“Máynez Presidente” no quiere quitarle el recreo a los niños. Y no tiene TikTok

El candidato que ganó perdiendo se parece poco al bailarín de redes sociales. En una conversación con DOMINGA revela sus secretos de campaña y cuenta la historia detrás de la sonrisa del debate.

Jorge Álvarez Máynez, en una visión desde su oficina en la CdMx | MILENIO
Ciudad de México /

En la mesa todo luce aesthetic, como una postal de Instagram. Lo espera una pequeña comitiva de jóvenes que trabajan con él. Han preparado todo para que a su llegada encuentre montados los rollos de guayaba de la panadería Rosetta —el único pan con estrella Michelin en México—, pistachos y el té que le gusta. Una chica que parece veinteañera, de cabello medio rubio, va de un lado a otro para verificar que todo esté perfecto. Propone algunos spots para que nuestro fotógrafo le haga un retrato. Camina rápido, de un lado a otro, abre puertas, le cuesta quedarse quieta.

Propone usar alguno de los sillones vintage amarillos o los muñequitos de felpa que llevan el rostro de Jorge Álvarez Máynez. Se exhiben en una credenza minimalista junto a fotos de su familia, un peluche del Dr. Simi y una amplia colección de libros que van desde Luis Spota hasta el genocidio. 

Las chicas que trabajan con él saben cómo lograr la toma perfecta. Es su fuerte: que todo esté on point. “Creo que con gorra no, eh”, sugiere al fotógrafo, tiene estudiado lo que no le favorece a su jefe.

Sin aspavientos, Máynez llega a esta sala, con vistas a la Ciudad de México, en las oficinas de Movimiento Ciudadano, en la colonia Nápoles. Saluda con un tímido “hola”, con distancia, y su equipo lo rodea de inmediato. 

Viste un pantalón de vestir verde oscuro y un saco slim-fit de corte moderno que le queda a la medida. Máynez es más bien clásico, no calza los tenis naranja “fosfo-fosfo”, como sus camaradas del norte. Se parece poco al “Máynez Presidente” de las redes sociales, el que durante las pasadas campañas electorales logró colocar hits en los antros, estar en el Top Ten de Spotify, el de los filtros virales y los tres millones de seguidores en TikTok.

Jorge Álvarez Máynez superó las expectativas de los analistas políticos/ Fotografía: Ariel Ojeda/ Collage: Margarita Salmorán

El personaje “Máynez Presidente” –como lo dicen en redes sociales– es más conocido que el excandidato Jorge Álvarez Máynez. Decenas de millones recuerdan al hombre de 38 años con su piochita, bailando y cantando, saltándose la cerca que divide a la tarima de la gente. La imagen del alfil naranja pateando un balón de fútbol aún está en la cancha del imaginario colectivo. 

La sonrisota del primer debate presidencial quedó ya registrada en la historia política de México. El fenómeno de TikTok, sin embargo, luce un tanto distinto cuando hablamos con el zacatecano, durante una entrevista reposada para DOMINGA, la revista digital de periodismo narrativo que estrena hoy su primera edición.

—Y a todo esto, ¿usas TikTok?
—No, no, incluso TikTok es una aplicación que todavía no tengo en el cel, creo que sí hay, cuando te digo de la Generación Z, una frontera—contesta el político millennial, sonríe. A veces parece que mira a la nada, habla pausado y cuidadoso, como tratando de pensar lo que va a decir.

Máynez milita desde hace 11 años en Movimiento Ciudadano, fundado en 1999, un partido de centroizquierda que también le llama “PRIAN” a la otra oposición, tal como lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias mañaneras.

Llegó a la candidatura presidencial, más o menos como sucedió en 1994: el priísta Ernesto Zedillo Ponce de León, entonces coordinador de campaña de Luis Donaldo Colosio, se convirtió en el sucesor cuando fue asesinado el candidato. 

En el caso de Máynez, empezó como coordinador de la campaña de Samuel García, un estridente gobernador en Nuevo León también convertido en influencer gracias al apoyo de su esposa, Mariana Rodríguez, la “chabacana” –como la conocen en Instagram–, una celebridad del lifestyle que tiene una marca de maquillaje. García quería ser candidato presidencial, pero lo mató el “PRIAN” políticamente. Y entonces apareció Máynez.

Al estilo regio, la pareja “fosfo fosfo” ya había arrancado su precampaña en redes sociales y se había lanzado confrontativa contra el mundillo político. “¡Demuestran el miedo que me tienen los prianistas!”, dijo García a finales de 2023. 

