Con un recorte del 83 por ciento en los recursos a la capacitación docente en lo que va de la actual administración, el reconocimiento y la valorización a los maestros y maestras dista mucho del discurso oficial, advirtió Marco A. Fernández, especialista de México Evalúa.
El también investigador de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey presentó la estrategia “Aprender Parejo” una radiografía del sistema educativo mexicano, así como una serie de propuestas para mejorar su realidad.
Recalcó que el Estado mexicano requiere invertir en la capacitación docente en métodos que fomenten habilidades socioemocionales y cognitivas complejas, reconocidas por mejorar el rendimiento y desarrollo cognitivo de los estudiantes.
“Los maestros que están en las aulas públicas los hemos dejado muy solos, porque no nos tomamos en serio la necesidad de poder capacitarlos de manera constante para que hagan más didácticas sus clases, más atractivo el decir: las matemáticas no les tengas miedo. Pero eso necesita mejor capacitación y eso está muy difícil si hemos recortado en 83 por ciento los recursos para capacitar a los docentes, y para este año se cuentan 195 pesos por profesor, por profesora en la educación básica y media superior. Díganme si eso es tomar en serio el honrar al maestro, cuando además, en la capacitación, el 80 por ciento lo da la federación y el 30 por ciento los estados”, expuso durante la presentación.
El proyecto que es un esfuerzo entre México Evalúa y la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey expone que hoy solo 28 de cada 100 estudiantes logran completar su trayectoria académica desde el preescolar hasta la educación superior.
Según datos de la propia Secretaría de Educación Pública, la mayor parte de la deserción ocurre entre la secundaria y el primer año de la educación media superior.
Asimismo, sólo el 7 por ciento de las infancias recibe atención educativa durante sus primeros tres años de vida, y únicamente el 62 por ciento asiste al preescolar.
Llegar a la preparatoria resulta más complejo, pues de cada 100 niños que inician la primaria, solo 84 logran inscribirse en la preparatoria y apenas 54 la concluyen.
De estos jóvenes, únicamente 28 egresarán de la educación superior, lo que implica que 72 de cada 100 se quedarán en el camino.
El resultado, alertó el estudio, es que los mexicanos completamos, en promedio, apenas 9.7 años de escolaridad.
“Es decir, somos un país que se queda en la secundaria, sin pasar por servicios de primera infancia ni preparatoria, y sin completar los 18 años de educación obligatoria que establece la Constitución”, señaló el análisis.
Además, los estudiantes no alcanzan las habilidades imprescindibles de lectura, matemáticas y ciencias en su paso por la escuela. Por ejemplo, en matemáticas sólo uno de cada tres resuelve correctamente desafíos similares a los que enfrentarán diariamente, dentro y fuera de la escuela, como hacer una regla de tres o comparar distancias en un mapa.
Esto empeora dependiendo del código postal en que se vive, advirtió el especialista Fernández.
En los grupos menos favorecidos, un 64 por ciento no comprende el mensaje central de un texto.
Empero, la crisis de aprendizajes es tal que ni estudiantes más aventajados se salvan, pues sólo dos de cada 100 muestra desempeño sobresaliente en lectura.
En este sentido, el equipo de Aprender parejo realizó una investigación interdisciplinaria y trabajo de campo que alimentan propuestas de política educativa basada en evidencia. Con esto, las propuestas se basan en información documental, bases de datos, resultados de encuestas, entrevistas, respuestas a cientos de peticiones de información a las autoridades educativas federales y de los estados, análisis de marcos normativos, de políticas públicas, y de programas y estrategias gubernamentales de los últimos años, así como en la opinión de funcionarias y funcionarios públicos, entre otras fuentes, para contar con un panorama completo del sistema educativo.
Aprender parejo se compone de informes centrados en cuatro pilares asociados con áreas prioritarias de atención:
- Recuperar trayectorias educativas y aprendizajes sólidos, desde la primera infancia y hasta la universidad.
- Mejorar la infraestructura escolar, con énfasis en los aprendizajes.
- Promover habilidades para la empleabilidad y responder a los
- desafíos futuros.
- Fortalecer la gobernanza del sistema educativo, promoviendo la
- corresponsabilidad social.
LG