El secretario general de la ONU, António Guterres, coincidió ayer con el mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en la necesidad de un inmediato alto el fuego en Ucrania, en una escala previa a sus encuentros de hoy con el presidente ruso, Vladímir Putin, y luego con el ucraniano, Volodímir Zelenski.
Guterres mostró su apoyo a los esfuerzos de Turquía, miembro de la OTAN pero con importantes vínculos económicos con Rusia, por actuar de mediador en el conflicto.
Tras su reunión con Erdogan, el secretario general de la ONU viajó a Moscú, donde tendrá un encuentro con el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y será recibido por Putin.
Sin embargo, en Moscú Lavrov advirtió que “el peligro (de una guerra mundial) es grave, es real, no se puede subestimar”.
Lavrov también acusó a Zelenski de “aparentar” que negocia. En mensajes contradictorios, mientras el Kremlin afirmó que ordenó un alto el fuego entorno a un complejo industrial el puerto de Mariupol, horas antes de la llegada de Guterres a Moscú, y donde se encuentran atrincherados soldados ucranianos, el gobierno de Zelenski aseguró que no hubo un acuerdo al respecto.
Por su parte, Putin se enfocó a los acontecimientos interiores al afirmar ayer que la economía rusa estaba estabilizándose, “la inflación se ha desacelerado (…) los precios ya comenzaron a bajar”.
En Ucrania se espera para hoy la visita del director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, a la antigua central nuclear de Chernóbil como parte de una misión técnica para ayudar a prevenir accidentes que provoquen escape de radiación.