John R. Lott, el analista polémico como lo denominó el Premio Nobel Milton Friedman, llegó a la Ciudad de la Ideas con una propuesta para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador: “legalizar el consumo de drogas a la par de legalizar la portación de armas, privilegiando a los sectores más pobres donde hay mayor violencia, a las mujeres y a los adultos mayores porque de esa manera reducirá la tasa de homicidios y enfrentará con eficacia al crimen organizado”.
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Luego de su presentación ¿Más armas, menos crimen? en el XI Festival Internacional Mentes Brillantes, Lott dijo que la política prohibicionista contra las armas en absoluto disminuye la criminalidad, en México, por ejemplo, los homicidios se elevaron desde 1972 después de promulgarse leyes de control de armas de fuego y tres décadas después sigue en la lista de las naciones con los niveles más altos de muerte violenta.
“Sé que el nuevo presidente de México pretende legalizar la mariguana y, con ello, se pretende bajar los asesinatos, claro habrá precios más bajos, menos muertes, pero parte del dinero que se está gastando ahorita en la policía se irá a tratar a un mayor número de adictos.
“¿Queremos más adictos y menos asesinatos? Para que esto funcione se debe convencer a Estados Unidos en la legalización, porque si no vamos a tener a los cárteles mexicanos luchando por las ventas en Estados Unidos, por eso, considero que si va a implementar una política de tal magnitud debe de considerar, también, legalizar la portación de armas y beneficiar a los sectores más vulnerables”, explicó.
En entrevista para MILENIO, el economista y ex jefe de la Comisión de Sentencias de los Estados Unidos (1988-1989), precisó que más allá de cualquier medida de seguridad interna que se lleve a cabo en México, lo que resulta una realidad es que la policía jamás acude de inmediato cuando se le necesita, de hecho, no está ahí ni siquiera cuando se trata de zonas adineradas.
Por ello, dijo, la propuesta de legalizar el consumo de drogas, específicamente de la mariguana, se debe hacer junto con una política de regularización de portación legal de armas de fuego con lo que se atacarían varios problemas, uno de ellos, cerraría el paso a los cárteles de las drogas y se reduciría la criminalidad porque las personas vulnerable tendrán forma de defenderse a sí mismo y a su familia.
En un mundo ideal, donde México, aclaró, logrará controlar absolutamente las armas, el crimen organizado tardaría en cuestión de minutos se armaría con dispositivos más poderosos. “No hay forma de evitar que los delincuentes vendan armas y drogas, pero si podemos contrarrestar el hecho de que la gente sea víctima de estos criminales, los cuales, están motivados por la autoconservación y, por lo tanto, las armas de fuego son disuasorias”.
En el XI Festival Internacional Mentes Brillantes, que fue inaugurado por el gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, Lott comentó que “los problemas con los cárteles son la fuente más importante de asesinatos no sólo en México sino también en Estados Unidos, y darles mayor tiempo en la cárcel no ha reducido ni evitado que se sigan cometiendo crímenes".
“No digo que todos deban tener un arma, pero si estoy convencido que tener un arma evita que los criminales ataquen a quienes las portan, al menos, lo pensará más para atacar porque no serán un sector fácil”, aseveró.
Añadió que las matanzas masivas en escuelas o en espacios públicos de Estados Unidos se han dado en lugares donde se tienen prohibidas portar armas. “Existe gente enferma y esos asesinatos, además, se preparan como mínimo durante seis meses”, puntualizó.
RLO