Médicos alertan sobre severo desabasto de fentanilo medicinal en México

El desabasto se registra con tratamientos fabricados por Biogentec de Psicofarma, así como por los laboratorios Janssen y Pisa.

El fentanilo de uso médico tiene diferentes presentaciones. | Archivo
Blanca Valadez
Ciudad de México /

En México más de 28 millones de mexicanos sufren dolor crónico y fallecen con sufrimiento debido a la baja disponibilidad de opioides y, ahora con el desabasto de fentanilo medicinal, la cifra se disparará entre pacientes con cáncer terminal, afecciones pulmonares, artritis, lesiones en articulaciones, en cabeza y espalda, de acuerdo con un especialista al citar el reciente informe de Human Rigths Watch.

Pero además, Jorge Guajardo, jefe de la Clínica del Dolor del Centro Médico ABC, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que el 83 por ciento de los adultos y 98 por ciento de los niños carecen de tratamientos paliativos contra el dolor crónico, situación de la que no se escapa México a pesar de los intentos de los intentos de reformar la Ley General de Salud en materia de cuidados paliativos y promover la Ley de Voluntad de Anticipada para garantizar el derecho a una muerte digna.

Y la severidad de la falta de tratamiento también la ha hecho evidente el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) que en 2019 publicó el Estudio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México donde detectó que 41.5 por ciento de los adultos de más de 50 años de edad reportó sufrir dolor, siendo más frecuente en las mujeres (48.3%) que en hombres (33.6%), y el porcentaje de dolor aumenta en los adultos de mayor edad.

“El dolor crónico tiene serias consecuencias en las personas que lo padece: una de cada tres personas que tienen dolencias graves no pueden tener una vida normal, no pueden hacer ejercicio, ni dormir normalmente, ni participar en actividades sociales. Además, el dolor crónico es la principal causa de ausentismo laboral y discapacidad, lo que genera enormes costos para el sector salud. Su manejo inadecuado tiene severas repercusiones físicas, afectivas y socioeconómicas, para la persona, la familia y servicios públicos de salud”, de acuerdo con el reporte del INSP.

México, aclaró Guajardo, no ha cumplido con su compromiso de garantizar tratamientos paliativos a los mexicanos que los requieren, sino que ahora, con la auditoría que efectuó la Comisión Federal contra Riesgo Sanitarios (Cofepris) desde noviembre de 2022 a Biogentec, de Psicofarma, y con la suspensión de operaciones a la misma compañía al detectar “fármacos contaminados” de la línea de salud mental, el desabasto de medicamentos se agravó sin tener un "plan B".

“Hay como tres laboratorios en México que los vende (Psicofarma, Janssen y Pisa); otros ya vienen empacados de Europa, otros se hacían aquí como el caso de Psicofarma, pero al no tener, al cerrar una ventana, las expectativas que tiene los otros laboratorios no es de que van a producir más, es que ya está regulado anualmente lo que van a producir, o sea no hay un plan B. Si yo quito un fármaco no se puede sustituir tan rápido. Hay que esperar un año, para que se hagan las provisiones”, subrayó Guajardo.
Este tipo de sustancia ingresa bajo una estricta regulación de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la Oficina de Naciones Unidas. “No hay posibilidad de producir más de lo que se reporta anualmente a la JIFE”, añadió Guajardo, jefe de la Clínica del Dolor del Centro Médico ABC.
“El fentanilo es la llave maestra para controlar a los pacientes”, agregó Guajardo. “A nosotros los médicos nos dan un recetario especial donde podemos prescribir los medicamentos, que son recetarios especiales con un código QR. Si, con eso yo puedo recetar los medicamentos y no lo puede recetar cualquier médico. Sólo el que tenga este recetario, si, ahorita el problema es que no hay materia prima, no hay medicamento en las farmacias”.

Por ello, el anunció que efectuó el presidente Andrés Manuel López Obrador el 15 de marzo, de “pedir a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos, por otros analgésicos para dejar de usarlo”, resulta para los expertos inviable.

“Es ilógico el tratar desplazar al fentanilo siendo que ha sido una sustancia que ha aprobado su eficiencia en la cuestión de anestesias y ha reducido muchísimo el número de muertes por anestesia en el país. El desarrollar un medicamento alternativo nos va a llevar mucho tiempo y probablemente no vamos a tener la eficiencia grande ni la reducción de muertes que se tienen con el uso de fentanilo”, explicó Carlos Rius, académico de la Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Rius detalló que a México entran “microgramos” de fentanilo para desarrollar no sólo cantidades importantes de analgésicos utilizados, bajo supervisión médica, durante las intervenciones quirúrgicas, sino también soluciones inyectables y diversos tratamientos para combatir el dolor crónico y en etapa terminal.

