Regulación de cannabis por interés económico, no terapéutico: Cofepris

José Alonso Novelo, titular de Cofepris, aseguró que hay evidencia del riesgo de la planta, pero que atenderán los ordenamientos de la Suprema Corte para eliminar aranceles a la semilla y al autocultivo.

José Alonso Novelo Baeza, director de la Cofepris, durante su comparecencia ante el Senado (Cuartoscuro)
Blanca Valadez y Angélica Mercado
Ciudad de México /

Ante la exigencia de los senadores de armonizar la reforma para regular el uso de la mariguana y sus derivados, entre ellos el THC, para el tratamiento de enfermedades, el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), José Alonso Novelo Baeza respondió que “detrás de la cannabis no hay realmente propósitos terapéuticos; hay un gran interés económico”.

Novelo Báez refirió que la Cofepris cumplirá con lo ordenados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para armonizar ese reglamento para eliminar los aranceles a la importación de la semilla de la mariguana, permitir su cosecha y el autocultivo en el país, su venta y consumo con fines terapéuticos y de investigación científica.

En la comparecencia, donde Jesusa Rodríguez, de Morena se levantó y salió cuando escucho lo relativo a los intereses que privan detrás de la cannabis y después Martha Marquez, de Acción Nacional lo consideró no aptó para el cargo de comisionado de Riesgos Sanitarios, Novelo Baeza recordó que desde la administración pasada se empezó a abrir el negocio de la mariguana al sacarla, en 2017, del grupo de medicamentos controlados psicotrópicos “para darle un trato diferente” y proponer su uso industrial y terapéutico.

“Nos corresponde a nosotros como brazo del sector Salud, fundamentalmente para evitar riesgos, evaluar el tema de la cannabis desde el punto de vista médico y de la investigación científica; privilegiando el riesgo y no el valor terapéutico. En la historia de la cannabis hay evidencia probada de su riesgo a la salud, daño al sistema nervioso central, daño social”, aclaró.

A nivel mundial, sólo hay seis registros de moléculas de la cannabis que carecen de una prescripción precisa como medicamentos: uno es para potenciar la anestesia, cuestiones para paliar el dolor, control de conductas psiquiátricas, “hay quien dice oncológico” y lo más cercano a un tratamiento es para reducir convulsiones refractarias.

Pero en la Copfepris “no seremos cerrados”, abundó, para explorar la posibilidad de que la molécula sea sujeta de investigación, por parte de científicos acreditados, sobre el delta-9-tetrahidrocannabinol, el principio activo de regulación de síntomas, más allá de la planta y sus aceites “violando un principio del medicamento que es seguridad, calidad y eficacia”.

La Cofepris carece de un área científica y sólo aceptará investigaciones con “altos requerimientos de método”. No se aceptará nada de sembradíos en traspatios ni de laboratorios improvisados.

Se efectuará, abundó, un padrón científico y de investigadores, cuya metodología será evaluada por expertos en la materia. “Tengamos en cuenta que si se sacan medicamentos de la cannabis, ningún medicamento se lleva menos de 15 años de proceso. Un cosa son los remedios y otra medicamentos”.

La Cofepris refirió que actuará con ética y barrerá todo tipo de corrupción desde arriba para abajo, inclusive, su trabajo está sujeto a cualquier escrutinio.

Además, anunció que en México se prohibirá el cigarro electrónico y los vapeadores por el grave daño a la salud, y se hará una campaña nacional para explicar sobre el daños que hace este tipo de dispositivos.

AE

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