Por primera vez en la historia de México, este martes se presentaron en el Senado de la República iniciativas de reformas de ley impulsadas por niñas, niños, adolescentes que buscan incorporar sus opiniones en la toma de decisión en el ámbito civil y educativo.
La primera corresponde a un proyecto de decreto a la Ley General de Educación para que todas las escuelas del país tengan consejos estudiantiles integrados por al menos dos representantes de cada grado escolar, a fin de que sus opiniones sean tomadas en cuenta en las decisiones en torno a la educación.
Camilla Ollín Pérez, estudiante y fundadora del colectivo #EvaluaciónJusta, señaló que los Consejos que se desarrollan en las escuelas a fin de mes están integrados por autoridades y docentes que no informan a la comunidad estudiantil, ni les consideran en las decisiones, por lo que califican esta narrativa como adultocéntrica y discriminante hacia niñas y niños.
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La segunda iniciativa reforma el artículo 34 de la Constitución Política para otorgar ciudadanía a las niñas, niños y adolescentes desde el momento de su nacimiento y no hasta cumplir la mayoría de edad.
“No queremos votar, estamos pidiendo la ciudadanía, no queremos ser personas adultas, ni que nos traten como personas adultas, somos personas menores de edad, niñas, adolescentes y jóvenes y requerimos la protección integral… pero también queremos la participación y que nuestra voz sea tomada en cuenta”, refirió Camilla Ollín Pérez.
Ambas propuestas fueron apoyadas por las senadoras Adriana Jurado y Nancy de la Sierra, coordinadora del Grupo Plural, así como por la organización Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.
El coordinador de este organismo, Juan Martín Pérez García, recordó que México presentará su informe periódico el próximo año y dichas reformas representarían un hecho revolucionario para la agenda de derechos de niñas, niños y adolescentes tal como lo fue el Artículo 1 Constitucional en 2011.
Por su parte, Dante Molina, integrante del colectivo Infancias y Juventudes Unidas por el Cambio (IJUC), refirió que siempre ha existido en las y los jóvenes la incertidumbre por cómo incidir en las escuelas, no sólo un tema técnico, sino también de comunidad ya que se ven limitados por las personas adultas, por ello, la reforma educativa tiene como eje fundamental que niñas y niños tengan el papel rector dentro de las escuelas.
“Construir una comunidad que tenga como centro la educación y los procesos educativos de los que son parte, estamos aquí para hacer un cambio, para transformar de raíz las problemáticas que enfrentamos en un entorno tan cotidiano como la escuela”.
EHR