Esta madrugada, en medio de una sesión para discutir la Ley de Ingresos 2024 en el Senado de la República, Martha Lucía Mícher anunció su renuncia a Morena, luego de que la presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera, no le dio la palabra.
Luego de esta acción, desde su escaño, la senadora discutió con su compañera y secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, mientras recogía sus documentos y señaló:
“En este momento renunció a Morena y me voy a huelga de hambre”, entre aplausos de la oposición.
Esta no es la primera vez que el nombre de Malú Mícher toma relevancia dentro y fuera del Congreso de la Unión, pues la senadora también fue parte de la coyuntura que vivió Marcelo Ebrard cuando no fue seleccionado como coordinador de la 4T en las encuestas de Morena.
En ese momento, al fungir como una de sus representantes, Malú tuvo que denunciar reiteradamente la inconformidad del ex secretario de Relaciones Exteriores, así como aclarar que no había ruptura con el partido de la mayoría.
Ahora, con su renuncia en puerta, la senadora marcelista, a través de redes sociales, resaltó su "serenidad en la mente y en el corazón para tomar decisiones”. Sin embargo, no aclaró si mantenía su palabra o se retractaba de aquella decisión.
Ante esto, la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, confió en que Malú se mantenga en el partido, pues reconoció que "tiene un lugar muy especial en la historia de México, en la lucha de las mujeres".
¿Quién es 'Malú' Mícher?
Si se quiere conocer algún tema de relevancia nacional con una perspectiva feminista o de género, sin duda una de las referentes para ello es la senadora Martha Lucía Malú Micher Camarena.
Nació el 11 de febrero de 1954 en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. Es licenciada en Pedagogía, pero la realidad del país la llevó a ser candidata a la gubernatura en Guanajuato, directora general del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, diputada local, federal y ahora senadora de la República.
Además de enfrentar al machismo en el Senado, Malú Micher disfruta de escuchar música, salir a caminar, ver películas, estar con sus hijos y amigas.
De niña, Malú Micher no fue nerd, sino cumplida con sus obligaciones; le gustaba sacar dieces de calificación donde podía, pero no se le iba la vida en buscar obtenerlos, y confiesa que en la adolescencia a veces se iba de 'pinta'.
Creciendo con cinco hermanos, recuerda haber tenido una infancia feliz y muy querida. Desde los seis años la música fue parte fundamental de su vida, pues estuvo inscrita en el Conservatorio Nacional de Música.
“Me pasé 11 años de mi vida en el conservatorio, en las mañanas iba yo a la escuela y en la tarde iba en el conservatorio”.
La ópera también fue parte en la vida de la hoy presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, hizo su examen para ingresar en el Conservatorio de Santa Cecilia, en Roma, pero al sufrir un desgarre en una cuerda bucal tuvo que frenar ese camino aunque se quedó a estudiar música.
Además de ello, hizo comedias musicales, comerciales y acompañó al grupo musical de los Hermanos Zavala: “me invitaron a un coro, me invitaron a formar parte de coros musicales, fue una época muy bonita”.
“Yo quería ser actriz o artista, pero mi padre me decía que yo iba a ser una corista y él no quería una corista en la familia, me llamó eso mucho la atención de mi papá, no sé qué imaginaba, pero eso no pesó sobre mí, yo seguí en coros, obras de teatro, me invitaron los Zavala a formar parte de una obra musical que en aquella época era muy famosa ‘Contigo, pan y cebollas’”.
Los jesuitas 'desviaron' su camino musical
Su camino quizá pudo seguir en el mundo musical, pero “se atravesaron los Jesuitas” y conoció un Guanajuato que en algunos rubros sigue igual de vigentes al día de hoy. Al estar con ellos tomó como suya una de las premisas de poner sus conocimientos al servicio de los pobres.
“Vendí mi carro, le dije a mis padres que quería ser austera, vivir otra vida, yo quiero trabajar con la gente más pobre y lo hice”.
Tras sumarse a los jesuitas, en 1975 conoció a su esposo, con el que coincidían en esa manera de pensar en pro de los pobres, y tres años después se casaron: “tanto mi suegra como mi mamá decían ‘no vas a encontrar a alguien que piense como tú’ y no, nos encontramos, fue así como cambió el rumbo de mi vida”.
Malú Micher trabajó en una comunidad rural entre Silao y León, Guanajuato, “y formamos un grupo interdisciplinario: un veterinario, doctor, maestras normalistas, trabajadoras sociales, mi marido era ingeniero egresado de la UNAM”.
