Los plantones y bloqueos permanentes como parte de cualquier protesta contraen sacrificios. Y si bien los priistas que se encuentran afuera de la sede nacional de su partido no han sufrido hambre gracias a sus patrocinadores, sí les ha llovido sobre mojado.
Desde las 06:00 horas hasta esta tarde, se han presentado al menos cinco precipitaciones pluviales en la zona, que han obligado a los priistas a resguardarse en carpas muy bien montadas, pero insuficientes a los inconformes con la presidencia de Alejandro Moreno.
Sentados en medio del grupo, sin sana distancia y algunos sin cubrebocas, se encuentran sus líderes: Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez.
El frío ha mellado y las chamarras, bufandas, plásticos y paraguas se observan en los priistas que protagonizaron ayer un enfrentamiento con palos y piedras contra los simpatizantes de Moreno.
El hambre no ha sido problema: por la mañana se acabaron los tamales de todos los vendedores de tres cuadras alrededor para que ninguno quedara con el estómago vacío. Todo pagado por sus dirigentes.
Ya por la tarde el menú mejoró y, cual fiesta, fue contratado un servicio de banquetes para ofrecer en una de las carpas tacos de guisados.
"Hambrientos no estamos, pero sí mojados", dijo uno.
No obstante, Gutiérrez aseguró en diversas entrevistas que seguirán con el bloqueo hasta que renuncie Alito.
JLMR