En su visita a Altamira, el obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, opinó referente al caso de Mario Olivo Acuña, quien murió a manos de sus plagiarios.
Dijo, “vemos una descomposición en la sociedad, jóvenes que de pronto pierden el rumbo, por las necesidades, por la situación que viven; hemos estado insistiendo que la solución siempre será la familia, que tiene que tener lo necesario para educarlos para acompañarlos de cerca.
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Lamentó los hechos contra el universitario, por lo que, insistió en que la familia es el camino para seguir trabajando y apuntalar todas estas situaciones que le duelen a la sociedad y pidió no condenar a los jóvenes ya que el día de mañana podrá ser el primo, hermano o el hijo, aseguró que de alguna forma todos estamos expuestos a una situación así.
Destacó que "la iglesia y la sociedad pasan por momentos difíciles, pero la iglesia es una parte importante como lo es, la escuela y por supuesto la familia".
ELGH