La organización Mexicanos Primero urgió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a su nueva titular, Leticia Ramírez Amaya, a generar estrategias pertinentes para resolver el rezago en aprendizaje, temas socioemocionales, infraestructura y salud en las escuelas, y los diputados federales a discutir y aprobar una inversión sustantiva que ayude a atender dichas necesidades.
Fernando Ruiz, director de investigación en la organización, afirmó que la educación en México enfrenta una crisis educativa pocas veces vista en la historia reciente, y lo hace con un gobierno que no quiere reconocerla.
En conferencia de prensa explicó que el regreso se da en medio de incertidumbre, problemas de infraestructura, rezago en el aprendizaje, falta de vacunas, sin protocolos e insumos para la seguridad en los planteles escolares y problemas socioemocionales que deben ser atendidos a la brevedad.
Por ello, urgió dar el primer paso con un presupuesto educativo para 2023 que responda a las necesidades reales de los estudiantes.
“No todas las escuelas iniciaron en las condiciones esperadas…Y tampoco regresaron todos los niños. En el último reporte del ciclo anterior, más un millón de estudiantes no asistieron a las escuelas y, de acuerdo con nuestra investigación de Equidad y Regreso, 23 por ciento de las personas que continuaron a distancia lo hicieron porque la escuela estaba cerrada.
“En estos momentos, en una misma aula conviven estudiantes con experiencias escolares desiguales y sin una estrategia clara, enérgica y sólida para atenderlos…En las escuelas que pudieron reiniciar actividades están buscando cómo recuperar los aprendizajes perdidos. Identificamos que el 62 por ciento de los niños de 10 a 15 años no pudieron resolver un texto de 4to de primaria y 88 por ciento no pudieron resolver un problema matemático de tercero. Por aquí y por allá, los maestros relatan las diferentes caras del problema, niñas y niños de sexto grado que no saben multiplicar dos dígitos o realizar divisiones, jóvenes de tercero de secundaria que no pueden leer fluidamente o escribir un texto”, detalló.
A esto se suma, dijo, que el Presupuesto de 2021 y 2022 descuidó la seguridad sanitaria en las escuelas, responsabilidad que ha recaído en las comunidades escolares.
“Estimamos que las familias han tenido que pagar por lo menos 3,000 millones de pesos trimestralmente por la compra de insumos de limpieza y sanidad…La desconfianza en las medidas escolares y la falta de vacunación, entre otras razones, dificultaron la presencialidad en las escuelas. Se estima que alrededor de 8,6 millones de niños de 5 a 11 años todavía se encuentran sin una sola dosis”, señaló.
El especialista advirtió que el tema socioemocional, sigue siendo un pendiente, pues recordó que una investigación de la Universidad Iberoamericana, basada en 185 mil cuestionarios, identificó entre los maestros síntomas de estrés, ansiedad y depresión, mientras que Mexicanos Primero estima que uno de cada 10 estudiantes presentaron indicios de depresión.
Por todo ello, explicó es necesario gastar más y mejor en los programas que ya se han probado en materia de formación docente, acompañamiento para la recuperación de aprendizajes, horario extendido y alimentación, atención socioemocional e implementación curricular.
Laura Ramírez, directora de activación de agentes en la organización exigió a la autoridad educativa centrarse en los estudiantes que en este momento están en las aulas, y en todos aquellos quienes quedaron alejados de la escuela, de las discusiones políticas y económicas y de los intereses de quienes están en el poder.
Exhortó a los diputados federales a no jugar un papel de subordinados del Ejecutivo durante la discusión del presupuesto 2023, sino de defensores de los derechos de niños, niñas y jóvenes en la votación de partidas presupuestales.
“Ustedes tienen un papel crucial en el tema educativo, pues ninguna política pública existe realmente sin presupuesto adecuado. La disminución de la inversión en programas clave de los últimos años es un atentado contra los derechos de NNJ. Atender los problemas que hemos mencionado no puede recaer en las y los docentes, ni en los equipos directivos, ni mucho menos en las familias que han tenido que afrontar presiones económicas importantes ya por varios semestres. La solución de esos problemas debe venir del Estado, y ustedes también son responsables de que el sistema educativo pueda garantizar que las NNJ estén, aprendan y participen en la escuela”, lanzó.
La organización centró su exigencia en cinco puntos:
- Generar estrategias pertinentes para la recuperación de los aprendizajes con la implementación de un diagnóstico continuado que permita conocer la realidad de cada estudiante, el acompañamiento y la formación docente.
- Reafirmar la comprensión de lectura y las habilidades matemáticas aplicadas a la resolución de problemas.
- Además de sistemas de alerta temprana para evitar el abandono escolar, que el sistema educativo pueda coordinarse con otras instancias públicas como Bienestar y SIPINNA para ir por aquellos que ya no asisten a la escuela.
- Programas de educación socioemocional y de convivencia escolar, planteados como una prioridad tanto en la práctica de cada comunidad como en el presupuesto, para que las y los maestros cuenten con formación y acompañamiento para atender casos leves y contar con el apoyo de un mayor número de psicólogos educativos en el sistema.
- Inversión sustantiva en infraestructura y para contar con los recursos y la coordinación logística para que las y los estudiantes cuenten con cubrebocas y las escuelas con el material necesario para garantizar la bioseguridad, incluyendo la vacunación de NNJ.
Los especialistas advirtieron que el panorama en educación no es alentador después de la pandemia, pero es responsabilidad de la nueva titular de SEP, Leticia Ramírez, encabezar las estrategias efectivas de recuperación.
“No es su culpa secretaria, pero a partir del 1o de septiembre sí es su responsabilidad”, finalizaron.
LG