México, a través de su Misión Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), rechazó el derecho al veto que tienen los integrantes permanentes del Consejo de Seguridad y planteó reformar sus métodos de trabajo.
Durante el debate sobre la reforma del Consejo de Seguridad en el plenario de la Asamblea General de la ONU, realizado en Nueva York, el embajador Juan Ramón de la Fuente, sostuvo que el ejercicio del veto pone en entre dicho la igualdad soberana que debe de prevalecer entre los países de la organización.
"No fomenta la unidad ni promueve la búsqueda de entendimientos, como hemos podido comprobar a lo largo de los años el veto fomenta la división entre los miembros del consejo y socaba con frecuencia su credibilidad, su legitimidad y su transparencia ante el resto de la comunidad internacional", abundó.
¿Qué es el derecho al veto?
El derecho al veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, es decir, Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia y Rusia, les permite, entre otras cosas, prohibir la aprobación de una iniciativa con la que no están de acuerdo. Esto a pesar de que existe un sistema de votación en el que se incluye a los 10 países con un asiento no permanente, que se renueva cada dos años.
Algunas de los ejercicios de veto más polémicos tienen que ver con la decisión de impedir la actuación de la ONU ante denuncias por parte de la comunidad internacional de atrocidades como crímenes de guerra, lesa humanidad, depuración étnica o genocidio cometidas en algunos países, por ejemplo, lo acontecido en Siria durante los últimos años.
Ante este escenario, México, que el próximo año se integrará al consejo de forma no permanente, reiteró que incrementar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad no representa una verdadera reforma, al contrario, reforzaría las condiciones que han llevado al consejo a la parálisis y a estar ausente cuando más se le requiere.
"El derecho al veto no puede considerarse como si fuese una presea o un privilegio que suscite el apetito para ampliar el número de miembros permanente del Consejo de Seguridad. Tal posición, de hecho, apunta en sentido opuesto al de la democratización de la ONU y de la búsqueda de un mejor equilibrio y una mayor representatividad de los países y las regiones al interior del propio consejo", sostuvo De la Fuente durante su participación.
México propuso mejorar la representatividad, transparencia, eficiencia y rendición de cuentas del Consejo de Seguridad: "La reforma debe resultar en un órgano que beneficie, sobre todo, a la colectividad. El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, mandato esencial del consejo, no puede estar sujeto a los intereses nacionales, y menos aún, a los privilegios perpetuos de unos cuantos", detalló De la Fuente.
El representante permanente de México ante las Naciones Unidad reflexionó sobre la eliminación del veto de los miembros permanentes, que a pesar de constituir una aspiración legítima de muchos países desde el inicio de la organización, México entre ellos, "hemos reconocido que limitar su uso es una propuesta que puede tener efectos realistas e inmediatos", concluyó.
JLMR