María Corina Machado se reunió con el líder del equipo que la rescató de Venezuela la noche del martes 9 de diciembre, rodeados por el mar Caribe, en una completa oscuridad.
Bryan Stern, fundador y presidente del grupo Grey Bull Rescue, se estaba uniendo al operativo de extracción de mayor perfil para su organización, a la que considera humanitaria: llevar a salvo a la líder opositora a Oslo, Noruega, donde le esperaba el Premio Nobel de la Paz.
¿Cómo ocurrió el suceso?
Todo comenzó para Stern el viernes 5 de diciembre, según dijo en una conferencia a medios: “la noche pasada del viernes estaba saliendo de Aruba hacia Florida, y en mi vuelo de conexión a Miami, encendí mi teléfono y recibí una serie de mensajes de texto de un amigo que me preguntó si estábamos haciendo cosas en Venezuela y preguntó si estaría interesado en liderar un proyecto muy interesado.”
Eventualmente, su amigo lo puso en contacto con el equipo de María Corina Machado, quien buscaba salir de Venezuela en medio de la vigilancia de inteligencia venezolana y de aliados, quienes la identifican como uno de sus principales objetivos.
Bitácora de la operación
La operación se puso en marcha y el operativo fue nombrado como se nombró a su objetivo: 'Dinamita Dorada', debido al alto perfil y la complejidad de la persona a extraer.
Así fue como el 9 de diciembre, el equipo de avanzada de Grey Bull Rescue hizo contacto con Machado en el interior de Venezuela.
“Yo fui el que trasmitió el mensaje, ‘jackpot, jackpot, jackpot, Dinamita Dorada’, y la gente en mi equipo, comenzó a enviar emojis con dedos arriba, fue cuando dije rápidamente que se calmaran, porque aún teníamos que llegar a casa y todo comenzaba a ponerse serio”, cuenta Stern.
Entonces, comenzaba el componente terrestre: trasladar hacía costas venezolanas a la mujer, donde le esperaban dos botes para trasladarla a la isla de Curazao, pero el camino se encontraba minado por retenes militares que estaban en alerta ante el conocimiento de que María Corina Machado podía salir del país con rumbo a Noruega. Algo que, según el veterano del ejército, había causado que intentos previos para rescatar a Machado se cancelaran.
“Nos preocupaba ser detectados, nos preocupaban las respuestas, nos preocupaba que los F16 de Venezuela llegaran a atacarnos. Nos preocupaba la detección en tierra, mar y aire”, recuerda el líder de Grey Bull Rescue.
Salida de Venezuela
Sin embargo, la experiencia que presume el grupo, que con la extracción de Machado suma 800 operaciones en países como Afganistán, Ucrania, Rusia, Sudán, Israel y Gaza, permitieron evadir a la milicia venezolana, por lo que lograron que el objetivo abordara un bote.
“La recogí y la subí al bote, estaba emocionada, muy feliz, yo estaba empapado, ella estaba empapada y ella solo dio un respiro profundo”, cuenta Stern.
Pero ahí, en mar abierto, otra preocupación del equipo surgió: que Estados Unidos, que mantiene una vigilancia férrea en la zona bajo el pretexto de contrarrestar operaciones de narcotráfico, los confundiera con un enemigo y los atacara.
“En este caso, debido a que el ejército de Estados Unidos está llevando a cabo operaciones militares en esa parte del mundo, estaba preocupado profundamente de ser objetivo del ejército.
"Éramos dos botes en el mar, en las costas de Venezuela, en la oscuridad de la noche haciendo algo y el ojo en el cielo podía vernos, y eso podía ser malentendido como algo malo (…) sabían en dónde estaríamos operando, cuales eran nuestros puntos de operación en los más altos niveles y en los últimos minutos informamos cuál era el objetivo, la mayoría de las personas con las que colaboramos pensaban que íbamos a sacar a un estadunidense de Venezuela”, expresó.
¿Cómo llegó María Corina Machado a Curazao?
Más de tres horas después, en mar abierto y de haber perdido el GPS principal del bote líder, Machado, Stern y su equipo llegaron a Curazao, desde donde el 10 de diciembre, de madrugada, abordó un vuelo privado que la llevó finalmente a Oslo, Noruega.
Aunque no alcanzó a recibir el Nobel de la Paz en la ceremonia oficial, sí fue recibida como una campeona de la resistencia política en Venezuela, ella recuerda que durante el operativo de rescate, el Premio Nobel no era una prioridad.
“Cuando iba en el bote no hablaba del Premio Nobel, hablaba de que vería a su hija por primera vez en casi dos años”, mencionó.
Según confirma Stern, el gobierno estadunidense no estaba al tanto del operativo y tampoco lo financió, sino que el dinero llegó a través de donantes privados.
“Fue financiado privadamente, no a través del gobierno, no a través de ningún gobierno de ningún tipo, en ningún aspecto (…) esta operación fue por mucho la de mayor riesgo que hayamos hecho”, refirió.
Aunque aseguró que su organización es completamente apolítica, sí lanzó una advertencia a Maduro, a quien identifica como un usurpador del poder en Venezuela que, asegura, le pertenece a Machado.
“Yo le diría a Nicolás Maduro que no le deseo enfermedad o el mal, solo quiero que se vaya, deja Venezuela a la gente, ya ha hecho suficiente, ha hecho suficiente.
Es hora de irse. Y espero en Dios por el bien de su familia que escuché porque lo que sé es que su presiona demasiado, algunos tipos rudos en medio de la noche podrían recordarle sobre la fuerza de los Estados Unidos.”
JCC