Pese a la crisis migratoria que enfrenta, México retrasará la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para analizar la situación que prevalece en los centros de detención en el país hasta el primer trimestre del 2020.
- Te recomendamos CIDH: a pesar de tortura, involucrados en caso Iguala no deben quedar libres Política
“Esta visita seguramente será en el primer trimestre de 2020, lo que pasa es que tenemos otras visitas, 16 en materia de derechos humanos que tenemos pendientes, en una suerte como de cola de peticiones y esta visita nos llegó en julio de 2019”, dijo la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado.
En entrevista a medios, señaló que en Ginebra -a dónde viajará esta tarde- se definirán las fechas exactas de la visita y posteriormente se darán a conocer a través de un calendario que será público.
“Esta visita va a ser seguramente el primer trimestre del 2020, lo qué pasa es que también tenemos otras visitas 16 visitas en materia de derechos humanos pendientes”, afirmó.
Frente a la crisis migratoria que se vivió este año con el repunte en el flujo y el acuerdo suscrito entre México y Estados Unidos para mitigar la gran cantidad de centroamericanos detenidos, el organismo internacional solicitó visitar México en al menos dos ocasiones.
Sin embargo, la propia secretaría señaló en su momento que México no permitiría ser tratado como una extensión de Estados Unidos y se rechazó que mientras la CIDH visitaba la frontera norte, también se visitaran los centros de detención en territorio nacional, por lo que se realizó la segunda petición.
Luego de que se diera a conocer que al menos 64 de los 193 países miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han incumplido en el pago de sus cuotas anuales, entre ellos México, la funcionaria aseguró que la SRE ya autorizó 20 millones de dólares para dar un adelanto del total.
Durante la inauguración del Common Action Forum 2019, que se lleva a cabo en el Museo Memoria y Tolerancia, Delgado Peralta, destacó la necesidad de que los actores políticos, sociales y la humanidad en general tomen una nueva conciencia colectiva y de ética pública para enfrentar los principales retos del siglo XXI como la migración y el cambio climático.
“Es un enorme reto para los gobiernos, la humanidad y las sociedades el hecho de que los cambios que están siendo muy acelerados nos dejan muy corto espacio para la toma de decisiones. El cambio climático y las migraciones, son dos fenómenos que requieren una gobernanza y conciencia global para enfrentarlos vamos a necesitar que todos los actores posibles nos sintamos en la misma responsabilidad, asumamos con un mandato ético la necesidad de actuar sobre los recursos y ecosistemas de una manera responsable”, puntualizó.
OVM