En un movimiento político sin piedad, la oposición en Nuevo León logró que el Poder Judicial del estado suspendiera la licencia que había solicitado para contender por la Presidencia de México, echando abajo sus aspiraciones en nueve días. Hasta López Obrador dijo: “¿Cómo creen ustedes que yo no voy a defender a alguien que lo quieren descalificar o ganarle en la mesa?”.

Jorge Álvarez Máynez fue coordinador de la campaña de Samuel García antes de ser candidato a la presidencia/ Ariel Ojeda

Lo que sucedió tras bastidores de Movimiento Ciudadano aquellas semanas de definiciones a finales de 2023, aún es difícil de reconstruir. Por una parte, el gobernador Samuel García se adjudicó el nombramiento de Jorge Álvarez Máynez, a quien llamaba “mi compadre", mientras que el dirigente naranja, Dante Delgado, aseguraba que había sido un consenso donde se escuchó y atendió a las fuerzas políticas más representativas del partido.

—Siempre digo que la política es de escenarios —comenta Máynez. También se dice que en política no hay sorpresas, sino sorprendidos, y que cuando la gente enfrenta algo que no estaba previsto, en política es porque no hizo bien su trabajo y creo que teníamos previsto ese escenario desde el inicio.

Cuando tumbaron a García, confiesa que retomó la posibilidad de ser él; que se convirtiera en el candidato presidencial de su partido fue un acto de generosidad por parte de Delgado, reconoce.

—Y mucha gente, mis amigos me decían ‘no hay manera de salir bien librado de eso, vas a una batalla perdida de inicio, te van a lastimar’. La mayoría de las recomendaciones que tenía, de personas cercanas, era de no ir a esa aventura.

Jorge no tenía, sin embargo, la personalidad escandalosa de García. Analistas políticos decían que no iba a despegar. Desde enero de 2024 se evidenció el contraste y no para mal. En un video que la pareja regia subió a redes sociales, sacaron sus tenis naranjas fosforescentes, prepararon la mesa y pusieron sus vasos michelados con cervezas Carta Blanca para la ocasión. Samuel, con voz fuerte, sostenía el hombro de Máynez como si fuera el tío enfiestado. 

“Aquí, a mi compadre le paso la estafeta, que era el coordinador. Por eso me dejé la barba, una piochilla para mandar una señal”, dijo dicharachero. 

A un costado, Jorge intentaba mantener la sonrisa, pero volvía a su forma natural: estar calmado. Ese día se dirigió a los jóvenes y con ello empezó a hablarle al público que no tardaría en volverse su votante.

—¿Cómo fue desprenderte de esa personalidad, la de Samuel García?
—Nos llevamos muy bien, pero somos súper súper distintos —mira al frente, hace pausas largas y continúa—. No tenía ningún interés en replicar su forma de ser. Además, creo que es irrepetible, creo que también en México, en particular, nos define mucho el regionalismo. Pero creo que supimos encontrar también las cosas que sí soy y que nos permiten tener un toque de ligereza [con la gente].
El perfil...

Jorge Álvarez Máynez

— Nació el 8 de julio de 1985, en Zacatecas.

— Estudió Relaciones Internacionales en el Iteso.

— Tiene tres maestrías: Administración Pública y Políticas Públicas, Estudios Internacionales; y Derecho Constitucional y Derechos Humanos. 

— Esposo de Sarah Aguilar Flaschka. 

— Padre de Luciano y Constanza. 


A pesar del contraste en su personalidad, no tardó mucho en romper el hielo y posicionar su nombre. Para Máynez hubo un momento culminante que lo lanzó y convirtió en un fenómeno viral: el primer debate presidencial en abril de 2024, quizás el más tenso de todos.

Las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Galvéz se atacaron con fiereza, sacaron cartelitos y señalaron las presuntas irregularidades durante sus gestiones. En cambio, el alfil naranja aprovechó el debate para que la gente supiera quién era él. 

Una sonrisa que parecía nerviosa le valió el posicionamiento a nivel nacional. Máynez mantuvo durante casi dos horas una sonrisa grandota, de esas que dejan ver hasta la encía de los dientes. Pero, de repente, pasaba de reír a una expresión más bien triste, “como si estuviera disociando”, decían en las redes sociales.

Tras el primer debate presidencial la popularidad del candidato de Movimiento Ciudadano despuntó/ Ariel Ojeda

Los memes explotaron en X, Facebook e Instagram. Una foto en primer plano de su rostro sonriente se acompañaba de frases que decían: “Tú muriéndote de risa cuando tu tía mocha empieza contar chistes de la parroquia”. Dos fotos, una sonrisa y otra seria. “Primer día de trabajo/una semana después”. Jorge tomaba unos tragos de un termo color naranja, lo que despertó preguntas entre la gente más joven y expresiones de risa: “¡saca lo que estás tomando para andar igual!”.

