Carlos Puig - Día 12: Leyendo a Wendy en cuarentena
Hace unos días me topé con esto que escribió mi amiga la escritora Wendy Guerra y me ayudó a ver a otros países, a otras geografías, a ver lejos en estos tiempos de aislamiento. Así que va Wendy para este viernes: En Cuba siempre hemos estado en cuarentena, será por ello que aislarme no me resulta algo fuera de lo común. Pasaron varias décadas y continuamos así, aislados, siempre alertas, cuidándonos de algo o de alguien invisible que amenaza desde algún punto desconocido. Después de todo lo vivido, aislarse también, internamente, parecería una broma macabra. De la penitencia que implica poner a los ciudadanos en sus casas a pensar, hablar consigo mismo y con sus familiares más cercanos, saldrá una idea más clara de país, ese que somos en primera persona del singular.
Héctor Aguilar Camín - La cura del “coronacoma”
“Coronacoma” llama Paul Krugman, el premio Nobel de economía, al momento desastroso que vive la economía estadounidense. No es sólo una crisis de recesión que pueda aliviarse con estímulos fiscales, dice, es sobre todo una situación de desastre que pide alivio en una lógica distinta a la de reanimar la demanda. Lo que está sucediendo con la economía, dice Krugman, se parece a un coma inducido en el que debemos poner a descansar partes fundamentales del cuerpo del paciente, para que el cuerpo pueda, pasada la crisis, volver en sí, razonablemente sano. La pandemia exige, para evitar su expansión, que la parte “no esencial” de la economía se detenga por completo, en la forma de distanciamiento social o aislamientos extremos. Me interesa subrayar para el caso mexicano el criterio central de la elaboración de Krugman: el problema no son los que conservarán su ingreso, como los beneficiarios de los programas sociales del gobierno, sino quienes lo perderán. Es ahí donde hace falta el dinero público
Luis Petersen - Caminito de regreso
Hace mucho que la semana santa debe su santidad solo a las vacaciones escolares que la acompañan. Pero esta vez el sagrado asueto desapareció. Se queda en casa. No se puede criticar la decisión, al contrario. Pero hay que hacer mucho más que eso. Si la epidemia a todos nos pesca desprevenidos, a los padres de menores escolares, más. En los lugares donde, las pasadas semanas, se ha intentado llevar la escuela a casa, los padres hablan de relaciones complicadas con sus hijos. “Me da pena comentar que batallo mucho con mi hija para que se siente a hacer su tarea”... La autoridad educativa y el sistema escolar podrían ayudar mucho con una escuela virtual de emergencia para papás: distribución de las tareas en casa, actividades en común, juegos o películas que los lleven a procesos de reflexión sobre lo que está pasando adentro y afuera.
Miguel Barbosa - Quédate en casa
Desde el pasado 30 de marzo, México se encuentra en estado de emergencia por la pandemia de SARS-CoV-2. Hay una gran tarea nacional: quedarse en casa. Con esta simple acción y siguiendo las indicaciones simples de higiene personal la sociedad contribuye enormemente a evitar la propagación del virus, que literalmente ha puesto al mundo en cuarentena. El objetivo es claro y urgente: “aplanar” la curva de contagios, para, de esta manera, evitar que el número de casos graves supere las capacidades de los sistemas de salud, nacional y estatales, cuando la fase tres llegue.
A las autoridades nos corresponde utilizar todos los recursos del Estado para proteger la salud y el bienestar de la ciudadanía. Nunca como ahora debemos dar respuesta a las demandas de la sociedad. En estos momentos, las tareas de la autoridad se agrupan en tres ámbitos: salud, subsistencia y reactivación económica.
Francisco Abundis - Acciones de gobierno aprobadas, pero no es suficientes
La opinión pública hasta el día de hoy aprueba sus acciones, casi al mismo nivel de la aprobación de su gobierno. Casi 6 de cada 10 mexicanos considera que su acción en esta circunstancia ha sido correcta. Sin embargo, la opinión pública considera que no es suficiente (60 por ciento). Un porcentaje ligeramente mayor (57 por ciento) cree que el Presidente ha tomado las acciones correctas en la actual crisis. Estos números lo validan. Sin embargo, tenemos un nuevo fenómeno: los gobernadores empatan en aprobación al Presidente. El gobierno federal llegó a estar hasta 20 puntos por arriba de los gobiernos locales. Hoy día ya no está sucediendo así. Es importante destacar que los gobiernos locales han tenido mayor capacidad de reacción y por ello parecen tener mayor reconocimiento. El gobierno federal en el comparativo no se observa con los mismos reflejos. Dependerá mucho de cómo evolucione esta pandemia, se castigará o se premiará a gobiernos, locales o nacionales. Este no es sólo un tema de nuestro país, sino el mundo.
Gil Gamés - Memorias del coronavirus /2
Jueves, 6:50 am: Sueños nefandos arrojan a Gil de la cama. Circulares y obsesivos escenarios oníricos lo habían cercado en la oscuridad del amanecer. El sueño se desvanece en el aire. Gilga tiene un problema con el tiempo. No sabe si es viernes o domingo. Una amiga le dice: da igual, hoy es domingo 45 de abril del año 2020. Bien visto, Gamés debió quedarse en la cama. Un café exprés y prende la televisión. Ciro Gómez Leyva. Una entrevista con Braulio Arsuaga, Presidente del Consejo de Empresarios Turísticos: en los próximos días todos los hoteles de la Ciudad de México cerrarán sus puertas. Gil se frotó los ojos. La línea de las poderosas cadenas hoteleras de Polanco bajarán la cortina a partir de mañana el Presidente Intercontinental, el Marriot y otros grandes hoteles. En México hay mil hoteles cerrados. Funcionan al 9 por cierto. Según las raras cuentas oficiales, en el país hay mil 510 contagios, 132 nuevos en relación al día anterior. 50 muertos.
Joaquín López-Dóriga - ¿No lo sabía el presidente?
Yo no sé en qué momento se enteró el presidente López Obrador de los ajustes a la baja en los Pre-Criterios de Política Económica 2021 que Hacienda envió a la Cámara de Diputados, pero no le gustaron, y así lo expresó públicamente en la mañanera de ayer. -Ahora tampoco coincido –dijo- No se me hace correcto. Se refería a la reversión que hizo Hacienda del crecimiento para este año de un incremento entre 1.5 y 2.5 por ciento, a un decremento de entre -3.9 y -0.1 por ciento, derivado de la pandemia del Coronavirus y la debacle económica mundial cuando ya no se discute si habrá o no recesión, sino cuándo iniciará, como escribió ayer Jonathan Heath, vice gobernador del Banco de México, a lo que yo agregaría, su profundidad. Y yo vuelvo a preguntar si de verdad el presidente de la República no estaba al tanto... porque entonces, sí, tenemos un problema entre las oficinas extremas de Palacio Nacional.
Carlos Marín - ¿Precriterios “neoliberales”?
Los secretarios de Estado son designados por el Presidente a su arbitrio para que se encarguen de los despachos bajo su institucional, exclusiva y personal responsabilidad. Ningún integrante del gabinete puede irse por la libre. Todo lo que diga y haga en materia de política pública lo hace “el gobierno”del jefe del Ejecutivo federal en turno. Eso precisamente hizo el miércoles el titular de Hacienda, Arturo Herrera. En lenguaje coloquial, “el gobierno entregó al Congreso sus Precriterios Generales de Política Económica 2021”, donde se avizoran agudos problemas como consecuencia de la pandemia…y desinflan las optimistas expectativas (pre y pos coronavirus) de
López Obrador. El Presidente descalificó a su secretario de Hacienda como si éste hubiera presentado al Congreso un pronóstico del clima o deportivo. Del anterior que tuvo en el cargo (maestro de Herrera), Carlos Urzúa, prescindió porque le detectó un repugnante tufo “neoliberal”. ¿Quiere un tercer secretario en esa dependencia?
Alfredo Campos Villeda - "Arreglen el techo antes que llueva"
En un documento fechado en septiembre pasado, expertos de la Organización Mundial de la Salud alertaron de la amenaza real de expansión mundial de una enfermedad similar a la gripe en solo 36 horas con un cálculo de 80 millones de muertos, devastación no vista desde la pandemia de influenza española que mató en 1918 a 50 millones. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, lo resumió con una pincelada coloquial: "Arreglen el techo antes de que llueva". Nadie escuchó, nadie en las esferas de poder de ningún país, nadie en Estados Unidos enfrascados en la próxima elección, nadie en Francia peleando con los chalecos amarillos, nadie en Gran Bretaña lidiando con el brexit, nadie en China con sus luchas comerciales, nadie en Italia deteniendo barcazas de migrantes y nadie en España repartiéndose el pastel de la gobernanza. Nadie en Brasil, polarizado en la figura de Jair Bolsonaro, y nadie en México, dividido entre los reproches y los elogios a López Obrador.