La detención sin precedentes de 164 civiles armados en Uruapan exigió un despliegue de seguridad tampoco nunca antes visto en un juzgado de Michoacán. Ayer, las instalaciones del Poder Judicial en Morelia fueron un búnker.
Cientos de elementos de la Policía Militar, Guardia Nacional y del agrupamiento antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública estatal fueron desplegados en la entrada principal de los juzgados, donde es la audiencia de los integrantes de Pueblos Unidos, grupo de supuestos autodefensas en la Meseta Purépecha.
Como parte de este operativo, un helicóptero militar sobrevoló varios minutos el inmueble, donde un juez determinará si hay elementos suficientes para iniciar un proceso o deja en libertad a quienes las autoridades acusan de pertenecer al crimen.
Al igual que en las instalaciones de la Fiscalía General de la República en la capital del estado, decenas de familiares de los detenidos se apostaron desde el mediodía de este martes en las inmediaciones de los juzgados.
Con lonas y pancartas con mensajes de exigencia de libertad y justicia, los familiares insisten en la inocencia de los integrantes de Pueblos Unidos, quienes, aseguran, son “pequeños productores de aguacate”.
“Gracias a ellos se acabaron las extorsiones porque el gobierno no hace nada”, aseveró María, familiar de uno de los detenidos.
“Ellos de perdida andaban haciendo algo, no que el gobierno no sirve para nada”, dijo Fernanda.
Los parientes de los detenidos, en su mayoría originarios del municipio de Ario de Rosales, rechazaron las acusaciones del gobernador Alfredo Ramírez, quien aseguró que Pueblos Unidos pertenecen al crimen organizado.
“Son puras mentiras, la mera verdad ya estamos cansados de todo esto, ya estamos muy cansados”, exclamó Emanuel, quien tiene un hijo detenido.
“Nuestro lema es: ‘No más muertos y abajo la injusticia’, y aquí se está cometiendo una injusticia con nuestros compañeros. Lo que nosotros queremos es que los suelten, porque son inocentes”, agregó Ismael, cuyo sobrino fue detenido también.
Las familias se dijeron molestos, pues sostuvieron que “los agarraron en el cerro cuando estaban buscando delincuentes”.
“Estamos tratando de que no haya problemas aquí, hasta ahorita no se ha hecho nada como en otros lados, donde queman carros y demás, hemos tratado de estar lo mejor que hemos podido, tratando de que no haya violencia, pero vemos que no nos hacen caso, ojalá que no se suelte nada, que no haya ningún problema”, advirtió José, cuyo hijo es parte de los detenidos.
Los autodefensas fueron trasladados en camionetas, resguardados por un vehículo blindado de la Guardia y del Ejército. Ya arriba de las camionetas, algunos rieron y saludaron; otros se taparon el rostro; unos, incluso, portaban uniformes tipo militar.