay que reconocerlo, donde todos los afiliados puedan ejercer sus derechos constitucionales, pero también los derechos estatutarios sin obstáculo de ninguna naturaleza.

Una segunda cosa que me interesa mencionar es que nunca debemos hacer prácticas corporativas, es decir, tener afiliados ofreciéndoles canonjías, premios o despensas; hubo tiempos en que eso pasó en el PRD, pero hay que terminar radicalmente con ello.

Que los gobiernos municipales, estatales, eventualmente la posibilidad de uno socialdemócrata, se respete la condición ciudadana y se respete la responsabilidad que tiene cada uno de los mexicanos para actuar en la vida política del país, no tratar a sectores especialmente ubicados en condición de pobreza como cachorritos sino permitir que ejerzan plenamente su condición de ciudadanos.

Un tercer elemento es que necesitamos buscar acuerdos con otras fuerzas políticas que coinciden con nosotros en lo fundamental, es como encontrarnos de pronto en un cruce de caminos entre varios partidos y decidir que podemos tener diferencias, pero tenerlas no nos convierte en enemigos en los que hay que eliminar de la vida política nacional. Podemos tener diferencias con otras fuerzas políticas, pero podemos lograr acuerdos en algunos asuntos importantes y podemos convivir civilizadamente. 

JLMR

  • José Luis Medina
  • jose.medina@milenio.com
  • Editor web de política. Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en FES Aragón y estudiante de Derecho y Criminología en el IRC.

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