El 8 de abril de 2024, Máynez fue quien logró el mayor número de búsquedas en Google, colocándolo por encima de Sheinbaum y Gálvez. La gente quería saber quién era. 

Fue ahí que la gente supo que había estudiado Relaciones Internacionales y tres maestrías en Administración Pública, Estudios Internacionales y Derecho Constitucional y Derechos Humanos. Fue diputado local en su natal Zacatecas y luego diputado federal y coordinador de la bancada naranja. De hecho, ha presumido que presentó más de 300 iniciativas y era uno de los legisladores más productivos.

—Un poco es una parte [la sonrisa] natural, pero me acuerdo que ayudó, que justo cuando íbamos en el camión al debate, en el llamado ‘fosfobús’, Alejandra Barrales me dice ‘te doy un consejo, Jorge. En esos tiempos muertos que están hablando los moderadores piensa en tus hijos, eso te va a poner de buenas’. Yo creo que eso ayudó a la sonrisa. Siempre que iba a los debates yo lo hacía, y me funcionó muy bien —y se ríe otra vez, lo hace igualito al Máynez de la televisión.

¿Alguien aún tiene dudas de lo que tomaba en el termo naranja? Era un té antigripal porque, para sumarle más tensión, se le había cerrado la garganta luego de una limpia que le hicieron con humo.

Máynez se da el crédito de la viralidad que tuvo en redes sociales, porque antes de ser candidato fue estratégico. Aprendió del pulso de ese mundo cuando era el coordinador de campaña de García. Muy rápido logró incrementar su fandom, que pasó de 100 mil a 3.3 millones de seguidores en TikTok, y entre los que se encuentran sobre todo niños y adolescentes como su audiencia. No votaron en esta elección, pero lo harán en las siguientes.

Unas semanas después del debate presidencial, lo volvió a hacer: fue de la mano de Moy Barba, un compositor jalisciense que ya había creado canciones exitosas para Movimiento Ciudadano. Es la mente detrás del hit “Movimiento Naranja” que resonó en la radio en 2018 y puso al partido en las radios de todo país. Barba logró que los jingles vivieran fuera de las campañas electorales.

Presidente Máynez, Máynez

Máynez, Máynez presidente,

de México, ¡uh!

Si yo digo presidente, tú dices Máynez

Presidente, Máynez

Presidente, Máynez

La canción “Máynez Presidente” dice 23 veces su nombre, lo que recuerda a artistas como Snoop Dog. En su canción “What's My Name?”, de 1993, dijo su nombre al menos 40 veces porque quería que la gente lo identificara al inicio de la carrera. 

Cinco años después, Eminem dijo que quería lo que Snoop había logrado: posicionar su nombre. Moy Barba definitivamente lo entendió y lo logró con Máynez. Pero el equipo detrás de redes le hizo, además, un baile perfecto para volverse viral: pasos sencillos y Mariana Rodríguez enseñando los pasos.

En TikTok, Jorge Álvarez Máynez pasó de 100 mil a 3.3 millones de seguidores/ Ariel Ojeda
—En el tema de las redes te diré que así lo intentamos, pero tú nunca puedes predecir. Por ejemplo, la lógica del “Presidente Máynez” era que yo tenía un problema terrible de posicionamiento, me desconocía el 85% de los mexicanos [...] y bueno, el que haya sido un fenómeno así es producto del trabajo colectivo y del talento.

Una explosión de publicaciones en TikTok inundó la red social china: niños y niñas en grupo haciendo la coreografía con la canción; vimos a niños andar en bicicleta por sus colonias con una bocina sonando a todo volumen la canción viral del momento; también llegó a los antros del país, tocándola a medianoche después de un set de perreo sucio o en una boda elegante. Después vendrían los filtros con su rostro o la incursión en las listas de los videos más reproducidos de Spotify.

—Cuando voy a un evento en Matamoros se acerca un señor y me dice ‘oye, yo soy el candidato del PRI y del PAN al Senado, pero aquí están mis hijos, ¿nos podemos tomar una foto?’ Amigas y amigos en el periodismo que son abstencionistas me decían ‘que foto para mi hijo, mi hija’. Creo que sí se logró romper una barrera con esas generaciones.

