Carlos Puig – Biden, AMLO y México
Joe Biden será el presidente de Estados Unidos. López Obrador y este gobierno tendrán que aprender a tratar con un nuevo estilo, nuevos personajes y otros intereses. Tal vez lo más importante es para cualquier gobierno mexicano es entender las prioridades e intereses de la administración estadounidense, concentrarse y negociar alrededor de ellas y evitar donde el encuentro será imposible. Así lo hizo Salinas con el primer Bush y el TLC… y Peña y AMLO con Trump y el TMEC y migración (detenerla). Las particularidades de la elección de Biden, el trumpismo futuro, y sobre todo la pandemia y la situación económica que ha creado marcarán los próximos años… Biden ha prometido legalizar para uso medicinal la mariguana en todo el país, cosa que aquí, pues no sucede. Esas tres cosas, solo para arrancar. Una felicitación a tiempo, caray, siempre sirve; sobre todo para comenzar a trabajar en una relación siempre muy complicada.
Óscar Cedillo – Biden: ‘Haiga sido como haiga sido’
… es lo que parece decir a la mexicana el virtual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. A los demócratas les urge que éste sea proclamado ganador, antes de llegar a los tribunales como pretende Donald Trump. Y es que de acuerdo con los analistas del “Deep State” norteamericano, la estrategia de ‘los azules’ tuvo su punto de partida en la pandemia… una pandemia realmente grave y dañina para el mundo. La realidad es que la elección se definió la misma noche del 3 de noviembre, en la ya llamada “noche mágica”, donde tres estados pasaron de pronto a manos de los azules… mayoritariamente con votos por correo: Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Donde pondrán principal atención los abogados de Trump. Ante el discurso conciliador de Biden para no desbordar la polarización creada hasta ahora en EU, Trump está con la mirada en el largo plazo… armado para llevar el asunto a la Suprema Corte. Tope donde tope.
Héctor Aguilar Camín – Descontento y contento democrático
Luego del triunfo de Joseph Biden en Estados Unidos, quiero volver en este espacio, ahora con alguna certeza, a lo que escribí hace tres semanas, con difusa esperanza. El triunfo de Biden puede tener un efecto de recuperación del crédito mundial de la democracia. Ha traído, por lo pronto, una sensación global de alivio, manifiesto en la adhesión al triunfo de Biden de los gobiernos del mundo. La victoria de Trump de 2016 fue el clímax de un horizonte de crisis de las democracias. La derrota de Trump quizá termina ese ciclo de descontento y abre otro de deslegitimación del "autoritarismo con votantes": el autoritarismo de las “democracias iliberales”. Estos líderes autoritarios, hijos del desencanto democrático, quedaron bajo la sombra de Trump. Su "autoritarismo con votantes" podía alegar que tenía carta de ciudadanía en la mayor democracia del mundo. El triunfo de Biden pone fin a la legitimidad de gobernantes parecidos a Trump.
Ricardo Raphael – La independencia: problema del Tribunal Electoral
No aguantó las ganas Salvador García Soto de responder a mi columna sobre el proceso desaseado detrás del nombramiento de José Luis Vargas, como presidente del TEPJF. Este maestro de periodismo me reclamó falta de oficio y también de compromiso con la democracia. Me veo obligado a reiterar que Salvador García Soto falseó la verdad con el tuit publicado el día de la elección del presidente del TEPJF y temo que agravó las mentiras con su reciente columna en El Universal (071120): 1. Cuando García Soto cantó que José Luis Vargas había obtenido la presidencia del Tribunal Electoral, por unanimidad, aún no se había celebrado la sesión entre los siete magistrados. 2.Es rematadamente falso que hubiese habido un acuerdo de la sala superior para lograr un nombramiento por unanimidad… Defender la independencia del Poder Judicial es compromiso principal de quien cree en la democracia. Quizá García Soto debería consultar con un académico para que se lo explique.
Diego Fernández de Cevallos – México ante el Imperio
Empiezo con una figura retórica y provocativa: cuando Dios quiere castigar a los pueblos les manda la democracia. Con ella, los que viven de la estafa y la mentira, logran fácilmente legitimidad de origen al ejercer cargos públicos. Los políticos populistas -sean de izquierda o derecha- saben que el camino más amplio y mejor pavimentado es el democrático. A nadie sorprende que sinvergüenzas de tomo y lomo sean ungidos porque “esa fue la voluntad popular”. Un ejemplo claro lo hallamos en lo que vive E.U.: democráticamente votaron por Trump, y ahora, democráticamente lo botaron. Por cuanto al nuevo presidente yanqui, preveo menos estridencia y hostilidad hacia México, pero apretará las tuercas al de aquí ante las decisiones que afecten a los intereses de allá. Mientras México viva al margen de la ley, desunido, envenenado y pobre, seguirá a merced del Imperio; así ha sido desde que los buques yanquis, en Veracruz, dieron el triunfo a Juárez. Lo demás es mentira patriotera.
Carlos Marín – EU: La censura de nada sirvió
Al interrumpir la transmisión de las mentiras y estupideces que decía el jueves Donald Trump, las cadenas ABC, CBS y NBC actuaron como si en realidad los medios fueran un “cuarto poder”, atentaron contra su propia naturaleza y le dieron la espalda al periodismo y a sus televidentes. Quienes, por empatía con el ganador Joe Biden, festejaron los cortes de señal, debieran reparar en que fueron subestimados en su capacidad de discernir. Al privarlos del derecho a la información, se les impidió formarse su propio juicio. El pretexto que las televisoras esgrimieron para la insólita medida es que lo que decía Trump sobre un supuesto fraude carecían de sustento y estaba poniendo en riesgo la democracia estadunidense. Falso. Afectadas por el puritanismo fundacional de los primeros inmigrantes europeos, las cadenas operan sobre la mentira de que lo que propalan, a su juicio inevitablemente subjetivo, debe ser cierto cuando el periodismo, en el mejor de los casos, nada más es verosímil.
