Sobre las grietas de un piso con agua estancada, olor a orines de gato y rastros de ratas mezclados con basura, se encuentran más de un centenar de cajas apiladas de cartón con medicamentos e insumos caducos y en “buen estado”, ubicados en una de las carpas de improvisada dentro del almacén central de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa).
Los trabajadores del almacén central, ubicado en avenida Jardín 356, colonia del gas, alcaldía Azcapotzalco, han protestado y denunciado que desde febrero de 2020 se instalaron en total tres carpas en el terreno de dicho centro distribuidor para “resguardar” todo el medicamento e insumo adquirido, incluso donado, que se distribuye a unidades médicas, hospitales de segundo y tercer nivel de atención de la Ciudad de México, en tanto se hacían reparaciones al depósito.
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La función del almacén central es resguardar, acondicionar el producto y prepararlo para su distribución en diferentes hospitales, mantenerlo en condiciones óptimas de calidad y eficacia terapéutica, planear su demanda y control de inventarios, entradas y salidas, evitar el deterioro de insumos, incluso, tener reservas de tratamientos esenciales que requieran de una entrega rápida y eficaz.
Se trata de medicamentos e insumos básicos y controlados, desde insulinas, antibióticos contra infecciones, soluciones en polvo e inyectables, dopamina, azitromicina, glucosa, inmunoglobulina, hasta tratamientos de cáncer pediátricos, maternos, diversos insumos para los trabajadores de la salud de protección y de uso en terapias intensivas.
“Ellos sacaron medicamentos, material de curación, todo al patio, sin tener la precaución debida. Todos los medicamentos y materiales debían estar en un lugar fresco, sin contaminar. Se caducaron bastantes medicamentos, un estimado de 40 millones de pesos lo que está caducado es porque no se entregó” explicó un trabajador.
En la base de datos del sistema de abastos y control de inventarios de medicamentos, MILENIO comprobó, por ejemplo, que mil mil 200 envases con un frasco ámpula con polvo de Caspofungin, antimicóticos que retrasa el crecimiento de los hongos que causan infección, venció el 21 de febrero de este año con un costo de 2 millones 740 mil 266 pesos.
Un total de 3 mil 856 envases de Ácido valproico de 250 miligramos que sirven para prevenir convulsiones, epilepsias por afección del sistema nervioso, caducaron el 21 de julio de 2021 y la pérdida fue de 1 millón 034 mil 048 pesos.
Hubo 2 mil 130 piezas de Metotrexato, para el tratamiento del cáncer, que caducaron en enero de 2021 y constituyó una pérdida de 70 mil 101 pesos. Se trata de fármacos que se debió comprar en el extranjero por inexistencia.
Y también que 59 tratamientos de Beractant (fosfolípidos de pulmón de origen bovino) de uso intratraqueal y se utiliza entre los niños prematuros con síndrome que no pueden respirar bien por si solos, caducaron de agosto a noviembre de 2020, generando una pérdida mayor a 242 mil 515 pesos.
“Hay un medicamento para el pulmón, que es como un injerto, que está caducado, y representan 12 millones de pesos. Líquidos contra arañas está caducado y la merma es de más de 8 millones de pesos. Hay medicamento oncológico que se les mojó, estaba en una tarima, no lo encontraban. No sé qué hicieron después”.
Medicamento e insumos en mal estado se distribuyó en pandemia; Sedesa lo niega
En la denuncia que hicieron los trabajadores también aseguraron que “se distribuyó en plena pandemia, desde 2020 hasta 2021, equipo esencial de protección personal, medicamentos maltratado y contaminado, cubrebocas, nosotros les decíamos ¿Cómo es posible que puedan estar ahí, en la humedad, en medio de la basura. Batas de quirófano que están utilizando en la pandemia. Hay una cámara fría donde se mete material especializado que debe de estar refrigerado. Ese sí lo dejaron ahí. Bolsas de coloncopía, así como infinidad de material de curación y medicamentos”, explicó el trabajador.
Sin embargo, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México respondió después de varios requerimiento de información y, a través de una tarjeta informativa, que “todos los insumos, materiales y medicamentos que desde el almacén central se surten a hospitales cuentan con estrictos procesos de supervisión, como son las notas oficiales de salida que brindan especificaciones de lote y fecha de caducidad para cada producto”.
Señalan culpables
En las protestas públicas, los trabajadores han señalado como culpables de la pérdida del medicamento y su distribución en mal estado, a Xiomara Sala Guerrero, del área de insumos, y a Emma Luz López Juárez, de la dirección General de Administración y Finanzas en la Secretaría de Salud.
Los trabajadores insistieron que medicamentos e insumos maltratado, cuya calidad no fue debidamente calibrada, se fueron “a todos los hospitales que pertenecen a la Secretaría de Salud del gobierno de la ciudad, entre estos, el Centro Banamex que fue covid. Todos los hospitales que vienen siendo, si no mal recuerdo son 42 hospitales, tanto generales como para maternos, pediátrico y áreas del reclusorio”, aseveró.
“Hubo material que lo tiraron en la coladera, como el jabón quirúrgico que sirve para lavar material de quirófano. Es material en frío. Lo lanzaron a la coladera sin seguir la norma de residuos peligrosos. Ahí está el video, lo hicieron en la madrugada”.
Los trabajadores comentaron que hay oficios de quejas de hospitales por recibir medicamentos e insumos maltratados. “Hay hospitales que lo necesitan y lo han recibido, entraron oficios, desgraciadamente estos no los tenemos, han tratado de borrar todo del sistema”.
El personal reclamó y a ellos “no les importó. Ahora quieren desaparecer el sistema de abastecimiento y control que tenemos desde hace 20 años aquí en la secretaría de Salud y borrar todo”.
En el almacén remodelado sólo se ha colocado “material nuevo” y ya se desarmaron dos de las tres carpas improvisadas, incluso MILENIO continuó el seguimiento. Ahí quedan aún algunos insumos y fármacos en malas condiciones, caducos y rodeados de contaminantes.
“Con el reciente temblor se quebró el piso, se cayó una pared, o sea que la reparación fue entrecomillas un maquillaje”, aseguraron durante uno de los mítines de protesta.
Los trabajadores aseguraron que, aunque Finanzas ha denunciado un faltante de 410 millones de pesos, los intentos de acusar al personal de robo y desvío han sido desestimados por las autoridades.
“Hubo una denuncia contra tres compañeros de que habían sacado un medicamento. Hubo una investigación en el Ministerio Público de Azcapotzalco. Ellos salieron exonerados. No hubo pruebas. Las autoridades dijeron muchas mentiras en ese caso.
“No les encontraron nada. No hubo nada. Ahí empezaron a decir que hacían falta facturas. Había mucha gente que estaba metiendo mano de la Secretaría de Finanzas. Se estimaba que había 410 millones de pesos lo que había de faltante y eso nada más de medicamentos, faltaba curación”.
Y también aseguraron no estar impulsados por grupos de choque y partidistas para desprestigiar a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“No comparto sus ideas. No me interesa tumbarla, sólo que se haga justicia de lo que está pasando. Los trabajadores tenemos años aquí en el almacén. Hay compañeros de confianza desde hace 15 años y no les mejoran su folio, están ganando lo mismo, y aquellos que ellos trajeron con plazas de la Secretaría de finanzas, que viene con plazas de directores, administrativos, líderes coordinadores, tremendos sueldos”.
FS