La fundación de Monterrey es un misterio de 425 años

Historiadores de la capital de NL aseguran que es necesario hacer más estudios sobre la fecha y lugar donde se fundó la ciudad, pues esto ha influido en sus poco más de 4 siglos de existencia

La fuente de Neptuno, el reloj del Barrio Antiguo, la Catedral, la calle Morelos... todos son parte de la historia. DISEÑO: JULIÁN VITTERY
Rosario Cerda
Monterrey /

Aunque Monterrey cumplirá este 20 de septiembre 425 años, su origen sigue siendo enigmático, pues historiadores de la localidad admiten que todavía es necesario hacer más investigación, ya que no se han dejado en claro las condiciones en las que se dio la fundación de La Sultana del Norte.

Si bien es cierto que tradicionalmente se reconoce a Diego de Montemayor y a 12 familias como los responsables de la fundación definitiva de Monterrey, algunos personajes han quedado en el olvido, reconoce la historiadora Juana Margarita Domínguez, jefa del Archivo Histórico de la capital del estado.

"Siempre que pensamos en la fundación de Monterrey y en otros temas de historia pensamos que ya todo está dicho, que no hay nada que investigar, que ya es un hecho relevante e investigado por todos y no es así.
"Como diría Marc Blosh: 'La historia es una ciencia en construcción', y todavía hay muchas cosas de la fundación de Monterrey que no sabemos, comenzando por cuál es el lugar exacto de la fundación", consideró.

En entrevista para MILENIO, la investigadora explicó que todavía no se tiene certeza del lugar que ocuparon los fundadores de la ciudad, pues se ha mencionado que se pudieron instalar en la zona donde hoy se ubica la escultura de Diego de Montemayor, en la parte baja del Congreso local; en el área del Obelisco, sobre la calle Juan Ignacio Ramón; en los ojos de agua de Santa Lucía, donde se ubica ahora la explanada del Museo de Historia Mexicana, e incluso en donde hoy está la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en las calles 5 de Mayo y Zaragoza.

"En el acta de fundación se habla de que se instalaron junto a un monte grande, que se supone que es el Cerro de la Silla, donde hay nogales, aguacatales y un ojo de agua grande, pero había varios con estas características", agrega Domínguez.

Aunque oficialmente la historia reconoce a Diego de Montemayor como el fundador de la ciudad, en 1596, quien legalmente contaba con los permisos para fundar el Nuevo Reino de León y ciudades era Luis Carvajal y de la Cueva, quien en 1582 fundó la Villa de San Luis, hoy Monterrey.

Además, hasta hace pocos años se descubrió que la fundación de Carvajal y de la Cueva se dio por dos razones: la primera fue para dar seguridad a los caminos entre Mazapil, Zacatecas y el río Pánuco, en Veracruz; y la segunda es que había nopaleras con grana cochinilla, ampliamente usada en la industria textil.

"La fundación que festejamos es la realizada por Diego de Montemayor, en 1596, como se maneja en el acta de fundación, del 20 de septiembre, pero ésta fue ratificada hasta 1599, porque Diego de Montemayor no contaba ni con la personalidad jurídica ni militar para fundar una ciudad", señala la historiadora.

Diego de Montemayor le dio el nombre de Ciudad Metropolitana de Monterrey, aunque no contaba con la infraestructura para darle este título e incluso se podría mencionar que fue hasta 1624, con Martín de Zavala, que se lograron mejores condiciones en la infraestructura y el trazado, pero le da el nombre de Villa de Cerralvo

También en el marco del 425 aniversario de la ciudad, el cronista Leopoldo Espinosa Benavides comenta que desde que se realizó la tercera y definitiva fundación, el sistema de salud fue importante para la localidad.

“En el Archivo Histórico de Monterrey existen documentos que datan del año 1600, donde se advierte la existencia de un hospital, aunque no se pueda ubicar exactamente su localización y es posible que se tratara de un hospital del tipo lazareto (sitio donde trataban enfermedades infecciosas contagiosas)”, detalló el cronista.

 

La tradición judío sefardí

Sobre los orígenes étnicos de los fundadores, la historiadora Juana Margarita Domínguez argumenta que había judíos que estaban disfrazados de católicos, pues en España eran perseguidos y huyeron a las colonias.

"Se dice que los primeros pobladores eran de origen cripto-judío, que son los judíos que eran perseguidos, pues España los expulsó y por eso muchos de ellos se fueron a las colonias.
"Por eso a partir de 2015 hubo un boom de muchos regiomontanos para adquirir la nacionalidad española o portuguesa, pues por documentación histórica se ha evidenciado que muchos son descendientes de estos primeros pobladores, que a su vez eran parte de los expulsados de España y Portugal", explicó.

La especialista agregó que algunas de las tradiciones regiomontanas son muy parecidas a las que venían de los judíos, entre ellas los cortes de carne, las tortillas de harina y cuando las familias tenían un limón o una parra en la casa.

"Muchos regiomontanos han obtenido la ciudadanía española porque han comprobado que descienden de estos primeros pobladores, que eran judíos sefarditas”, finalizó.

En 2015, el gobierno de España promulgó la Ley de Reparación Sefardí, con la cual se buscaba reparar una “deuda histórica” con los herederos de esa comunidad y que fueron expulsados de la Península Ibérica durante la Reconquista de los Reyes Católicos, a finales del siglo XV.

El 2 de febrero de 2020, MILENIO dio a conocer que hasta octubre de 2019, cuando España cerró el registro para iniciar los procesos de nacionalidad a herederos sefardíes, 20 mil nuevoleoneses se inscribieron al programa.

La fundadora del Centro Carvajal Sefarad, Katia Schkolnik, expuso en esa ocasión que más allá de la búsqueda de otra nacionalidad, la ley promulgada por el gobierno español se trataba de una reparación histórica.

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