México no está en conflicto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Esto, luego de que las peticiones del gobierno mexicano realizadas al organismo internacional para que considere aprobar a la brevedad más vacunas contra el covid-19, despertaran polémica en algunos sectores.
“México no está en conflicto con la Organización Mundial de la Salud, porque a veces eso pareciera”, explicó el canciller.
De cara a la próxima Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de los 20 (G20), que se celebrará en Roma los días 30 y 31 de octubre, Ebrard ahondó que la anterior propuesta hecha por México al foro multilateral “todavía no lo aceptan todos, pero cuando menos, Estados Unidos ya lo hizo y celebramos que así sea, pensamos que es lo más razonable. Ahora es: ‘OMS, entendemos tus procesos técnicos, pero cada día que pasa es una desventaja para otras personas, millones de ellas en todo el mundo, entonces, ojalá lo puedas hacer lo más rápido posible’”, dijo.
La polémica fue retomada la semana pasada luego de la respuesta a los planteamientos de México dada por el director general de la OMS, Adhanom Ghebreyesus, quien pidió directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador dejar la aprobación de las vacunas contra la covid-19 en manos de los expertos.
"No hemos escuchado quejas directamente de México. Si quieren, pueden comunicarlas. En lugar de que el Presidente plantee cuestiones sin ningún contacto con expertos, es mejor dejar a los expertos discutir. Si quieren tener información pueden enviar expertos", enfatizó Ghebreyesus el jueves pasado.
Ante la invitación realizada por Ghebreyesus, Ebrard explicó que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, es quien “tiene la relación directa con la Organización Mundial de la Salud y no sé si vaya a mandar a alguien, eso sí, no te lo sé decir. Pero bueno, qué bueno que haya esa apertura”.
Recordó que en agosto pasado, México pidió a las naciones que conforman el G20 que reconozcan todas las vacunas contra el covid-19 que ya han sido aprobadas por la OMS, sin importar de qué país provengan, en un intento por quitar un elemento político al proceso y, de esa manera, acortar los tiempos de recuperación mundial contra la pandemia.
“Recordar que no aceptaban todas las vacunas, solamente algunas, entonces, la primera fase de toda esta discusión es que se acepten todas las vacunas que la Organización Mundial de la Salud apruebe. La segunda fase es con la OMS, la conveniencia de que no pase más tiempo con vacunas (estudiando la posibilidad de aprobarlas) que se están usando por millones de personas en un grupo de países que excede el número de 80, es decir, ¿qué caso tiene prolongar los procesos de aprobación? Si hubiese motivo para frenar esas vacunas ya debió haberse dado a conocer hace tiempo”, insistió el canciller.
Subrayó que, si bien la aprobación de vacunas es un tema técnico, también tiene implicaciones para las personas en la vida diaria, por ejemplo, para quienes viajan. “Que te digan: ‘no, pues tu vacuna no porque la Organización Mundial de la Salud todavía no la autoriza’. El razonamiento que hacemos es el siguiente: ¿Esas vacunas son nuevas? No. ¿Están aprobadas en cuántos países? 85. ¿Esas vacunas no se han aplicado? No, sí. ¿En cuántas personas? Millones de personas”.
LP