Desde que el presidente Felipe Calderón iniciara la llamada guerra contra el narcotráfico el 11 de diciembre de 2006, apenas 10 días después de haber asumido el Poder Ejecutivo federal, la presencia de las fuerzas armadas en las calles, realizando tareas de vigilancia, ha sido ampliamente debatido, al programa Cambios.
En 2008 y 2009 fueron entrevistados al respecto en el programa tanto el primer actor Ignacio López Tarso, como Lucía Dammert, doctora en Sociología por la Universidad de Leiden, en Países Bajos. Aquí algunas de sus apreciaciones.
El Ejército ha demostrado disciplina: Ignacio López Tarso
¿Qué opina sobre militarizar el país para combatir a los cárteles de las drogas y el crimen organizado?
Al Ejército se le respeta. Y éstos es al único que pueden respetar. A la Policía se la pasan por el arco del triunfo y a la ley en general, a los jueces que son absolutamente débiles en muchos sentidos y en muchas ocasiones absolutamente corruptos, a ésos, los delincuentes les hacen lo que se les pega la gana.
¿Qué riesgos ve en que se desacredite al Ejército y a la Marina?
Al Ejército, cuidado. Porque el Ejército ya ha demostrado que tiene disciplina, que tiene organizaciones y es el único, pero en cuanto a vigilancia del país, ¿qué hacen vigilando las fronteras? Si no son los delincuentes. ¿Qué peligro hay en la frontera norte o en la frontera sur?, ¿quién nos va a invadir para que el Ejército cumpla con su deber de cuidar la integridad de la Nación?.
La integridad de la Nación la están violando los delincuentes, no los extranjeros; ¿que van a venir a invadirnos, a atacarnos? No va a suceder eso. En lugar de estar diciendo a veces en el Congreso, los diputados y senadores: “No, que el Ejército no cumple”, ¡está cumpliendo con su deber!, ¿cómo no va a estar cumpliendo con su deber cuidándonos de los delincuentes que están dentro del país? Eso es también una misión importantísima del Ejército.
Qué bueno que le den libertad absoluta, que lo armen bien, que le den apoyo legal , para que pueda pescar a toda esta gente y que los metan a la cárcel.
Enero / 2009
La cuestión es cómo regresarán militares a los cuarteles: Lucía Dammert
H.B.: El gobierno de México ha decidido pedirle todo su apoyo al Ejército en su lucha contra el crimen organizado. ¿Qué riesgos representa esto para una de las pocas instituciones mexicanas que todavía tiene el respeto y la credibilidad de la población?
La experiencia internacional lo que dice es que la Policía está formada para ser Policía y el Ejército para ser Ejército, y no debe haber vinculaciones porque las formaciones son muy distintas.
A un policía lo forman para combatir el delito y a un militar para terminar con el enemigo, y en ese terminar con el enemigo lleva el riesgo de incurrir en violación de derechos. Va por el lado de dividir las aguas. Creo que el tema principal es cómo le van a hacer para regresar a los militares a sus cuarteles, porque no pueden quedarse de por vida en un estado de emergencia. Además viene el peligro del desprestigio para la institución del Ejército.
H.B.: Este es un riesgo permanente al que se está enfrentando el Ejército desde que el presidente Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga y el crimen organizado.
Lo que pasa es que cuando llega el Ejército, ya estableces el bando de los buenos, que es el del Ejército, y el bando de los malos, que es el del crimen organizado, y en medio queda un montón de gente inocente que son los ciudadanos. Creo que hay que fortalecer las Policías estatales y locales con procesos de mediano y largo plazo, pero que permitan también que después el Ejército se retire. Para que regresen los militares a los cuarteles, es un imperativo que se dignifique a los policías estatales y locales.