En 2019 el PRI aprobó el registro de Lorena Piñón Rivera como candidata a la dirigencia nacional; misma que le fue arrebatada por su propia militancia días después. ¿La razón? Un supuesto ‘coqueteo’ con el Partido Acción Nacional (PAN), aunque para la oriunda de Veracruz el verdadero motivo habría salido de sus oponentes.
“Estar aquí representa un gran triunfo, porque por ser jóvenes quisieron descarrilarnos de esta contienda”, declaró en el primer debate por la presidencia del tricolor, a cuya tribuna llegó junto a Ivonne Ortega y Alejandro Moreno. Esto, a unas semanas de defender ante el TEPJF sus “militancia ininterrumpida” que meses atrás habían puesto en duda.
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Inculcada por su abuela, a lo largo de su infancia Lorena asistió a los mítines que el Revolucionario Institucional organizaba en su natal San Rafael, Veracruz. Su amor por el partido fue tal que no dudó en afiliarse al mismo apenas cumplió la mayoría de edad; y años después, en 2019, a pelear por la dirigencia nacional.
Cabe recordar que aquel año fue inédito para el PRI: luego de la derrota electoral del 2018— que le costó la Presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión—, la militancia convocó por primera vez en su historia a un debate entre las y los aspirantes a la dirigencia a la que recién había dimitido René Juárez Cisneros.
Así, y en medio del rechazo de algunos cuadros por participar en el proceso interno, el 25 de junio la Comisión Nacional de Procesos Internos (CNPI) avaló el registro de sólo tres de las siete fórmulas presentadas para Presidencia y Secretaría General; entre ellas la de Lorena Piñón y Daniel Santos Flores, respectivamente.
“Cuando el PRI estaba en los mejores tiempos, en la mejor época, ahí sí votaban, opinaban y pedían. (...) Ahora cuando el partido más nos necesita no quieren votar, no quieren asistir ni participar”, criticó la veracruzana tras recibir su constancia de registro, la cual, en un acto seguido, le fue revocada.
¿Por qué Lorena Piñón perdió la candidatura?
La aspiración de la priísta por encabezar su partido se truncó tan pronto el PRI, por instrucción de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria (CNJP), canceló la fórmula a sólo tres días de ser avalada, es decir, del 28 de junio del 2019.
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Aquella comisión respaldó la petición de dos procedimientos interpuestos por militantes, la cual no sólo solicitó la pérdida de la candidatura, sino también la expulsión de Lorena Piñón del PRI. Esto, según los argumentos, a modo de sanción por supuestamente representar al “partido ideológicamente antagónico” del tricolor, el PAN, en el proceso electoral 2015-2016 para el Congreso de Veracruz.
El fallo se sustentó en la fracción segunda del artículo 65 de los estatutos del partido, la cual señala como causa de pérdida de la militancia a quien “acepte ser postulado como candidato por otro partido”. En ese sentido, aclaró que, si bien no se consolidó la postulación, la veracruzana incluso habría participado en los actos de campaña.
“Aunque ante la CNJP alegó que finalmente no fue postulada, Piñón Rivera no negó la denuncia de que aceptó ser postulada como candidata de dicho partido”, enfatizó el comunicado.
Pero Lorena no se quedó de brazos cruzados y, al día siguiente, informó que llevaría hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la impugnación a la resolución de la Comisión que derivó en la anulación de su candidatura y la expulsión del partido. Todo ello, acusó la veracruzana, supuestamente orquestado por su adversaria Ivonne Ortega.
El reloj seguía corriendo. Llegó julio, cada día faltaba menos para el primer debate por la presidencia del PRI y el caso aún no tenía resolución alguna. Sin embargo, la política jarocha continuaba insistente:
“Señores del #CartelDeLosDinosaurios, ya dejen de mentir, por nuestro partido y por la democracia: ¡Ya basta!”, escribió el 2 de julio en un post de X (antes Twitter).
Al final la última palabra corrió por parte del Tribunal Electoral, cuando el 10 de julio (siete días antes del debate) revocó la decisión de la CNPI por la que expulsó a Lorena Piñón Rivera del PRI, al señalar de “extemporáneas” las denuncias presentadas en su contra.
Dicha sentencia se tomó basado en los propios estatutos del partido. Específicamente el artículo 151 del Código de Justicia Partidaria, el cual prohíbe imponer sanciones 365 días naturales después de ocurrida o notificada la respectiva falta. Una regla que aplicó en el caso de Piñón ya que el supuesto ‘coqueteo’ con el blanquiazul se remontó al 2016, tres años antes de interpuesta la denuncia en su contra.
“Por ello se determinó revocar la sentencia del PRI, con lo que Lorena Piñón recupera su militancia, en tanto que Daniel Santos podrá aspirar en la fórmula”, detalló el documento.
ASG