A Andrea Godinez Vega no le importó dormir más tarde que de costumbre, ni pasar con su máquina de coser la vuelta doble para unir los lienzos de tela verde para realizar el pañuelo de más de cinco metros que sería la representación de lucha de su hija Carmina Orta, quien este lunes, junto a un grupo de mujeres feministas de Marea Verde, así como de otras asociaciones, tomaron la Plaza Independencia para exigir la legalización del aborto.
"Mi madre me apoya, ella sabe que la vida ha cambiado y las mujeres podemos decidir sobre nuestro cuerpo", expresó Carmina, quien junto al grupo de compañeras que pintaron las letras de "Aborto legal en Hidalgo" y colgaron a lo alto para ponerlo entre el Reloj Monumental y la Pérgola, miraba con orgullo la creación de su madre y compañeras de lucha”.
"En Hidalgo hemos abortado desde siempre y seguiremos abortando, legalicen o no, porque es una decisión de cada una de las mujeres", dijo en voz alta, para llamar a los grupos a iniciar la marcha, y unirse al Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro que se realiza cada año, en todo el mundo, e Hidalgo no fue la excepción.
"¡Alertaaaa, Alertaaaa!" gritaban en unísono cada una de las participantes que, en su mayoría, vestía de negro y empuñaban el pañuelo verde, símbolo feminista, para iniciar la movilización, y así entre la siguiente frase de la consigna "¡alerta feminista, la lucha feminista por América Latina! ", tomaron la calle Independencia en donde un grupo de policías municipales resguardaban la seguridad de las participantes que tomaron la avenida Guerrero, en donde comerciantes y paseantes grababan con celulares la exigencia estampada en pancartas que exigían "Aborto seguro", "Aborto legal", "Yo decido sobre mi cuerpo", y más mensajes que no bajaron durante el trayecto.
"¡Y tiemblen y tiemblen, y tiemblen los machistas que América Latina será toda feminista!", continuaba el grito de las mujeres, mientras otras pintaban banquetas repudiando al machismo y las decisiones legislativas de no dar paso a la despenalización del aborto en la entidad.
"Nos traicionaron en el Congreso del estado, porque trabajamos con los grupos parlamentarios de la mano y nos fallaron", expresó otra activista, mientras la petición seguía sin parar.
"¡Y no, y no, y no me da la gana, ser una mujer sumisa y abnegada!", gritaba entre consigna y consigna cada una de las manifestantes que, en su molestia y exigencia, golpearon los vidrios de la estación del Tuzobus, Niños Héroes, para parar unos minutos y decir en una sola voz:" ¡Fuimos todas, fuimos todas! " y proseguir su regreso a la plaza Independencia, a la que entraron con pañuelos verdes agitados con mano arriba.
Fue ahí que, durante la lectura del posicionamiento de Marea Verde, en el que recordaban que Hidalgo ocupaba el cuarto lugar a nivel nacional de abortos realizados de mujeres hidalguenses en la Ciudad de México, que más de 32 mujeres han perdido la vida por un aborto inseguro y en el que las asociaciones a favor del aborto han dado acompañamiento a poco más de 250 mujeres en la entidad que decidieron abortar, que el Reloj Monumental fue el centro de atención de las y los presentes.
El grupo de más de 200 mujeres cubrieron con una manta verde una de las entradas al Reloj, para romper los cristales y abrir las puertas, con el objetivo de entrar y destruir los cristales de los muebles de la recepción del inmueble, así como de pintar consignas feministas en los muros del mismo.
"¡Y sí, y sí me da la gana, ser una mujer valiente y empoderada!", "¡Fuimos todas, fuimos todas!", se escuchaba en coro de la masa que ocultaba los rostros de las jóvenes que realizaron la acción, para después separarse y dejar ver una pequeña fogata de papeles quemados, fuera del lugar.
"¡Es este el fuego que sentimos porque las autoridades siguen sin escuchar y seguiremos en la lucha hasta que dejen de hacer oídos sordos, porque las mujeres debemos de ser libres de elegir y decidir sobre nuestros cuerpos!, expresó otra activista, mientras se disolvía poco a poco la marcha en la Plaza Independencia, en donde el Reloj Monumental fue nuevamente, espectador de una lucha social más en sus más de 100 años de historia.