En la ceremonia del aniversario luctuoso del Benemérito de las Américas, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, dejó testimonio en el libro de visitantes distinguidos del Panteón San Fernando, donde reposan los restos del prócer oaxaqueño.
"Es un honor estar el día de hoy en el 149 aniversario luctuoso del presidente Benito Juárez García, recordando los principios de austeridad republicana, abolición de los privilegios y autodeterminación de los pueblos y no intervención”, expresó.
En representación del gobierno de la Ciudad de México, Batres señaló que la vida de Benito Juárez fue una epopeya, una historia épica, tejida en la adversidad, que evoca una gran cantidad de símbolos y referencias para la actualidad.
En un comunicado destacó que Benito Juárez venció las barreras de una sociedad colonial, clasista, de castas y racista.
"Se abrió paso de manera sorprendente, hizo una carrera política peculiar en los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Desde muy joven abrazó la causa del liberalismo mexicano, por eso pronunció aquella frase: ¿por qué soy liberal? porque los liberales son amigos de los pobres”, dijo.
Batres añadió que los elementos valorativos necesarios para consagrar un principio que muchos años después se plasmaría en la Constitución, son el principio de autodeterminación y no intervención.
Además al finalizar esa lucha la República encontró estabilidad democrática y pudo incorporar a los preceptos de la Constitución de 1857 el legado de las Leyes de Reforma.
En el acto organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, agregó que las Leyes de Reforma contienen los elementos más profundos de la transformación de aquel entonces: la libertad de culto, la separación entre el Estado y la Iglesia, el registro civil; y la nacionalización de los bienes eclesiásticos como una forma de redistribución de la propiedad.
Evocó el legado de Benito Juárez, la austeridad republicana, la defensa patriótica de México, las libertades y el Estado democrático y la vocación de la lucha contra los privilegios.
“Recordamos que Juárez fue un gobernante que siempre planteó la supremacía de la ley”, precisó.
En tanto, Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, recordó que cuando era niño, su padre lo llevó donde reposan los restos de Benito Juárez y le comentó: “Este hombre nos dio educación y libertad”. Este episodio personal marcó la ruta profesional y de vida del abogado, quien agradeció el legado de Juárez, sobre todo las Leyes de Reforma que sentaron las bases de la Constitución que hoy rige al país.
Acompañaron al secretario en el evento, Vannesa Bohórquez López, secretaría de Cultura capitalina; Rosa Elena Sánchez Juárez y Delfín Sánchez Juárez, descendientes de Benito Juárez y Felipe Ávila Espinoza, director general del Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
Además, asistieron Jorge Elías Teherán Cervantes, encargado del despacho de la Coordinación de Enlace Federal del Gobierno del Estado de Oaxaca; Claudia Alba Arroyo, directora general de los Derechos Culturales, Recreativos y Educativos en la alcaldía Cuauhtémoc; y Óscar González Azuela, presidente de la Academia de Historia y Vocal de la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
FS