Pero el fenómeno Máynez también llegó a una de las redes más duras, la de Elon Musk: X. Durante la campaña, los swifties –los fans de Taylor Swift– descubrieron un viejo tuit del año 2011, en el que Jorge decía que le gustaba la cantante. Así que lo adoptaron. Para él todo tiene que ver con que la gente lo sintió cercano.

Por eso en estos meses su vida no paró: siguió yendo a los partidos de los Pumas, a conciertos alternativos y demás eventos, mientras que la cúpula política del PRI y el PAN no salieron de sus casas y no convivieron con la gente. “Nos gobiernan los extraterrestres”, asegura.

El impacto del fenómeno viral fue tan amenazante para la oposición, que gente del PRI esparció en redes el rumor de que Máynez le iba a quitar el recreo a los niños. Jorge se carcajea al recordarlo.

—Empezamos a tener esa discusión con los niños, yo les tenía que decir que no era cierto, que no les iban a quitar el recreo. Y sí me dio mucha tristeza ver a muchos [niños] tristes el día de la elección, porque siento que a todos se nos olvidan todas las inseguridades y dudas que te atraviesan cuando eres niño. Creo que realmente lo que pasa con la niñez en este país está mal diagnosticado. Excluidos y abandonados de la discusión.

Está consciente del trabajo monumental que logró su equipo de campaña, incluida la agencia Euzen Consultores, quienes han impulsado las campañas de otros políticos de su partido. Más de 150 personas lo ayudaron a posicionarse, a colocar los hits y potenciar su acercamiento, sobre todo entre los millennials y centennials

'Presidente Máynez' llegó al Top Ten de Spotify/ Ariel Ojeda

Finalmente, el 2 de junio, Máynez logró una elección histórica para Movimiento Ciudadano. Sabe que ganó perdiendo la elección. Obtuvo el 11 por ciento de los votos, lo que representó 6 millones de personas que marcaron su nombre en la boleta. Nunca su partido había logrado algo parecido.

—La primera decisión que tomamos y que fue distinta a todas las otras campañas, es invertir en encuestas, estudios de opinión y grupos de enfoque. Mucha gente, incluso de Morena, me dicen que ‘hasta a nosotros nos sorprendió el resultado’, la verdad es que a nosotros no. Para muchas personas del PRIAN era arrogante cuando decíamos: ‘no hay manera de que ustedes pasen del 30%’.

Pero no todo fueron memes y risas, también atravesaron una tragedia: cuando el 22 de mayo, durante los últimos días de la campaña en San Pedro Garza García, en Nuevo León, se desplomó el escenario. Una ráfaga de viento provocó el derrumbe. Nueve personas murieron y 112 personas resultaron lesionadas.

—Me dijeron ‘por favor, es el único día que puede Bronco’. Y entonces incluso volé de Tijuana directo a Monterrey, y cancelamos Mexicali—dice y agrega que ha sido el peor día de su vida.

Lo afectó mucho. El estado de ánimo de todo el equipo de campaña también estaba por los suelos. Transitaron de la euforia a la tristeza.

—Esta mente obsesiva también me hizo investigar mucho sobre el fenómeno meteorológico, en particular sobre lo sucedido, y seguimos en contacto con las familias, con los familiares supervisando, es un proceso largo, complejo y costoso.

A pesar de que el cierre de su campaña estuvo manchado por un trágico accidente, 6 millones de personas votaron por Jorge Álvarez Máynez/ Ariel Ojeda

Jorge Álvarez Máynez aún no piensa en la dirigencia de Movimiento Ciudadano, dice que no quiere ser esos políticos que siempre están ideando adonde van a brincar. Sabe que ahorita es el mejor momento para el partido, y que le calló la boca a aquellos que vaticinaban su fracaso.

Hoy tiene 3.3 millones de seguidores en TikTok y sus videos, después de la campaña, son una compilación de él yendo a partidos de fútbol, conciertos. 

La gente se acerca, lo abraza, se toma fotos, los niños le cantan y bailan su canción. “¡Eres Máynez!”, le dice un señor en Phoenix, Arizona, afuera del partido de la selección nacional este mes. En la mayoría de los videos aparecen niños: si pensáramos en términos electorales aún, Máynez está haciendo campaña con sus futuros votantes.


“Máynez Presidente” no quiere quitarle el recreo a los niños. Y no tiene TikTok


Laura Sánchez Ley es periodista independiente que escribe sobre archivos y expedientes olvidados. Escribió el libro Aburto. Testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo.


GSC/CMOG 

  • Laura Sánchez Ley
  • Es periodista independiente que escribe sobre archivos y expedientes clasificados. Autora del libro Aburto. Testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo (Penguin Random House, 2022).

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