Se han desatado conflictos al interior de la administración municipal del municipio de Manuel Doblado encabezada por Gustavo Adolfo Alfaro (PRI), luego de que servidores públicos denunciarán prácticas de extorsión, despido injustificado y reducción de salarios al interior del ayuntamiento.
Se trata de personas a las que se está obligando a dejar de laborar bajo las siguientes modalidades:
La firma de licencia aceptando un periodo de 6 meses sin goce de sueldo, bajo la promesa de regresar a trabajar en diciembre.
La firma de licencia quincenal por 4 meses, donde se estará renovando licencia cada mes por una quincena sin goce de sueldo, es decir cobrando la mitad de sus honorarios mensuales, siendo la tercera y última opción su liquidación en caso de no acceder a las dos anteriores "Si no firmas tu licencia, te liquidan".
Hasta el momento las direcciones notificadas son las de educación, desarrollo económico, salud, deporte, contraloría, ecología, protección civil y desarrollo social. Se estima son más de 200 trabajadores quienes podrían quedarse sin sus ingresos completos durante la contingencia, con afectaciones en el pago de su seguro IMSS y aguinaldos.
A través de un testimonio de un servidor público, quien prefirió mantener el anonimato por seguridad, se presume que el actual alcalde estaría buscando re capitalizar las arcas municipales con esta medida: "Algo traen, algo traman, porque Adolfo tenía que juntar 8 millones porque no se los quiso autorizar el ayuntamiento"
Son varias las personas que se abstienen a denunciar por miedo a las represalias de perder su empleo de manera definitiva.
"Son licencias domésticas donde solamente van a servir para justificar el día de mañana cuando llegue la auditoría de porque no se pagó la quincena. Como supuestamente lo que le llegaba al municipio eran 8 millones y ahora le llegan 2.4 y la nómina es de 3 millones, decidieron que a algunas personas les iban a rebajar el sueldo", argumenta un ex empleado.
Se trata de una situación atípica, puesto que el presupuesto y gasto para salarios se encuentra preestablecido y etiquetado, por lo que no es un gasto que pueda calificarse como extraordinario ante la pandemia.