La jueza Angélica Sánchez dijo que, desde junio pasado, cuando la detuvieron personas no identificadas a bordo de autos no oficiales, ella y su familia viven en un “estado de paranoia” por temor a que haya más represalias en contra de ellos.
En entrevista para el noticiario radiofónico de Azucena Uresti se recordó que la jueza Angélica Sánchez fue acusada de liberar irregularmente a Itiel Palacios García, mejor conocido como “Compa Playa”, sospechoso de narcotráfico y homicidio por autoridades del estado de Veracruz.
- Sin “ser defensora del señor”, la letrada aseguró que el caso estaba mal formulado
- Añadió que ella actuó respetando todos los procesos que le demandaba la situación
La jueza añadió para MILENIO:
“Ya (estoy) un poco más tranquila tras estos tiempos difíciles […] sabiendo que era víctima de una persecución política con actuaciones ilegales contra mí […] Llegué a pensar que no sería liberada por bastantes obstáculos en mis procesos penales. No me daban acceso a carpetas de investigación”.
Irregularidades en el proceso
En el espacio informativo, la jueza Angélica Sánchez subrayó que las autoridades de Veracruz le acusaron de delitos contra las instituciones de seguridad pública y contra la salud por portación sencilla de drogas: “quién sabe cuáles serían las drogas”.
Con respecto a su estancia en prisión, la entrevistada comentó:
“Muchas personas se me acercaron. Me trataron muy bien y con respeto. No puedo decir nada malo de los compañeros ni del personal penitenciario. (Algunos presos le consultaron sus casos) y, en el desconocimiento de la ley, han tenido malas defensas. No hay tiempo para atender cada asunto, van haciendo lo que pueden”.
Además de vivir en “estado de paranoia”, la ahora liberada recapituló que fue detenida por personas “sin uniforme, sin vehículos oficiales y con abuso de la fuerza”. En aquel momento iba acompañada de su hija, hermana y cuñado, por lo que también teme por la integridad de su familia.
“Nos dejaron en un estado de paranoia. No salgo sola (a la calle). El daño emocional no es solo mío, sino de mis hijos y de la familia completa. Me dejaron sin trabajo. Temo que emprendan una acción ilegal en mi contra. Es terrible salir a la calle y sentirte vigilado. Es muy horrible esta situación”.
Denunció que su auto, bolso, celular y otras pertenencias se quedaron en el reclusorio y nunca le dieron acceso a los mismos. Dijo que no dejará de vivir en Veracruz porque “es mi casa, la tierra que me vio nacer […] Salir del estado sería huir, y no voy a huir porque no tengo nada de qué huir”.
EDD