Gibrán Ramírez – Una conversación rota
Gauri Marín escribió ayer en Milenio que la conversación pública está rota. Trágicamente, casi irremediablemente rota. El uso de categorías de análisis se subordina a las militancias de la manera más simple –un tono impuesto por el Twitter— y la censura se reivindica a contentillo, como hicieron muchos con la decisión corporativa de suspender la transmisión del mensaje de Trump. Parte de esa rotura está contenida en la organización de la vida pública a la manera de compartimentos estancos como si fueran corrales. Desde su corral, cada actor cuida su tipo de prestigio y consigue que los demás lo critiquen un poco menos, llevando así la fiesta en paz, atrayendo poca crítica y, por tanto, devaluando la vida pública. Esos compartimentos son la base de la hipocresía de nuestra conversación, que sirvió algunos decenios para la convivencia pacífica de los notables, pero que también detuvo el avance del flujo de ideas.
Ana María Olabuenaga – Biden no ganó
El peor candidato en la historia de los Estados Unidos: Joseph Robinette Biden Jr. Así lo calificaron muchos, Donald Trump el primero de ellos. Pésima opción. Terrible. Obvia. Aburrida. Atroz. Entonces, ¿por qué ganó? En la votación más cuantiosa en la historia de los Estados Unidos, la que seguramente rebasará los 160 millones, con lo cual el 70% del padrón habrá votado. Histórico. Biden no solo tuvo más votos que Trump o que Hillary, tuvo más votos y sacó mucha más gente a votar que Obama. ¿O no fue él? El que sacó a la gente a votar fue Trump. El presidente norteamericano sacó a los 72 millones que votaron por él y a muchos millones más que votaron por Biden. Más allá del plebiscito y más allá de la política. La gente no se cambió de bando, los republicanos siguen siendo republicanos y los demócratas, demócratas. La gente se hartó de un hombre mentiroso y autoritario. Lección para México: dejemos de buscar a la persona, es la causa.
Héctor Zamarrón – Tabasco: el edén sumergido
Tabasco siempre se va a inundar, es imposible que no suceda porque ese estado es una inmensa llanura cruzada por ríos que guardan memoria de sus cauces. Esta vez se acusa de las inundaciones a los desfogues de la presa Peñitas, en el alto Grijalva, por haber enviado más agua de la que podían soportar Macuspana, Villahermosa y otras zonas del estado. Así lo denunció el gobernador Adán Augusto López en contra de titular de la CFE, Manuel Bartlett, por hacer un manejo irresponsable de las presas, lo que éste niega. En 2007, cuando Villahermosa quedó durante semanas bajo el agua, también se acusó a la CFE de haber provocado las inundaciones, pero entonces, como ahora, se buscan explicaciones técnicas, pero “nunca mencionan la deforestación, la nula planeación urbana, la corrupción que retrasa constantemente las obras de prevención, la falta de estudios científicos y la falta de una gestión integral de las cuencas”, como señala Francisco Cubas… ¿Qué zonas fueron las inundadas en Villahermosa? Las de siempre
Gil Gamés – En qué cabeza cabe
El domingo transcurría, paciente y solitario, y el presidente Liópez Obrador no había felicitado a Joe Biden y Kamala Harris. Lo habían hecho ya presidentes y presidentas del mundo. La explicación pasará a los anales de la diplomacia mexicana como una vergüenza, o desvergüenza, como se quiera: “Vamos a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales. El presidente Trump ha sido muy respetuoso con nosotros y hemos logrado muy buenos acuerdos y le agradecemos porque no ha sido injerencista y nos ha respetado. Trágame tierra, farfulló Gil. Trump ha sido respetuoso con México: nada más quiso levantar un muro en la frontera, nos llamó violadores, nos obligó a utilizar a la Guardia Nacional para detener a los migrantes de México. A nuestro Presidente no se le ocurrió mejor cosa que hacer una analogía e insinuar que Biden hizo fraude. Ay, mis hijoos, inverecundos e hirsutos. Tafil y luego Riopán de emergencia
Catalina Monreal – Hacia una nueva normalidad política
Recientemente, la escritora inglesa Zadie Smith publicó una serie de ensayos escritos durante la primera fase de la pandemia. Uno de ellos, llamado “La Excepción Americana”, invita a la reflexión sobre el tipo de personajes que la política necesitará para enfrentar los efectos de la crisis sanitaria y económica que todavía sacude al mundo y cuyas consecuencias dejarán una estela de larga duración. Como bien dice Smith, el desastre demanda un nuevo amanecer, y solo una nueva forma de pensar puede producirlo… La pandemia nos ha mostrado la necesidad de romper los moldes preconcebidos sobre qué es y para qué funciona la política. Es necesario transitar de una óptica paralizada en la que la política es entendida como la ostentación del poder por el poder, hacia un nuevo pacto social en donde la política sea verdaderamente la herramienta que permita cumplir las demandas sociales y cerrar las brechas. Para ello es también necesario que cualquier persona con la intención y vocación de mejorar la vida de sus comunidades, de sus estados y de su país pueda encontrar los espacios de participación. De eso dependerá que el futuro nos encuentre mejor preparados para hacer frente a las dificultades generadas por las complejidades de un mundo cada vez más dinámico.