Carlos Puig – La cara dura de Zebadúa
Después de leer el documento con el cual Emilio Lozoya pidió su criterio de oportunidad a la Fiscalía General de la República, mediante acusaciones a todo mundo que tenía en la agenda de su iPhone, pensé que sería difícil superarlo. Me equivoqué. Al menos Lozoya tuvo el buen gusto –es un decir—de aceptar que en algún momento él se había embolsado millón y medio de dólares y que había participado de todas las trampas y corruptelas. Ahora tenemos a una víctima que no hizo nada de nada. Ni se embolsó nada. Animal Político dio a conocer la petición de criterio de oportunidad de Emilio Zebadúa. Cuenta a detalle los mecanismos de la Estafa maestra y luego detalla acuerdos para liberar terrenos alrededor del nuevo aeropuerto de la ciudad de México hoy cancelado. Lo cuenta como si hubiera sido un espectador. Sigo pensando que el criterio de oportunidad… no es, no debe ser, un refugio para el cinismo y la impunidad.
Héctor Aguilar Camín – La liberación de Cienfuegos
La liberación del general Cienfuegos por la justicia estadounidense es un triunfo del presidente López Obrador y de su canciller Ebrard. Tiene el perfil de una victoria diplomática pura y dura del gobierno de México sobre quienes habían logrado en aquel país acusar y detener a Cienfuegos: la DEA y la corte del distrito este de Nueva York, famosa por su independencia, pero sujeta, como vemos, a intereses políticos mayores, como la seguridad nacional y la política exterior. Se dice rápido, pero algo debió jugar muy bien México en esto para conseguir tan contundente resultado… Se dice que fue la advertencia de que, sin confianza entre los gobiernos, no habría cooperación de México, al menos no del ejército, en materia de seguridad. El hecho es que el presidente mexicano y su canciller salen muy fortalecidos de este trance, con el ejército a su lado.
Joaquín López-Dóriga – Fue López Obrador
El inimaginable vuelco que dio el caso del general Salvador Cienfuegos, al que la fiscalía de Estados Unidos retiró todos los cargos en su contra y puso en libertad, se debe a una decisión directa y personal del presidente López Obrador que tomó el hecho como una afrenta a las Fuerzas Armadas. Que el gobierno de Estados Unidos ocultara al de México la existencia de esa investigación, no la compartiera y se la guardara para detener al militar en su territorio, lo asumió como una expresión de desconfianza y violación a los acuerdos de cooperación que obliga a los dos países a compartir información. Así lo dijo el martes por la noche Marcelo Ebrard, clave en esta negociación, como lo ratificó ayer por la mañana el mismo López Obrador. _Aquí está en juego el prestigio de una institución fundamental para el Estado Mexicano que es la Secretaría de la Defensa Nacional.
Román Revueltas — Este… ¿Cómo estuvo la cosa?
¿Entienden ustedes algo de todo esto, amables lectores? Digo, las investigaciones que llevaron a configurar la acusación por la que fue aprehendido en Los Ángeles las habían iniciado a escondidas los sabuesos de la DEA y los agentes del departamento de Justicia de Estados Unidos. Nadie, en Estados Unidos (mexicanos), supo absolutamente nada hasta que el antiguo secretario de la Defensa Nacional terminó apareciendo como un delincuente, para gran regocijo de los prosélitos de la 4T. En un primer momento, el propio jefe del Ejecutivo de esta nación se sumó al coro de eufóricas condenas y hasta amenazó con emprender una cacería de militares: todos aquellos que hubieren tenido alguna relación con Cienfuegos serían purgados. Luego, cambiaron los papeles Al final, la justicia se trastocó en diplomacia, o sea, que las formas comenzaron a predominar sobre el fondo… se alaban universalmente las diligencias de un Marcelo Ebrard. Sigamos, atónitos, presenciando el espectáculo.
Ricardo Raphael – Cienfuegos y el riesgo del "carpetazo"
El regreso al país del general Salvador Cienfuegos exhibió el tamaño de la desconfianza que existe entre los gobiernos de Estados Unidos y México. Esta fractura trasciende la relación entre los presidentes. El divorcio es estructural y ha sido alimentado por una historia tan fallida como reiterada en la cooperación contra el crimen transnacional. El gobierno mexicano reclamó al vecino por no haber informado de la investigación que hizo la DEA a propósito de las actividades del general y, peor aún, por desconocer las acusaciones que llevaron a su detención. Tuvo la cancillería mexicana que amenazar con cerrar la puerta a la DEA para que los términos de la conversación se modificaran… Ahora la responsabilidad de hallar la confianza extraviada recae, prácticamente por entero, en el fiscal mexicano, Alejandro Gertz Manero. Si la FGR desestima, sin investigar el expediente formulado contra Cienfuegos, el escenario para el futuro de la política criminal bilateral sería desastroso.
A. Gutiérrez Canet – Sin confianza no hay cooperación
La decisión estadounidense de retirar los cargos de narcotráfico contra el general Salvador Cienfuegos se debió a la defensa de la dignidad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador obtuvo un triunfo diplomático al lograr que el general mexicano sea puesto en libertad para realizar una investigación en nuestro país. La principal consideración fue la instrucción del presidente López Obrador de comunicar a Estados Unidos que no puede haber una relación bilateral sin confianza ni respeto. La investigación y el arresto del general Cienfuegos el 15 de octubre en Los Ángeles ocurrieron sin aviso oficial al gobierno mexicano, lo que mostró una actitud de simulación y rompimiento de confianza. En el fondo subyace la desconfianza entre ambas partes... El reto para ambos países es encontrar vías para reconstruir la confianza mutua con el fin de combatir a los grupos criminales transnacionales. Esto es más importante que nunca ante la transición política en Estados Unidos.