Si bien, reconoció, existe un problema de salud pública con el fentanilo ilegal, nada tiene que ver con el destinado a fines médicos.

“La dosis letal de fentanilo es alrededor de dos miligramos, o sea estamos hablando dos granitos de sal, esa es la dosis letal. Se están poniendo 100 veces menos de fentanilo en el caso de las anestesias y bajo ese criterio no causa adicción”, aclaró Rius.
“Cualquier paciente que vaya a un hospital y que vaya programado o de forma urgente a realizarse algún tipo de procedimiento quirúrgico y pase por anestesia, cualquier tipo de anestesia, un bloqueo, una anestesia general, esos pacientes van a ser afectados porque el fentanilo prácticamente es la base de la anestesia”, añadió Sabrina Bretón, anestesióloga y paliativista.
“Si no tenemos un opioides potente como es el fentanilo, como se puede dar una anestesia, o sea no, no. Hay cirugías que por mucho que nos digan, no pues hazle un bloqueo, no son factibles sin un opioide. Yo si veo que es una crisis muy profunda. El confundir o el pensar que limitar el uso de fentanilo medicinal va a mejorar toda la cuestión que hay en la cuestión de tráfico de drogas, creo que no va por ahí”, sostuvo.

El desabasto se registra con tratamientos fabricados por Biogentec de Psicofarma, así como por los laboratorios Janssen y Pisa: Durogesic D-Trans, parche contra el dolor crónico; Fentanest, solución inyectable, narcótico analgésico; Fenodid, analgésico y Operativan, inyección contra el dolor.

Bretón comentó que, constantemente, está en contacto con las farmacias para establecer cuántas unidades quedan para tratar a sus pacientes.

“No, no nos pueden quitar este instrumento que está en útil en muchísimas áreas, en terapia intensiva, en anestesia, en cualquier área de hospitalización. En pacientes pediátricos. En pacientes oncológicos, o sea, no sé si realmente analizaron al soltar esta situación y que ahorita empiece este desabasto, no, o sea qué opciones nos van a dar”.

El fentanilo medicinal se utiliza en México desde la década de los setenta y, de acuerdo con los especialistas, las opciones terapeuticas como el Remifentanilo y Sufentanilo son más caras, complicadas de manejas. Se requieren, en el caso de Remifentanilo, una bomba de infusión que no todos los hospitales lo tienen.

La morfina, por ejemplo, no se puede dar a todos los pacientes, sobre todo a los que tienen problemas de hígado, además de causar efectos adversos como estreñimiento y adicción.

“Nuestra preocupación es que ese desabasto ya se extendión también a la oxicodona, a la misma morfina que es la más barata que tenemos; metadona, buprenorfina se dejan de producir. El laboratorio que tiene la materia prima es el mismo que fue sancionado por la Cofepris”, añadió Guajardo.

Para los especialistas consultados este desabasto masivo a demás de dejar sin opciones a los enfermos crónicos, coloca en un dilema a los que efectúan intervenciones quirúrgicas. “No sé si vamos a regresar a la época en donde no se le daba analgesia al paciente que entraba una cirugía y realmente eso así hacía que hubiera mayores complicaciones post quirúrgicas”, puntualizó Bretón.

“El índice de fatalidad en cuestión de anestesia con fentanilo se redujo, desde su uso, en más de un 50 por ciento. Antes, los pacientes podían morir en el quirófano, había mayor margen de error al estar operando porque el paciente se despertaba. Las complicaciones postquirúrgicas muchas veces se traducían en perder una pierna, cualquier miembro”, abundó Rius, de la UNAM.

El temor actual con el desabasto de fentanilo es que los pacientes ante una situación de dolor extremo están buscando soluciones en el mercado negro.

“Al no tener el fármaco de una manera legal y distribuido por las farmacias que lo controlan, lo que se propicia más el uso ilegal de fármacos. Ahí si vamos a tener serios problemas”, puntualizó Guajardo.
“Es muy triste porque si intentas darle calidad en estos últimos días, así como el final de vida, ya no lo estás logrando y tienes que recurrir al hecho de qué vente al hospital. Es un cambio de lo que tú buscabas en casa porque no tengo medicamento”, dijo Bretón.
“Es triste que el 15 por ciento de los centros médicos no cuenten con fentanilo y ahora ya se extendió a todo el país”, comentó Ángel Manuel Juárez, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD).

JLMR

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