Instituciones actuales deben funcionar, no reformarlas en cada gobierno: académica

Ana Laura Magaloni consideró como primer paso colocar la mirada en los barrios pobres, conflictivos y hacinados de las poblaciones urbanas, ahí donde prevalece la ausencia de Estado.

Magaloni lamentó que nunca se ha construido un aparato mínimo de defensorías públicas. (Javier Ríos)
Jannet López Ponce
Ciudad de México /

México tendrá una verdadera democracia y plenitud de derechos humanos cuando se dejen de lado las clásicas reformas y se pase al interés real por hacer funcionar las instituciones actuales, que ofrecen justicia sólo para los que pueden pagarla, consideró la abogada y académica Ana Laura Magaloni.

Al participar en la conferencia magistral “Democracia y derechos humanos”, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), Ana Laura Magaloni señaló que la mayoría de los mexicanos viven en contextos de exclusión, desigualdad, y la distancia “es tremenda” entre las normas y las realidades sociales que impiden a todos tener acceso a la justicia por igual.

Magaloni consideró como el primer paso colocar la mirada en los barrios pobres, conflictivos y hacinados de las poblaciones urbanas, ahí donde prevalece la ausencia de Estado, pues si nunca han tenido acceso pleno a servicios básicos menos a defensa legal y a la justicia.

“Nunca hemos construido un aparato mínimo de defensorías públicas, fiscalías locales que requieren las personas, nunca hemos creado los juzgados cívicos ni las primeras instancias que logren protegernos o hacer realidad eso que comandan los derechos humanos.
“A nadie le ha importado que tengamos la misma capacidad de defensa, no es asunto de dinero sino de derecho, de autonomía. Ya basta de reformar leyes, hagamos a las instituciones funcionar y démonos cuenta que las instituciones de justicia requieren sobre todo capital humano porque son las mentes de los defensores y abogados los que ayudan, argumentos, ideas y papeles que van y vienen, se necesitan jóvenes con ideas de defender”.

Detalló que para empezar, el Estado debe enfocarse en las zonas donde todos aquellos que enfrentan injusticias no tienen alternativas para defenderse. Es decir, en las defensorías locales que son las más rezagadas en salarios, prestaciones y personal.

Además de que es urgente reducir requisitos para poder acceder a la justicia y a la defensoría de los derechos humanos.

Puso de ejemplo a Brasil que “tiene unos tribunales llamadas cortes de menor cuantía, son buenísimas que te resuelven problemas de manera rápida, ágil, sin abogados, y claro, muy saturadas pero resolviendo”, mientras que en México “nada más un juicio por sí solo te sale en 30 mil pesos y falta el embargo y el remate de bienes y el contador y los intereses por un pagaré de 30 mil pesos”.

Es decir, la justicia en este país sigue siendo para quien tiene posibilidades de pagarla, por lo que más allá de reformas y cambios novedosos, las autoridades deben hacer funcionar lo que ya existe.

JLMR

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