Carlos Tello – El baile de los 41
El baile de los 41 llega a los cines este jueves 19 de noviembre, dice un anuncio, “para mostrar uno de los acontecimientos que ha marcado a la comunidad LGBT de nuestro país”. Es algo más que uno de los acontecimientos: es el más antiguo. “¿Qué se conoce de la vida homosexual en México antes del escándalo social y policiaco del baile de los 41?”, pregunta Carlos Monsiváis (“Los 41 y la gran redada”, Letras Libres, abril de 2002). Prácticamente nada. En ese sentido, el baile, junto con el escándalo que provocó, es un parteaguas en la historia de la homosexualidad en México. Todo sucedió una madrugada del 17 de noviembre de 1901, en la calle de la Paz de la colonia Tabacalera. “El baile de los cuarenta y uno”, dice un periódico de la época…
Jorge Zepeda Patterson – Rescatando al soldado Cienfuegos: ¿Qué hay detrás?
En un inesperado e histórico giro, la fiscalía de Estados Unidos decidió retirar los cargos por narcotráfico y lavado de dinero fincados en contra del General Cienfuegos, ex secretario de Defensa, y regresarlo a México con un argumento insólito presentado por el fiscal de ese país al juez: el interés de procesar al militar fue superado por el "interés más amplio" de mantener la cooperación entre las fuerzas del orden de ambas naciones. En otras palabras, los intereses políticos superan al interés por hacer justicia. Un éxito para el gobierno mexicano aparentemente, aunque entraña delicadas preguntas hacia atrás y hacia adelante... De entrada, el regreso de Cienfuegos es un éxito político para el gobierno de López Obrador. Hacia afuera, constituye una muestra de soberanía y de capacidad diplomática; hacia adentro, un espaldarazo a la alianza política entre AMLO y el ejército. Pero hacia adentro supone un examen a la justicia mexicana para conducir un proceso verosímil frente a un posible escándalo de corrupción de la más alta esfera. El presidente ha dicho que esto no es un triunfo de la impunidad. Veremos.
Carlos Marín – Juan y Marcelo, por el puro honor
Memoriosos, algunos televidentes recuerdan las conversaciones (cuatro) que sostuve la última semana de octubre para El asalto… en pantalla con el abogado Juan Velásquez, quien con toda oportunidad, además de destripar jurídicamente la detención en Los Ángeles del general Salvador Cienfuegos, sugirió lo que legal, pero sobre todo políticamente, debía hacer el gobierno mexicano para salvar el honor nacional y resarcir el agravio a la dignidad del Ejército perpetrado por la administración del “amigo” Donald Trump: exigir a los Estados Unidos la extradición del ex secretario de la Defensa Nacional… Se consiguió que el Departamento de Justicia estadunidense ordenara a la abusiva DEA y al fiscal del caso “desestimar” las acusaciones contra el divisionario y lograr con ello su pronta repatriación. Para mí lo relevante es que prosperó la idea sustantiva de Juan Velásquez: que el gobierno de López Obrador estaba obligado a dar la pelea por la dignidad nacional.
Gil Gamés – Mi no comprende
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil admitió que no entiende nada de la plaza pública mexicana. No sabe por qué su general Cienfuegos fue descargado de los delitos que le imputaban en Estados Unidos y puesto de regreso a México. Ignora si logramos un arreglo con nuestras fuerzas armadas o un desarreglo con el gobierno de Biden, o al revés. Desconoce si la DEA, la CIA, o la manga del muerto intervinieron inconstitucionalmente en México. Pobre Gamés, nada comprende: de que si Trump, de que si Biden, de que si ojetes, de que no mmr, de que devuélvanos a nuestro general. Marcelo Ebard seguro sabe, vamos a preguntarle. Oiga, Marchelo, como fue, porque Gilga no sabe decirle como fue. Qué problema. Gil insiste: nada sabe, nada comprende. La SRE informó que la decisión de la jueza es una muestra de la "solidez de la relación bilateral. Me lleva patas de cabra, caviló Gilga: primero detienen a nuestro general, luego lo ponen en libertad, luego nuestras relaciones bilatelarles mejoran como la pandemia en ambos países. ¿Estamos locos?
Maruan Soto – Contra el pragmatismo
Entre los lastres de la democracia mexicana se encuentra su ilusión de pragmatismo. La única motivación de principios que se considera válida es la necesidad de ser oposición, incluso por encima de nociones cívicas, de memoria o de decencia. Sin importar corrientes, nuestra política es de objetivos únicos y vocación miope, con una urgencia que excluye a todas las demás. En México, lo pragmático es despreciar cualquier postura cuando ésta, electoralmente, no alimenta un objetivo en particular. Ya sea la conquista o el retiro del poder a quien lo ocupa. Nuestras coaliciones variopintas e inconexas surgen de lo obtuso: importa el qué y rara vez el cómo. Curiosamente, en nuestra vida democrática no hemos tenido gobierno o coalición política relevante que priorice los derechos humanos o el entendimiento de lo ciudadano. Al no ser conceptos redituables, el pragmatismo lleva a desplazarlos.