El litio, mineral de suma importancia estratégica para nuestro país, se ha convertido en uno de los temas primordiales de la agenda nacional, tanto por la cantidad de yacimientos que se han detectado en territorio mexicano, los avances tecnológicos que representan para México, y en especial, los beneficios económicos.
El gobierno federal tiene prevista una inversión de 36.8 millones de pesos entre 2023 y 2024, para exploración y evaluación de yacimientos, sin embargo, expertos señalan que existen aún grandes desafíos para que México pueda entrar al grupo de las grandes potencias de exportación de litio, producción de baterías de iones de litio y la electro movilidad. El más grande de ellos, según la experta en energía Gabriela Liñán, la arcilla.
‘La principal manifestación del litio en México es de arcilla, y esto es sumamente complicado, ya que no contamos con tecnología propia ni eficiente para explotarlo; se necesitan enormes cantidades de energía y agua, y esto no es ni viable ni ecológico. Lo cierto es que empresas como Tesla nos llevan la delantera en el desarrollo de patentes y procesos, en el tratamiento del litio en arcilla’, comenta Liñán Segura.
De acuerdo con un proyecto de inversión en cartera, presentado por el Servicio Geológico Mexicano a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en México se han descubierto hasta el momento 82 yacimientos de litio en 18 estados, y se tienen prospectadas 20 localidades como las más importantes para la extracción del mineral, las cuales se encuentran en Jalisco, Chihuahua, Nayarit, Puebla y Sonora; este último con 13.
En este sentido, y al ser México el noveno país con mayores reservas de litio, Gabriela Liñán, Maestra en Medio Ambiente y Desarrollo por la Universidad de Sussex, advierte la importancia de la inversión en tecnología, para evitar que nuestro país únicamente sea exportador de litio, y logre convertirse en productor global de baterías de litio y autos eléctricos.
‘Sin procesos de extracción rentables ni sostenibles, la brecha industrial de la manufactura de vehículos eléctricos y la extracción del mineral se vuelve una paradoja. Es un hecho que, sin tecnología propia, no habrá beneficios económicos a gran escala; deben ir de la mano la extracción de materia prima, el desarrollo de la industria y los avances tecnológicos’, agregó.
El valor del negocio del litio, desde su extracción hasta la fabricación de automóviles eléctricos y baterías, representaría para México una generación de 12 billones de pesos. Nuestro país cuenta con el yacimiento de litio más grande del mundo, ubicado en Bacahueáchi, Sonora.
VJHM