El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Ángel Mancera, presentó una iniciativa de ley para reducir la jornada diaria máxima de trabajo diurna a seis horas y la nocturna a cinco horas. Esto, con el propósito de que los trabajadores puedan estar más tiempo con sus familias y evitar defunciones por accidentes cerebrovasculares y cardiopatías isquémicas.
La iniciativa del coordinador del PRD en el Senado establece la jornada diaria máxima de trabajo diurna a seis horas y la nocturna a cinco horas.
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La reforma al Apartado B, fracciones I y II del artículo 123 de la Constitución, prevé que las jornadas que excedan estas horas serán extraordinarias y se pagarán con un 100 por ciento más de la remuneración fijada en el servicio ordinario.
También, establece que por cada cinco días de trabajo los empleados disfrutarán de dos días descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro.
En la exposición de motivos, el ex jefe de Gobierno refirió que en diversos países de América Latina se encuentra previsto el máximo de horas semanales laborales, tales son los casos de Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Panamá Uruguay y México, donde el rango es de 48 horas.
Mientras que en Chile, Brasil, Cuba, República Dominicana, El Salvador, Honduras y Ecuador el rango va de las 40 a las 45 horas.
Entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los países donde se trabaja más horas a la semana se encuentra México, junto con Colombia, Turquía, Costa Rica, Sudáfrica y Chile.
En contraste, los países donde las personas trabajan menos horas semanales son Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suiza, Alemania y Australia.
Señaló que la iniciativa pretende reducir la actual jornada y el tiempo de semana laboral, para permitir a las personas trabajadoras del Estado puedan estar más tiempo con sus familias.
Miguel Ángel Mancera hizo referencia a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalan que en 2021 “las jornadas laborales prolongadas provocaron 745 mil defunciones por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica”, una cifra 29 por ciento superior a la reportada en el 2000.
Datos de la OMS y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicaron que, en 2016, 398 mil personas fallecieron a causa de un accidente cerebrovascular y 347 mil por cardiopatía isquémica, como consecuencia de haber trabajado 55 horas a la semana o más.
Entre 2000 y 2016, el número de defunciones por cardiopatía isquémica debidas a las jornadas laborales prolongadas aumentó en un 42 por ciento, mientras que el incremento en el caso de las muertes por accidente cerebrovascular fue del 19 por ciento.
Trabajar 55 horas o más a la semana aumenta en un 35 por ciento el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular y en un 17 por ciento el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana.