Donceles – La secuela de Trump
Trump dejará finalmente la Casa Blanca. Pero su empeño fue atraer las empresas y los empleos que se perdieron con la relocalización de capitales donde la mano de obra era más barata. Eso no lo pueden soslayar los demócratas. Lo otro, sus desplantes y sus atropellos a los derechos humanos fueron errores que pagó en las urnas. La COVID-19, la crisis económica y la deuda del país no serán, tampoco, obstáculos fáciles para Biden.
Carlos Puig – Trump va por los republicanos
Después de la invasión en el Congreso, cuando regresaron a sesión la mayoría de los republicanos incluido su liderazgo y otros que importan y habían sido sus lacayos lo abandonaron y el triunfo de Biden obtuvo su último formalismo. Las horas siguientes se llenaron de peticiones y rumores para que Trump fuera removido u obligado renunciar y varios de sus colaboradores presentaron su renuncia. Ayer, tal vez por las amenazas de juicio o remoción, Trump regresó a Twitter, condenó lo sucedido en el congreso, dijo que se concentraría en la transición pacífica terminó con lo que para los republicanos debe ser una clara advertencia: “a mis maravillosos seguidores, entiendo que están decepcionados, pero nuestro maravilloso viaje apenas está comenzando”. Los próximos dos años, el gobierno y las dos cámaras serán demócratas y les tocará gobernar en un país polarizado y aturdido después de estos cuatro años que culminaron el miércoles.
Carlos Marín – El verdugo visto como víctima
En vez de condenar el incendiario atentado a la democracia, el presidente López Obrador lamentó que las principales y “benditas redes sociales” le bajaran el switch a Trump para impedirle seguir azuzando a sus hordas. Después del error de tardarse como ningún otro gobernante del mundo en felicitar a Biden por su triunfo electoral, desaprovechó ahora la oportunidad de ser de los primeros en reprobar los actos de la fanaticada ultraderechista que niega la derrota del orate. No sabía (o no le importó) que el provocador del asalto en Washington, a la vez que convocaba a sus turbas a manifestarse ante la sede del Congreso, insistió en la mentira contumaz de que le robaron la elección Notable desacierto de López Obrador. De ninguna manera Trump fue víctima de la censura sino un persistente instigador del odio y la violencia, ésta prevista como delito no solo en Estados Unidos, sino también en México.
Federico Berrueto – Instalados en el cinismo
Ni a cuál irle: al senador ahora virtual candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio o al Dr. Hugo López-Gatell, responsable gubernamental contra la pandemia. Ellos no son excepción, sino justa medida de la degradación de la política a la que ha llevado la polarización. A manera de blindaje, el presidente López Obrador y su movimiento se han instalado en el cinismo. Acontecimiento inaudito: la defensa que hiciera el Presidente de un funcionario documentadamente responsable de que el país sea el peor caso en el manejo de la pandemia. La tasa de letalidad habla por sí misma, aunque el Presidente tenga otros datos. Sobre el flamante candidato a gobernador pesa la acusación de violación. Del Dr. López Gatell se ha dicho todo. Hasta en el mismo gobierno enfrenta reserva. El canciller Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, tienen que soportarle en su soberbia, desplantes e incompetencia.
Luis Petersen – ¿Y por qué no les creen?
Las reacciones se multiplicaron. "Estas escenas que hemos visto son el resultado de mentiras y más mentiras, de divisiones y desprecio por la democracia”, secundó el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. Se puede seguir con un rosario de reacciones similares, internas y externas, bien fundamentadas desde el punto de vista político, constitucional y ético, y muy anteriores a esta situación extrema del 6 de enero. Sin embargo, un porcentaje alto de los votos estadunidenses, no tan lejano de la mitad, fue efectivamente para Donald Trump hace apenas dos meses y después de casi cuatro años de gobierno. El punto es que le han creído a Trump y no a aquellos que razonan y debaten desde trincheras políticas, académicas, profesionales o periodísticas. Como si estos no dijeran nada. Algo similar pasa en muchos países, guardadas todas las proporciones, por supuesto. En México se escuchan argumentos de estudiosos y expertos, que denuncian las desviadas políticas gubernamentales de energía, educación, inversión o salud en estos tiempos fatídicos. Pero nada pasa, como si no dijeran nada. ¿Por qué?
Miguel Barbosa – El 2021, el año de la democracia
Hemos dicho que el año que inicia estará marcado por cuatro procesos: el combate a la pandemia de Covid-19; la reactivación económica; la lucha contra la inseguridad; y las elecciones federales y locales del próximo 6 de junio. En lo que se refiere al cuarto proceso, la sociedad acudirá a las urnas para consolidar la transformación de nuestro país ante los intentos de los conservadores para regresar al pasado y recuperar sus privilegios. Las bases de la Cuarta Transformación están firmes, pero es necesario que dicha transformación avance en 15 entidades federales y se conserve en la Cámara de Diputados. Los conservadores y opositores al cambio se han aliado en contra de la Cuarta Transformación. Están en su derecho, lo que había sido una alianza de facto, ahora se vuelve formal. Los mismos rostros, las mismas formas, las mismas prácticas.
Héctor Aguilar Camín - Antídotos conmemorativos
Quien quiera cruzar con mirada abierta el año de ideologización y pleito por la historia que promete ser el 2021, debe leer y releer lo que Jean Meyer ha publicado en el número de enero de la revista Nexos. Les guste o no, dice Meyer, los historiadores están metidos hasta el cuello en las conmemoraciones, aun si no quieren asomarse. Han de meterse en esas batallas que están “al servicio de la ideología”, sea para ponerse a favor o para ponerse en contra. Hay una tercera opción, dice Meyer: “hablar tranquilamente para exponer no la verdad, que no se deja atrapar tan fácilmente, sino la necesidad de dialogar en lugar de pelear conforme a un esquema de Blanco/Negro. Quien escoge al Blanco, al perder el Negro, se vuelve hemipléjico; hemipléjico también, el que abraza el Negro y condena al Blanco”. La Historia con mayúsculas, de altas inflamaciones y colores heroicos, es una materia peligrosa.
Rafael Pérez Gay – Se vende una casa
El mensaje llegó como una extraña iluminación: “Cuenta Teixidor en sus Memorias que le compró a la viuda de Herminio Pérez Abreu una casa en Calero, de 800 metros, junto al San Ángel Inn. ¡La compró en cinco mil pesos!”. Le conteste a mi amigo: “Era la bancarrota”. Felipe Teixidor llegó México en el año de 1919 y se convirtió en un conocedor imbatible de nuestra historia cultural: bibliófilo, editor, escritor, traductor. Hice cuentas, mi abuelo Herminio murió muy joven, no cumplió los cincuenta, en el año de 1931. Dejó una viuda rica, mi abuela, y dos hijas Evangelina y Alicia. La viuda quedó cautivada con su primer yerno, mi padre. Ya he contado en otra página de los negocios atrabancados de mi padre, buenas ideas mal realizadas. Pero no tenía yo noticia de esa casa de la cual habla Teixidor en San Ángel Inn. Esto quiere decir que había más propiedades que se perdieron en el incendio de aquellos días de quebrantos y de lágrimas.
Gil Gamés – Timothy Garton Ash
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio Gil meditaba en la inmortalidad del cangrejo. El crustáceo inmortal ha sido menospreciado, pero de él provienen grandes ideas. En ésas estaba Gil cuando llegó a su sillón un ensayo de Timothy Garton Ash, historiador, analista político británico especializado en política europea y en la historia de las transiciones del comunismo al capitalismo en Europa del Este. En diciembre publicó el ensayo “El futuro del liberalismo” en la revista británica Prospect. ··· Los escritores han interpretado los fracasos del liberalismo en diferentes formas; el punto, sin embargo, es cómo cambiarlo. La autocrítica es una fortaleza liberal. El hecho mismo de que tantos libros diagnostiquen la muerte del liberalismo evidencia que el liberalismo sigue vivo. Pero ahora debemos pasar del análisis a la prescripción.
Alfredo Campos Villeda – Repúblicas bananeras
Con un desdén que rayaba en desprecio, porque hay una frontera entre ambos gestos, los magnates bostonianos retratados por Mario Vargas Llosa en Tiempos recios tomaban decisiones comerciales con implicaciones políticas continentales en busca del objetivo expreso de mantener a salvo de pagos fiscales justos su jugoso negocio de multimillonarias ganancias asentado en Centroamérica. El empresario Sam Zemurray, escribe Vargas Llosa, no había inventado el banano, pero gracias a él forma parte de la dieta de millones de estadunidenses, desde aquellos años de mediados del siglo XX en que lo descubrió en las selvas de Centroamérica y lo comenzó llevando en lanchas a Nueva Orleans y otras ciudades, con lo que nació United Fruit. Es así como estos países, algunos auténticas dictaduras por años, pasaron a ser las "repúblicas bananeras" a las que ayer aludían con desparpajo los reporteros de las cadenas gringas y algunas internacionales, absortos por el insólito asalto al Capitolio por una turba de terraplanistas azuzados por su líder, hoy agachado detrás de un escritorio ofreciendo una transición ordenada y reconciliación, todo aderezado con la amenaza de que esto apenas comienza.