El director general de Materiales Educativos, Marx Arriaga, dijo que la “derecha educativa” está nerviosa por la revisión del modelo educativo, por lo que pidió a docentes y madres y padres de familia que confíen en las asambleas organizadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) porque están elaboradas por funcionarios que “no mienten, no roban y no traicionan”.
Durante su participación en el cuarto día de la Asamblea de Análisis del plan y los programas de estudio para el diseño de los libros de texto gratuitos para la educación básica, realizada en Chetumal, Quintana Roo, el funcionario volvió a arremeter contra especialistas que han criticado la celebración de los encuentros y aseguró que los odios no mueven a la SEP.
“Si hubiéramos recibido un sistema educativo nacional sano con aulas pertinentes, con aulas con agua, luz, baños, salarios dignos, capacitación para los profesores, bibliotecas, planes y programas que integraran a todos, con unidad y sin segregaciones y libros de texto sin un sesgo mercantil, entonces todo lo que hemos señalado en estos foros, en las anteriores asambleas sería una mentira.“Se pudiera señalar que los odios mueven a la Secretaría a mentir, pero no, eso no es así, todos los profesores sabemos que por décadas se fue debilitando el sistema educativo nacional con la intención de privatizarlo, así que no miento, tenemos un sistema educativo agónico y necesitamos este diálogo en estas asambleas para definir en colectivo cuáles son los fines la educación, que se contemplan en el diseño curricular y que deben de estar en los libros de texto gratuito”, expuso.
Frente a decenas de docentes, Arriaga defendió el discurso presidencial de “no mentir, no robar y no traicionar”, incluso dijo que realiza los recorridos de las asambleas por el país con el mínimo de viáticos.
“No mentir, no robar y no traicionar. Tampoco robamos, hacemos este viaje por todo el país en una camioneta llena de libros para las bibliotecas públicas y casi sin viáticos y lo hacemos no porque seamos mártires, sino porque somos servidores públicos y cada peso que ahorramos representa más libros para las bibliotecas, para la comunidad. No traicionamos, en este caso yo soy un profesor de 19 años de servicio y conozco las debilidades del sistema educativo nacional porque las he vivido, de ahí que no los traicionaré”, indicó.
El funcionario aseguró que las discusiones no sólo derivarán en cambios de palabras, sino en una transformación de los planes y programas de estudio, tras lo cual se volvió a lanzar contra el que fuera subsecretario de educación básica, Gilberto Guevara Niebla, en el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Lo que discutimos aquí no es una cuestión de vocabulario, sino de agendas educativas gerenciales que imitan las dinámicas de la maquila, que ven al alumno como un producto, como un capital humano, agendas educativas que se alejan del humanismo y la comunidad, así que esto no se trata de prohibir palabras o cambiar competencias por competencias, o calidad educativa por solidaridad. Estas asambleas no representan un cambio de vocabulario educativo, sino un cambio de lo que representan esas palabras.El problema no es la palabra éxito, sino cómo se utiliza para generar una política educativa de segregación y clasismo.
“Entiendo que la derecha educativa esté nerviosa y enojada y que ahora apelen a los padres de familia para detener este cambio curricular, pero les pido a las tutoras y los tutores de familia que confíen en los docentes que estamos en esta asamblea, es mentira que de estas asambleas lo único que podemos esperar es que salgan bodrios, monstruosidades que puedan impactar en la educación”, recalcó.
JLMR