“Formamos un grupo de organización comunitaria, vendimos nuestro proyecto al INEA, nos contrataron también en Desarrollo Rural en Guanajuato, y propusimos una organización regional campesina y nos transformamos en educadores populares comunitarios, queríamos crear conciencia de la importancia de la organización popular y fue extraordinario, trabajamos con la gente”.
Al estar ahí, fundó varios preescolares comunitarios, trabajó con mujeres, niños y buscaban financiamiento para proyectos productivos.
Ver a víctimas de violencia de género marcó mi vida
El feminismo llegó al camino de Malú Micher en varios momentos, uno de ellos fue al tener contacto con académicas, como Martha Lamas, Lucero González, pero también en las comunidades.
"Tomé un primer taller sobre lo que eran lo roles, y era una dinámica donde nos ponían unas fotografías de una plancha, un escritorio, teléfono, licuadora, y tú tenías que agarrar la imagen y colocarla en la pared debajo de un hombre, o de una mujer, cuando llegó la plancha a mis manos la puse en medio".
Otro momento que marcó a la senadora en materia de violencia de género fue descubrir lo que las mujeres sufrían.
"Otra cosa que marcó mi vida fue que en la experiencia rural fue que llegaban a reuniones con una herida debajo del ojo, o llegaban con un parche, un cachete morado, un brazo dañado.
"Yo les decía a las muchachas 'Oigan, ¿cómo que ya es mucho? ¿Qué le pasa a María? ¿No verá bien?' Y luego Juanita, luego Silvia... hasta que una de mis mejores amigas me dijo '¡Ay Malú, no seas tonta, les pegan'" .
Al ver esa situación, organizó talleres para la importancia en el respeto, la dignidad, la violencia contra las mujeres y empoderarlas.
Buscar interrupción del embarazo, una batalla contra el machismo y la ignorancia
Malú Micher ha tenido batallas muchas batallas contra el machismo, una de ellas fue en 1997 cuando fue diputada local en Guanajuato en la creación de una ley para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.
"Se aprobó en la Asamblea Legislativo, entonces retomamos esta misma propuesta y la llevamos a los estados. Convencer que la violencia existía, que las niñas eran abusadas por los abuelos o que los padres tocaban a las hijas fue muy difícil, pero lo logramos. Me costó un trabajal que entendieran que sí existía la violencia contra los niños".
Otro momento difícil fue en el 2000 cuando igual era diputada local quería garantizar que las mujeres violadas pudieran interrumpir su embarazo, lo cual no fue bien visto por la derecha y ultraderecha, pues como Malú Micher recuerda, fue agredida por ello.
"En el Código Penal de Guanajuato metimos una redacción para que las mujeres por violación accedieran a servicios de interrupción legal del embarazo. Puse una redacción muy buena y a la hora que se estaba leyendo el código, los 500 artículos, me dicen 'no solamente no va a aceptarse tu redacción sino que a las mujeres violadas que interrumpan su embarazo van a ir a la cárcel'.
"Nos pusimos en contacto con Vicente Fox, (quien acababa de ganar la presidencia), él hizo un gira por América Latina y cuando se bajaba de los aviones las feministas latinoamericanas lo recibían con mantas que decían '¿Vas a meter a la cárcel a las mujeres en el país si lo haces en Guanajuato?', se armó un merequetengue, la gente provida brotó por todas partes y atentaron contra mi persona: llamadas anónimas, carros afuera, agredieron a mis hijos en la escuela".
Recordó que el gobernador interino, Ramón Martín Huerta, y el obispo hicieron una encuesta para ver si se quedaba la redacción de la entonces diputada local.
"'La vas a perder porque la gente te va a decir que sí' y la perdió, entonces el Código Penal se quedó en su redacción original, no se aceptó mi redacción, hasta la fecha ahí sigue, pero fue una resistencia espantosa, no solo del machismo sino de la ignorancia".
¿Qué quiere Malú Micher en el futuro?
Para el futuro, Malú Mícher quiere ser "muy abuela", en el 2024 le gustaría que se mantenga la izquierda en el poder. En su labor como senadora, buscará impulsar varias reformas, por ejemplo, una para que cuando una mujer llegue sangrando a un hospital no sea acusada de asesina y las existencia de servicios médicos para aborto seguro.
JLMR